El impacto contra el agua parece quemarme.
Inmediatamente al sumergirme intento nadar hacia la orilla de la pileta pero no lo logró, no puedo, el peso de mis patines no me permiten moverme hacia donde quiero.
Pataleó, intento impulsarme, grito —lo cual es inútil bajo el agua—, pero nada me ayuda a moverme.
Esto no puede estar pasando, no a mí.
¿Está misma impotencia que estoy sintiendo ahorita es la misma que sintió Luna cuando la avente a la pileta hace ya dos años? Porque si es así no entiendo porque no me estranguló al apenas salir de la pileta porque eso y más deseó hacerle yo cuando salga del agua. No me importa si esto es obra del karma, Luna pagará por chocarme y hacer que cayera a la pileta, lo prometo.
El oxígeno comienza a faltarme, ¿Acaso moriré ahogada? Esté no puede ser mi fin, necesito recuperar lo que me perteneció en algún momento, necesitó ayuda.
Y como sí alguien hubiese escuchado mis súplicas internas, siento como otro cuerpo se sumerge en la pileta y en cuestión de segundos puedo sentir como unos brazos rodean mi abdomen y me ayudan a salir a la superficie logrando así que la tos me invada.
La misma persona que me ayuda salir a la superficie me ayuda a salir de la pileta, con delicadeza me eleva y logro sentarme en la orilla y cuando eso sucede, me percató de quien es mi salvador y si no fuese porque la tos aun no me abandona mi sorpresa se notaría en mi rostro.
—¿Estás bien? —Me pregunta Matteo sacudiendo su cabello mojado pero yo no respondo, sólo me limitó a observarlo. No puedo creer que se haya lanzado al agua por mí, es insólito. Hace un momento tuvimos un enfrentamiento y no le importó, él me salvó.
Parece un déjà vu, pero esta vez sucedió conmigo y no con Luna.
—¿Qué son esos gritos? Sol... ¿Estás bien? —La voz de mi abuel... digo Alfredo, logra que aparte la mirada de Matteo y lo enfoqué a él, logrando que me arrepienta al instante, no viene sólo sino con Simón; justo cuando pensé que se había ido— Ámbar, ¿Qué te pasó? ¿Estás bien? —Ignoró sus preguntas y enfocó de nuevo mi mirada en Matteo, quien ahora se encuentra sentado a mi lado.
—Déjame ayudarte —Me dice él y yo sólo asiento como respuesta. Él se levanta y seguidamente me ayuda a levantarme a mí, su brazo en mi cintura me mantiene firme, temó que si me suelta volveré a caer.
—Ámbar, ¿Estás bien? Te juró que fue un accidente, yo... —Comienza a parlotear Luna pero la interrumpa.
—No necesitó tus excusas, sé que lo hiciste a propósito —Suelto ganándome la atención tanto de mi abuelo como la de Matteo y Simón.
—No, no fue así. Fue sin querer, es que te vi hablando con Matteo y... —La vuelvo a interrumpir.
—Así que todo esto fue por Matteo —Niego en desaprobación— ¿No te da vergüenza? Es decir, sé que yo lo hice primero hace tiempo pero no tenes porque seguir mi ejemplo.
—¿Qué? No, no fue así, lo que paso fue que... —De nuevo la vuelvo a interrumpir.
—Lo que pasó fue que por tus celos casi logras que me ahogué. ¿No te basta con tener a Simón que también lo queres a Matteo? —Sigo soltando mi veneno.
—¡Basta Ámbar! —La voz de Alfredo furioso me hace callar— ¿Me van a decir o no que fue lo que sucedió?
—Lo que paso fue que...
—Que Luna me aventó a la pileta —Concluyó antes que Luna.
—No, las cosas no sucedieron así —Se excusa Luna.
—¿Sabes qué? Decí lo que queras, igual siempre te creerán a vos y no a mí —Mi vista cae en mi abuelo— Mejor me voy a cambiar, no quiero ni enfermarme ni que por mi culpa perdamos el vuelo —Intento avanzar pero el agarre de Matteo no me lo permite.
—Te acompaño hasta tu habitación —Me informa Matteo y yo solo asiento porque puedo sentir como la mirada de Luna y Simón está sobre nosotros.
Con mucho cuidado Matteo me ayuda a quitarme mis patines, lamentablemente quedaron arruinados, sin embargo me los llevo conmigo y finalmente avanzamos e ingresamos a la mansión. Ya adentro, yo avanzó hacia las escaleras y puede ver de reojo que Matteo me sigue, así que al apenas poner un pie en el primer escalón de la escalera me giro y lo enfrentó.
—¿Por qué? —Inquiero logrando que él arrugue su entrecejo.
—¿Podes ser un poco más clara con lo que tratas de preguntarme? —Suspiro al escuchar su pregunta.
—¿Por qué me salvaste? No merecía tu ayuda y lo sabes —Él termina de avanzar hacia la escalera y se sitúa en el mismo escalón que yo, haciendo que quedemos frente a frente.
—No iba a dejar que te ahogaras, ni siquiera por nuestro enfrentamiento de hace un momento —Suspira— Lamento si fui un poco brusco con vos no era mi intención, es sólo que ver a Luna y Simón juntos...
—Fue como un chapuzón de agua fría —Finalizó por él causando su risa, entendió mi referencia con lo recién sucedido en la pileta.
—Quisiera decir que no pero sí. —Por un momento él desvía la mirada y recorre el living con ella— Sé que sentiste lo mismo por Simón —Lamentablemente fue así pero no pretendo admitirlo.
—Gracias por salvarme —Sonrió sincera.
—No fue nada rubia, sólo ten cuidado la próxima vez —Oh no, no habrá próxima vez— Nunca pensé que Luna haría algo así —Murmura cabizbajo.
—Uno nunca termina de conocer a las personas —Le comentó.
—Lamentablemente es así —Él sonríe con tristeza— Nos vemos pronto rubia.
—Eso espero —Nuevamente sonrió y sigo mi camino hacia mi habitación pero al llegar al segundo piso me detengo sintiendo la necesidad de volver abajo, entonces una vez más volteó y puedo notar como la mirada de Matteo está fija en mí, ¿Sentirá esa misma necesidad que yo?
Decidida abajo de nuevo las escaleras pero cuando voy a la mitad me distraigo al ver como Luna y Simón vienen entrando a la mansión al igual que nosotros hace un momento y gracias a que mi mirada sigue fija en ellos falló al pisar uno de los escalones y puedo sentir como se aproxima la caída más no sucede, los brazos de Matteo me salvan de caer.
—¿Me parece a mí o vos hoy andas torpe? —Inquiere Matteo entre risas logrando que yo sonría y devuelva mi mirada a la pareja que nos observa con ¿Nostalgia? —¿No me digas que estás provocando todos estos accidentes sólo para que te salvé?
—Ya quisieras Balsano pero no, sólo regresé por...
—Un abrazó —Concluye por mí sorprendiéndome, ¿Eso quiere decir que sí sintió lo mismo que yo hace un momento? —Ven acá, rubia —Dice para seguidamente abrazarme y debo admitir que se siente muy bien que lo haga, porque ahora ya sé que voy hacer para que Lunita sea sólo historia.
Después de todo, no estuvo tan mal el déjà vu.
xxx
-Fecha de publicación: 11/03/2018
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Coseme | Terminada - Editando
FanfictionSu vida era "perfecta", ella tenía todo lo que cualquiera quisiera tener, pero sin previo aviso y como un huracán, llegó ella, esa chiquita que con su inocencia, se metió en su vida: en su casa, en su colegio, en su pista y se lo arrebato todo: su p...