—Si realmente pensabas conmover a alguien con esas palabras baratas, querida sobrina, te equivocaste, nada va a cambiar el hecho de que Ambar y yo nos vamos —Menciona Sharon dirigiendo su mirada hacia mí, como esperando que confirme lo que ha dicho pero no lo hago, mi mirada sigue en lo que Rey ha hecho y aparentemente, cuando Sharon nota que no la observo a ella sino más allá de ella, voltea dirigiendo su mirada hacia la chimenea que Rey acaba de encender.
—¡¿Qué hiciste?! ¡Apágala! ¡Ya! —Exige ella totalmente alterada.
—No lo creo —Dice Rey—. Ambar —Me habla haciéndome reaccionar: es hora de salir de aquí.
Sin embargo, cuando intento acercarme a Luna para terminar de desatarla, Sharon me toma del brazo y me acerca a ella.
—¡¿Qué pretendes hacer?! —Me grita.
—¡Soltame! —Le exijo pero, claramente, eso es algo que ella no pretende hacer, por lo que, Rey se ve obligado a aproximarse hacia nosotras para apartarla de mi lo cual logra al empujarla, haciéndola tambalearse pero antes de que pueda caer, ella se toma de la cortina de una de las ventanas cercana a la chimenea pretendiendo sostenerse pero tal parece que cae más rápido en compañía de la cortina junto a la chimenea encendida.
De inmediato, me alarmo al verla inconsciente en el piso.
—¿Qué hiciste? —Volteo hacia Rey.
—No hay tiempo que perder, tenemos que salir de aquí —Sigo con la mirada cada uno de sus movimientos hasta que lo veo posicionarse junto a Luna para poder desatarla.
—No pretenderán irse sin despedirse, o aun peor, sin mí, ¿o sí? —Cierro mis ojos al escucharla, ¿No estaba inconsciente? —. ¿Qué pasa? ¿Ahora no dirán nada?
Rey parece incorporarse en su lugar, puesto que se había inclinada para desatar a Luna y cuando lo hace, dirige su mirada a Sharon detrás de mí permaneciendo inmóvil, sin ninguna expresión, por lo que, me animo y giro quedando frente a ella, una vez más, quedando tal como Rey, inmóvil.
Díganme que no es verdad, díganme que ella no está apuntándome con un arma.
—¿En verdad se pensaron que podrían conmigo? Te lo advertí, Ambar, esto no acaba hasta que yo gane —La respiración parece faltarme—. Vos te vas conmigo y no se discute más.
—¿Por qué me haces esto? ¿No te cansas de joderme la vida? —Ya no me preocupo por retener mis lágrimas, estas se deslizan libremente por mis mejillas.
—Sos una malagradecida, todo te lo di... ¡Todo! ¡Todo lo que hago es por vos, por nosotras!
—¡Yo no te lo pedí! —Suelto sintiendo la voz como un hilo de frágil—. Hiciste de mi vida un infierno, ¿Por qué tuviste que apartarme de Sylvanna?
—Te salve la vida sacándote de su lado, te merecías mucho más que un cuarto de barrio... aprende a valor las cosas porque sin ellas no sos nadie, sin mí a tu lado no sos nadie —Espeta Sharon.
—Otra vez te equivocas porque aunque a veces lo olvide, yo sé lo que valgo y por eso prefiero quedarme, porque merezco más que tus reproches y malos tratos, merezco que me quieran, que me apoyen, y Sylvanna está dispuesta a darme eso que vos nunca me diste y que por tu culpa, ella no pudo darme.
—No, con ella no te vas, sobre mi cadáver, no voy a permitir que ella se quede con vos, sos lo único que tengo de él —No tardo en fruncir el entrecejo, ¿Él? ¿De quién habla?
—¿De qué hablas?
—Sylvanna logro tener lo que yo tanto quise porque como siempre, todo lo que quería, lograba obtenerlo alguien más —Comienza y el rencor es muy palpable en sus palabras—. Lo conoció en una fiesta cuando él apenas llegaba a la Ciudad, al ser vacaciones, Lily y yo estábamos de viaje así no lo conocí hasta que estas terminaron, por lo que, durante mi ausencia, ella aprovecho para pasar tiempo con él y aparentemente, mantuvieron una relación. Sin embargo, cuando con Lily volvimos, ya habían terminado pero aun así yo no tenía ni idea de quien era y cuando lo vi por primera vez, no pude evitar lo que sentí, me enamore perdidamente de él, pero él no me noto y cuando conoció a Lily poso sus ojos en ella, en mi propia hermana.
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Coseme | Terminada - Editando
FanfictionSu vida era "perfecta", ella tenía todo lo que cualquiera quisiera tener, pero sin previo aviso y como un huracán, llegó ella, esa chiquita que con su inocencia, se metió en su vida: en su casa, en su colegio, en su pista y se lo arrebato todo: su p...