Capítulo 4: El hogar de los Uzumaki.

22.9K 1.8K 1K
                                    

     Boruto le había pedido a Nanko que fuese con él a cenar ramen en su casa. Ella conocía las hazañas de sus padres y Naruto le había hablado varias veces de Himawari, su hija. Pero antes de aquel día en el bosque, jamás había coincidido con su compañero de academia. Hinata había estado presente cuando entrenaba con Makoto y era una persona muy amable, a Himawari la había visto menos, pero no tenía pinta de ser mala gente y, a Naruto, era imposible no conocerlo.

     Se puso una camiseta negra y unos pantalones blancos cortos. Salió de su casa y se dirigió hacia la de la familia Uzumaki. Al llegar, golpeó la puerta, y, para su sorpresa, fue Himawari la que abrió.

     —¡Tú debes ser Nanko! —exclamó la niña, saltando a sus brazos. Nanko se apartó torpemente mientras asentía—. ¡Boruto me ha hablado mucho sobre ti! —Nanko sonrió nerviosa, ¿le había dado tiempo a hacerlo siquiera?

     —¿Eso es bueno? —preguntó la Uchiha, intentando no parecerle descortés a Himawari mientras se quitaba sus zapatos.

     —¡Claro que sí! —La niña señaló la sala de estar—. Pasa, pasa. Mamá, papá y Boruto están en la sala.

     Himawari cerró la puerta y ambas fueron hacia el salón. Naruto estaba poniendo la mesa mientras Hinata cocinaba y Boruto jugaba con su videoconsola.

     —Buenas —saludó Nanko, haciendo una reverencia de noventa grados.

     —Oh, buenas tardes, Nanko —dijo Naruto, sonriendo.

     —Hola, Nanko, me alegro de que estés por aquí —habló la de ojos blancos, con una sonrisa en la cara.

     —¿La conoces, mamá? —preguntó el chico. A la Uchiha le pareció curioso que llamara a su madre "mamá", quizás simplemente porque no se esperaba que alguien como él lo hiciese.

     —Claro que sí, la he visto entrenar con mi prima muchas veces. Es una ninja muy fuerte —explicó Hinata.

     —¡Ah! ¡Nadie me cuenta nada nunca! —farfulló Boruto—. Nanko, ven, ven. —Palmeó el sofá para que se sentara. A ella no le quedó más remedio que ir.

     —¿Pasa algo? —preguntó ella, sentándose a su lado.

     —¿Tienes alguna videoconsola? —cuestionó Boruto, sonriendo.

     —Lamento comunicarte que no me interesan esas cosas, tampoco tengo tiempo para ellas —explicó la Uchiha. El rubio la miró, horrorizado.

     —Bu-bueno, no pasa nada, yo te enseñaré a jugar. —Boruto se levantó y se acercó a un cajón para sacar una consola muy parecida a la suya—. Toma. —Se la entregó a la Uchiha, que la cogió, curiosa—. Es una versión anterior, pero se puede jugar. ¡Hagamos un uno versus uno! —Nanko asintió y Boruto sonrió de lado.

     Las tres primeras partidas las ganó Boruto por goleada. Era un juego de peleas llamado Street Combat, pero, pese a que Nanko era buena luchando, no lo era tanto jugando. La chica no entendía por qué, pudiendo pelear en la vida real, a Boruto le gustaba hacerlo en un videojuego. La cuarta partida, fue interrumpida por un "A comer" pronunciado por los mayores.

     Boruto se sentó al lado de Nanko, Naruto al de Hinata, y Himawari delante de ellos. Delante de todos ellos, se encontraban grandes boles de ramen.

     —Entonces, ¿qué tal os va en la academia? —preguntó Naruto, bastante animado.

     —Nos va bien, Nanko es muy buena —comentó Boruto, sonriéndola.

     —Boruto es mediocre —dijo la Uchiha. El nombrado casi se atraganta con los fideos.

     —¡O-Oye! ¡Yo he dicho algo bueno de ti! ¡Tú deberías decir algo bueno de mí! —exclamó el Uzumaki.

     —No sabía que esto funcionaba así. Tus ojos son bonitos. —Naruto, Himawari y Hinata rieron a carcajada suelta, mientras que Boruto no pudo evitar sonrojarse. A los mayores, Nanko se les asemejaba a Sai.

     La cena continuó de manera animada y, cuando acabaron, Nanko se quedó mirando las fotografías que había en el salón.

     —Él es Neji Hyuga, ¿verdad? —le preguntó Nanko a Hinata, que asintió—. He leído mucho sobre él, es alguien al que admiro mucho.

     —Yo también lo hago —susurró la Uzumaki—. Si lo deseas, puedes quedarte a dormir, hay habitaciones libres.

     —No, no hace falta, de verdad, es más, debería irme ya —dijo la Uchiha.

     —Claro, llamaré a Boruto para que te acompañe —habló Hinata, acercándose a su hijo.

     —¿Acompañar a Nanko? Pero si es la persona más fuerte que conozco —dijo él. La chica asintió—. Bueno, pensándolo bien, podría hacerlo.

     —No hace falta... —susurró la Uchiha.

     —Ten cuidado, Boruto —dijo su padre. Himawari, por su parte, estaba arrastrando a los chicos hacia la puerta. Nanko se puso sus zapatos.

     —Venga, pasadlo bien —comentó Himawari, cerrando la puerta en la cara de ambos, los cuales se quedaron en la calle.

     —Veo que están bastante desesperados porque consigas una novia, yo también lo estaría si fuese tú —murmuró Nanko. Boruto rio incómodamente.

     —Eres demasiado sincera, deberías tener un filtro —susurró el Uzumaki, poniendo las manos en sus bolsillos.

     —Lo siento —se disculpó ella sinceramente, no había querido ofenderle.

     Ambos avanzaron hasta la casa de la Uchiha y, al llegar, se despidieron el uno del otro. Nanko abrió la puerta y se encontró con Sarada.

     —¿Qué más piensas quitarme? —preguntó la mayor con lágrimas en los ojos.

     —No te entiendo, sé más específica —ordenó Nanko.

     —Me has quitado el reconocimiento, mi amigo... ¿de qué más quieres adueñarte? —dijo Sarada con rabia.

     —Sobre el reconocimiento, simplemente he captado más atención que tú por ser más fuerte. Y, sobre lo de Boruto, solo ha preferido invitarme a mí en vez de a ti, supongo que lo ha hecho por curiosidad. Creo que no te he quitado nada —explicó la menor. Sarada apretó los dientes con rabia y se fue, odiaba admitirlo, pero su hermana tenía razón.

A Nanko no le cae bien Boruto de primeras, aun así, aprecia que intente tener una amistad con ella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

A Nanko no le cae bien Boruto de primeras, aun así, aprecia que intente tener una amistad con ella.

A Nanko no le cae bien Boruto de primeras, aun así, aprecia que intente tener una amistad con ella

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Mangekyou Sharingan | La hija de SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora