Capítulo 3.

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Alzó las manos al aire mientras me deslizo por la acera sintiendo como el viento desordena mi cabello; está sensación de libertad no la cambió por nada.

Y acá estoy, recorriendo Cancún antes de tener que marcharme. ¿Pero les digo la verdad? Aún no quiero marcharme, no creó estar lista para asimilar la realidad. De solo pensar que al llegar todos dirigirán su atención a la verdadera heredera Benson se me revuelve el estómago, no puedo simplemente dejar al pasado volar como me dijo ayer Emilia o bueno, no es tan fácil hacerlo; son muchas cosas juntas.

Suspiró, algún día esté sufrimiento acabará, eso quiero creer. Aceleró el paso sabiendo que se me agota el tiempo para llegar a la mansión, tuve que levantarme lo suficientemente temprano como para que me alcanzará el tiempo, de hecho tuve que armar un plan para no retrasarme. Apenas me levante con el alba me duché, aliste y salí cual rayó a toda velocidad, ya luego estuve recorriendo Cancún como por una hora y media y ahora que termine mi recorrido, voy rumbo a la mansión y esta vez me alegra saber que sí me llevo lindos recuerdos de esta Ciudad, como lo es el triunfó con los Sliders y mi amistad con Emilia, que justo acá, ha logrado fortalecerse más.

Al tener la certeza de que ya estoy a pocos metros de la mansión disminuyó mi velocidad, quisiera haber tenido más tiempo para disfrutar pero ya mi tiempo en Cancún se ha acabó y debo apresurarme antes de que mi abuel... digo Alfredo, se preocupé por mí tardancia, no obstante cuando estoy por cruzar la entrada de la mansión alguien sé me adelanta, alguien que va tan distraído que no nota mi presencia y con ese alguien, me refiero a Matteo.

Parece ir demasiado concentrado en sus pensamientos, se detiene en la entrada principal pero luego de un momento lo veo dirigirse hacia donde se encuentra la pileta. No tengo que esforzarme mucho en pensar que viene hacer acá, estoy seguro de que sabe que hoy nos marcharemos y por ello viene a despedirse de Lunita, simplemente patético.

Sin embargo, la curiosidad me gana y decido ir detrás de él, así que me dirijo hacia la pileta, pero no logro avanzar mucho, pues lo encuentro observando desde lejos hacia algún lado de la pileta, ni siquiera sé atrevió a llegar a está y eso me intriga, ¿qué está mirando?

Me acercó sin importarme que Matteo note mi presencia, me situó a un lado de él y entonces me arrepiento. Justo ahí, a pocos metros de un extremo de la pileta, se encuentran Luna y Simón abrazados, seguramente despidiéndose. ¡Joder! ¿Por qué me deje llevar por la curiosidad?

Apartó la mirada de inmediato y decido marcharme e ingresar a la mansión, pero entonces mi vista se dirige a Matteo, quién aún se encuentra contemplando la escena, ¿Sé sentirá tan mal cómo yo?

—¿Estas bien? —Le preguntó y a pesar de que no voltea a verme puedo notar como su cuerpo se tensa con mi pregunta.

—¿Ahora te preocupa cómo esté? —Responde brusco al momento en que voltea a verme y yo no puedo evitar fruncir mi entrecejo, por primera vez me preocupo por él y, ¿me sale con esta estupidez del chico fuerte, orgulloso y estúpido?

—Al menos yo me preocupó por vos y no ando besando a mis amigos cuando se supone que quiero a mi novio —Le digo sin pensarlo y allí está el problema, lo dije sin pensar y ahora que veo como su mirada demuestra dolor me arrepiento.

—¿Después de tanto tiempo al fin te preocupas por mí? No me hagas reír —Inquiere Matteo cruzándose de brazos.

—Deberías agradecer que yo por lo menos sí me preocupó por vos no como otras —Alzo mis cejas.

—No necesitó nada que vengas de vos mucho menos tu lástima —Murmura deshaciendo su crucé de brazos.

—Yo sólo trato de ayudar —Hago mis manos puños, me estoy rebajando mucho tratando de ayudarlo y él no lo valora, es un completo idiota, bueno eso no es novedad.

—No necesitó que me ayudes, no pedí tu ayuda —Eso es todo lo que necesito para sentir mi sangre hervir de la furia.

—¿Sabes qué? —Me acerco peligrosamente a él— Hace lo que queras, quédate acá sufriendo por una persona que no te valora porque sí lo hiciera no sé hubiera besado ayer con Simón y lo sabes —Suelto sin importarme nada, ya no me importa si lo lastimó— Adiós Balsano —Avanzó hacia la entrada cercana a la pileta y entonces me percató de que Luna viene caminando en mi dirección, seguramente escuchó lo último que dije o que dijimos. Sé encuentra sola, al parecer Simón sé marchó y no lo noté, pero lo qué si puedo notar es qué ella no aparta los ojos de donde se encuentra Matteo y eso me hace pensar en lo último que le dije.

Volteó sintiendo cierta culpabilidad y sólo puedo observar a un Matteo de espalda y cabizbajo, él fue brusco conmigo y yo sólo le dije la verdad aunque sonará cruel, ya no voy a guardarme lo que pienso, ni mentiré respecto a eso, diré solo la verdad aunque sea cruel, ya saben, cruel es bueno.

Además, infinidades de veces, tanto Matteo como sus amiguitos, me han hecho sentir mal, horrible y miserable, y yo tengo que arreglármelas por mí sola y seguir adelante, y ahora que es el turno de que Matteo de sienta un poco lo que yo he llegado a sentir no me sentiré culpable, de igual forma no es mi culpa que su noviecita no lo quiera y se besé con otro, a eso se le llama karma, él no me valoró cuando estábamos juntos e igualmente se besó con otra y en mi presencia, ahora que comprenda que todo se regresa; así de simple.

Sonrió y decido avanzar, sin embargo lo siguiente que sucede me sorprende, volteó para así poder seguir mi camino pero chocó con mi peor pesadilla, logrando así que pierda el equilibrio y debido a que aún llevo puesto mis patines no logró estabilizarme, me deslizo hacia atrás sin poder frenar y lo último que soy capaz de hacer, es soltar un grito antes de caer a la pileta.

xxx

  -Fecha de publicación: 05/03/2018  

Coseme | Terminada - EditandoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora