El resto de las audiciones transcurrieron normales, muchos fueron los rechazados y sólo uno el afortunado, después de Benicio.
Todos se sorprendieron ante su audición y ya no habló de Benicio sino del otro integrante del equipo, al cual conozco y muy bien, y debo admitir que entre los sorprendidos también estuve yo, más no sólo me sorprendí porque se atreviera a audicionar sino también por la forma en que lo hizo: ocultando su identidad con una máscara; aunque es entendible que lo hiciera, supongo que a ninguno de sus amiguitos les agradaría la idea y por ello, se vio obligado a utilizar ese método. Sin embargo, ya no podrá evitar los problemas que habrá entre los del Roller, porque ahora él forma parte del mejor equipo que puede existir, ahora Ramiro es parte de los Red Sharks.
Decir que estoy feliz ante ese suceso es poco, ya el equipo de los Red Sharks está completo y aunque Ramiro no sea de mi total agrado, sé que es un gran patinador que posee lo que muchos personas necesitan para llegar lejos: ambición, y eso, no sólo es excelente para el equipo sino también para mí, pues que él esté con nosotros sólo significa la división del Roller y todos sabemos que ellos, separados, son más vulnerables.
—¿Podrías disimular un poco? —Arrugo mi entrecejo ante la pregunta de Benicio, ambos nos encontramos dirigiéndonos a la cafetería tras finalizar las audiciones—. Sé que te emociona nuestra cita y tu sonrisa lo demuestra pero deberías disimular un poco, no quiero que las demás chicas se sientan mal por no tener la oportunidad de salir conmigo —Ruedo los ojos ante semejante estupidez.
—No digas estupideces, Benicio. Porque mejor no me haces un favor y cierras la boca por un largo rato, ¿Queres? —Me detengo enfrentándolo, ya me estoy hartando de él.
—Voy a callarme cuando admitas que te morís por salir conmigo —Una vez más ruedo mis ojos para seguidamente intentar marcharme lo más lejos que pueda de él. No obstante, antes de que pueda avanzar, Benicio me toma de la cintura y me acerca hacia él.
—¿Qué estás haci...? —No terminó de hablar cuando veo a Simón y recordando su entrecejo fruncido de hace un rato, colocó mi brazo sobre el hombro de Benicio, siguiéndole la corriente e ignorando el hecho de que lo que quiero es alejarlo de mí.
—Simón... te dije que nos íbamos a volver a ver y está vez parece que será por mucho tiempo: ahora soy parte de los Red Sharks —Puedo notar como la satisfacción se filtra a través de su voz.
—Felicidades, lo bueno es que aquí todos saben qué tipo de persona que eres así que nadie va caer en tu juego —Suelta Simón.
—Te equivocas, porque parece que hay una persona a la que sí le encanta mi juego —Voltea a verme, por lo cual dibujó una pequeña sonrisa en mi rostro antes de voltear a ver a Simón.
—Aquí él único que se equivoca eres tú, porque esa persona a la que dices que le encanta tu juego, no está más que confundida y utilizas a eso a tu favor, eso no es jugar limpio, aunque... ¿Cuándo lo has hecho? —No sé si reírme o intervenir.
—Pensa lo que quieras, Simón, de igual forma yo volví y no pretendo irme pronto —Simón no muestra ninguna expresión en su rostro—. Es más, te invitaría a que festejes junto a nosotros mi regreso pero la verdad es que tres son multitud y nosotros preferimos pasar un rato a solas —La mirada de Simón se enfoca está vez en mí—. ¿Nos vamos?
—Sí, voy por mis cosas y nos vamos, no quiero seguir aquí perdiendo mi tiempo cuando hay una película esperando ser vista en casa —Dirijo mi mirada hacia Benicio sonriéndole para seguidamente apartarme de él e ir en busca de mis cosas como recién le he dicho, sin embargo, antes de marcharme, mi mirada enfoca a Simón y puedo asegurarles, que la felicidad no es visible en su rostro.
Sonrió por eso, antes de que me dé cuenta, Simón volverá a mí una vez más.
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Ruedo los ojos sin que Benicio pueda notarlo, ni siquiera que la película sea una que yo ansiaba ver hace que mi fastidio disminuya.
Sinceramente, no planeaba terminar en mi habitación viendo una película con Benicio, cuando lo mencione frente a Simón fue para molestarlo, no porque en verdad fuera así, pero al idiota de Benicio le pareció una increíble idea y no me quedo de otra que ver dicha película, era eso o aceptar cualquier otra cosa que él propusiera.
No obstante, ni siquiera le estoy prestando atención a la película ni a los comentarios de Benicio referente a ella, ya que mi mente parece habitar en un lugar muy lejano, un lugar en el cual toda mi atención parece estar concentrada en una sola persona: Simón.
Me es inevitable no pensar en él y más cuando la última vez que iba a ver una película iba hacer con él. Suspiro sin poder evitarlo, como desearía que las cosas aquel día no hubieran sucedido como sucedieron, seguramente las cosas serían distintas.
Basta Ambar.
Las cosas sucedieron como tenían que suceder, ya no hay vuelta atrás, y ya nada cambiara; me recuerdo.
Me levanto de mi asiento dejando mis pensamientos de lado.
—¿A dónde vas? —Cuestiona Benicio a mi lado.
—A ver porque la inútil de la empleada no se apresura con lo que le pedimos —Me apresuro en salir de la habitación antes de que pueda volver a hablar. La verdad, no me importa si Maggie se apresura o no, solamente utilice eso como excusa para poder salir y poder respirar un poco de aire fresco.
Recorro el pasillo lo más rápido que puedo y las escaleras las abajo casi corriendo. Ya estando en la planta baja, no tardó en dirigirme hacia la puerta para salir y solo estando ya afuera, soy capaz sentirme tranquila, libre.
Comienzo a caminar, más no logro avanzar mucho.
—¿Qué haces? —Me sobresalto al escuchar su voz a mis espaldas.
Rápidamente me giro y lo veo frente a mí —¿Qué rayos haces aquí?
—Vine a acompañar a Luna, ¿Y tú? ¿Qué tal la película? —Me maldigo internamente, ¿Por qué justo tenía que venir en este momento? Cuando le hice saber que vería una película con Benicio no era para que viniera y lo comprobará, sino para que se muriera de celos, y ahora que está aquí, frente a mí, se arruino todo y es mi culpa, por estar aquí y no con Benicio.
—Buenísima, esta buenísima la película —Suelto antes de pasarle por un lado queriendo regresar con Benicio, para disimular, claramente.
—No parece —Me detengo cuando vuelve a hablar—. Digo, como estas aquí afuera y no con Benicio —Me volteo una vez más hacia él.
—Ya me iba —Me vuelvo a girar decidida a avanzar.
—¿Por qué no me dices la verdad, Ambar? —Ni siquiera hace falta volver a voltear pues él avanza hacia donde estoy y se sitúa frente a mí—. ¿Por qué no me dices que estas aquí porque lo que menos quieres es estar con Benicio?
—Porque no es así, por eso no lo digo —Busco avanzar pero no me lo permite—. Movete.
—De hecho, no tengo ningún inconveniente con quedarme aquí un rato —Lo observo incrédula, ¿Es en serio?— Vamos Ambar, conmigo puedes ser totalmente honesta.
—Solo lo diré una vez más: Movete.
—¿Qué pasa si no lo hago? —Se acerca a mí logrando que pueda sentir su respiración chocar con la mía y que mis ojos en vez de observar los suyos observen sus labios—. ¿Qué pasa si no me muevo? —Su mirada también se enfoca en mis labios.
Abro mis labios después a replicar pero las palabras no salen, mi corazón se detiene y mi respiración se dificulta.
Va a besarme.
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Fecha de publicación: 29/04/2018
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Coseme | Terminada - Editando
ФанфикSu vida era "perfecta", ella tenía todo lo que cualquiera quisiera tener, pero sin previo aviso y como un huracán, llegó ella, esa chiquita que con su inocencia, se metió en su vida: en su casa, en su colegio, en su pista y se lo arrebato todo: su p...