Mi pregunta se ve destina a quedar sin respuesta, ya que en el momento en que Simón parece querer responder los músicos dejan de tocar una vez más y Alfredo, quién en este momento se encuentra situado en el pequeño escenario que hay en el living, toca con un cubierto su copa llamando la atención de todos los presentes y por lo mismo, todos nos acercamos hacia donde se encuentra.
—Primero que nada quiero agradecerles su presencia hoy acá, gracias por hacerse un espacio en su apretada agenda para asistir está pequeña celebración en honor a mi nieta, Sol —Señala a Luna, quién se encuentra a mi lado. Me cruzó de brazos, ¿También tiene un discurso preparado para ella? ¿Qué más falta?— Segundo, quiero decirles que, más allá de todo lo que ha venido aconteciendo y que no podemos ignorar, nos concentremos en pasarla bien, porque hoy lo más importante de este mundo es la familia... —Sigue hablando pero en el momento en que yo escucho que emite la palabra «familia» me es inevitable no replicar; tiene que ser un chiste.
—Claro... por eso mismo estás haciendo una fiesta cuando no tenes idea de donde está tu hija —Suelto sin importarme nada, ya es el momento de que hable— Apenas pasó un mes y vos ya te olvidaste de la existencia de tu hija, ¿Cuánto tiempo debo esperar yo para que te olvides de mí? Digo, si estás acá celebrando por lo alto a tu nieta estando tu hija desaparecida no me quiero ni imaginar que harás cuando te olvides de mí que, al fin al cabo, no soy nada de vos —De la sonrisa que había en el rostro de Alfredo no quedan rastros al escucharme, no se esperaba mi interrupción y ni hablar de las demás personas presentes.
—Te agradezco por favor Ámbar que...
Lo vuelvo a interrumpir —¿Qué? ¿Qué me vas a pedir? ¿Qué me calle? ¿Por qué? Si vos podes dar tu discurso yo también puedo dar el mío, ¿no?
—¿Pero qué decís? Trata de entender, Ámbar. Todo es difícil para todos pero especialmente para Luna —Quiero reírme ante semejante chiste, porque eso es lo que es, un chiste, pero uno de muy mal gusto.
—¿Para Luna, difícil, dijiste? ¿Qué es difícil para ella? —Inquiero pero antes de que pueda responder, continuó— Seguramente, resultar ser millonaria y que una fortuna con su nombre le caiga del cielo ha de ser muy difícil... pobre.
—¡Ámbar! —Alfredo alza la voz esperando callarme pero no pretendo hacerlo.
—¿Qué? ¿Me vas a retar? Hacelo, no me importa, solo estoy diciendo la verdad... aunque quién sabe... en esta familia hubo tantas mentiras que yo ya no sé, que es real, que no es real, es más, ¿Será verdad que sos Sol Benson? —Mi mirada se posa en Luna y debo admitir que ver como las lágrimas recorren sus mejillas me hace sentir satisfecha, pero aún no termino— Porque por si no te acordas, Lunita, yo estuve en tu lugar... a mí me hicieron creer que era Sol Benson, ¿Y qué crees? Resulto ser una gran mentira, volvieron a mentir con mi pasado y como podes ver sigo acá y no como vos llorando en cada rincón de la mansión.
—¡Ámbar ya basta! —Se entromete Simón, lo cual me esperaba desde un principio, de hecho ya se había tardo—. ¿No te das cuenta de que ya cumpliste tu objetivo? —Inquiere haciendo referencia a que Luna está llorando, parece como si no me conociera, mi objetivo va más allá de hacerla llorar.
—¡Ay no! ¡Está llorando! —Exclamo en tono de burla— No seas ridículo, Simón, no sé va a morir por llorar —Ruedo los ojos—. Además, estoy segura de que con todo lo que le dije no sintió ni la cuarta parte de lo que yo he venido sintiendo en estas últimas semanas...
—No puedo creer que seas tan insensible, Ámbar —Sigue Simón— Sí tu misma estuviste en sus zapatos cuando te hicieron creer que eras Sol Benson deberías entender lo que está sintiendo, pero no, aquí estás dejándote llevar por el odio —Esto es inaudito.
—¡Insensible vos! —Lo señaló y seguidamente a todos los presentes— ¡Insensibles todos ustedes que nada más piensan en ella! —Ahora señalo a Luna— ¿Y yo? ¡Yo también estoy sufriendo! —Todas las miradas están sobre mí, algunos sorprendidos, otros parecen molestos e indignados pero muy pocos muestran solidaridad hacia mí, entre ellos Emilia, quien en estos momentos articula un «cálmate» para mí sin emitir sonido, pero ni siquiera logró decir algo más cuando ya siento que me toman del brazo y me apartan del lugar, entonces volteó y veo a Miguel.
—Lo mejor será que se calme, señorita Ámbar —Me dice e inmediatamente yo me suelto de su agarre.
—¿Pero quién te crees que sos para tomarme del brazo y decirme que hacer? No sos más que un simple empleado acá, ubícate —Lo que me faltaba, que los Valentes se crean que porque su hijita es la dueña de todo tienen derecho a decirme que debo o no hacer.
—Basta Ámbar, los Valentes ya no son más empleados, te pido que los respetes —Alfredo llega a mi lado tras darle un abrazo a Luna, el cual pude presenciar desde donde estoy y ahora, se encuentra siendo consolada por Simón.
—Para mí siempre lo fueron y siempre lo van hacer, no me pidas que los traté como parte de la familia... no para, ¿Qué familia si no tengo? Ya me quedó clarísimo que no tengo a nadie más que a mí misma.
—Te pido por favor que subas a tu habitación —Intento hablar pero me interrumpe— No me hagas pedirle a Miguel que te acompañe —Dirijo mi mirada por última vez hacia el living para seguidamente dirigirme a mi habitación con una sonrisa.
A pesar de todo el show que armé me siento bien, me siento ligera, supongo que guardarse a veces las cosas no es bueno, sin embargo, eso es irrelevante ahora, lo importante, es que Luna tuvo lo que se merece.
Ya en mi habitación, le envió un mensaje a Emilia para que permanezca en la fiesta y continúe con el plan, lo último deseo es que mí plan se arruine aunque, a decir verdad, gracias a lo recién sucedido, de seguro Simón ya no querrá acercarse a mí, pero me vale, ya luego haré algo para acercarme de nuevo, no dejaré que eso arruiné mi felicidad tras lo sucedido.
Y es que, la felicidad es tanta que no me cabe en el cuerpo, este día quedará para siempre en mi memoria. El regreso de Emilia, la propuesta de Gary y está fiesta que, gracias a mí intervención, fue la mejor... la mejor para mí.
El rostro de Luna tras mis palabras se quedará para siempre grabado en mi mente, y es que eso, le pasa por ser ingenua. Yo misma le advertí al volver a Buenos Aires, que su sueño se podría convertir en pesadilla y así fue, así es y así será, porque yo misma me encargaré de que así sea.
Si lo recién sucedido la agarró por sorpresa pues que se preparé porque todo lo que se viene será más que sorpresivo.
Este es apenas el comienzo.
xxx
-Fecha de publicación: 11/04/2018
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Coseme | Terminada - Editando
FanfictionSu vida era "perfecta", ella tenía todo lo que cualquiera quisiera tener, pero sin previo aviso y como un huracán, llegó ella, esa chiquita que con su inocencia, se metió en su vida: en su casa, en su colegio, en su pista y se lo arrebato todo: su p...