Capítulo 14: La Diosa de la Sabiduría.

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     Sasuke se recargó en el marco de la puerta y observó a su hija mientras recogía sus cosas. Si no hablaba, ella acabaría yéndose. Suspiró pesadamente.

     —¿Nunca te has preguntado por qué posees esa marca en tu mano? —preguntó Sasuke, refiriéndose al triángulo con el cual invocaba a Nayru.

     —Claro que sí —respondió ella, dejando de hacer la maleta.

     —Vamos abajo, te contaré lo que sé —dijo su padre, empezando a bajar por las escaleras. Nanko le siguió, expectante. Por fin se le aclararían algunas dudas, era más de lo que había conseguido en bastantes años en Konoha.

     Se sentaron en el sofá, y Sasuke fue el encargado de romper el silencio.

     —Posees ese triángulo y esa inmensa fuerza porque hay algo en ti, algo que no eres tú, y te da su poder. Lo que invocas, Nayru, no es un jutsu cualquiera, es algo prohibido, algo parecido al Kyubi de Naruto, algo que solo un Uchiha puede controlar gracias a su Sharingan: una diosa —explicó el hombre. Nanko levantó una ceja—. Cuando eras más pequeña, más o menos de unos 7 años, encerraron a la diosa Nayru en ti, ¿no te has preguntado por ella? —A la niña le empezaba a doler la cabeza y tenía ganas de vomitar. —Para poder sellarla en ti sin que recordaras todo eso, debieron borrar tu memoria... —Nanko ya no podía escuchar nada, parecía estar debajo del agua, cuando, de repente todo se volvió negro. —Mierda, sabía que esto pasaría —se dijo a sí mismo mientras sostenía el cuerpo de la Uchiha.

     —¿Dónde estoy? —preguntó Nanko, vagando por unos largos pasillos.

     —Ven aquí —susurró una voz. A la Uchiha le pareció que estaba bastante lejos de ella.

     —¿Por qué debería? —cuestionó Nanko, frunciendo el ceño.

     —Estúpida, no te he preguntado, ven. —Nanko suspiró, resignada, y se dejó guiar por la voz hasta llegar a una enorme celda.

     —¿Qué quieres de mí? —preguntó ella, cruzando sus brazos.

     —Acumula chakra en tus dedos y abre la celda —ordenó la voz. La Uchiha negó, era incapaz de confiar en aquella voz, pero tampoco podía dejarla ahí para siempre. Al fin y al cabo, estaba en una situación muy parecida a la de su Hokage.

     —Si estás ahí  encerrada es por algo, no creo que sea bueno intervenir de momento... —murmuró Nanko, más para ella misma que para la deidad. Aunque sí que tenía ganas de ver cuan más fuerte podía hacerse con el poder de la diosa.

     —Sé todo lo que piensas, Nanko. Si me sacases de aquí, todo el mundo te aceptaría y querría, haría tu mayor sueño realidad: el amor —explicó la voz. La Uchiha dejó escapar una carcajada sin gracia.

     —Yo no pienso en tales patochadas. No me importa lo que piensen los demás, nunca lo ha hecho —habló la niña. Si podía hacerse más fuerte, podría intentar sacarla de ahí—. Estoy dispuesta a escuchar alguna de tus ofertas, ¿qué me llevo yo a cambio de sacarte de ahí?

     —Tu Mangekyou Sharingan no. Oh, espera, eso ha sonado cruel. —Realizó una risilla. —¿Qué te parece más poder?

     —Omitiré lo del Mangekyou. No me importas lo más mínimo, pero si hay una manera de hacerme más fuerte, la tomaré. —Acumuló chakra en sus dedos para abrir la puerta.

     —Una chica obediente, me gusta. No nos hemos presentado formalmente, pero sueles recurrir mucho a mí, ¿sabes cómo llamo yo a eso? Abuso —comentó, realizando una carcajada al final—. Soy Nayru, Nanko.

     —¿Has vivido dentro de mí todo durante todo este tiempo? —preguntó la Uchiha. La deidad asintió—. ¿Y no te ha dado la santísima gana de presentarte hasta ahora?

     —Eh, relájate, niña. Si no lo he hecho es porque no podía, ¿por qué crees que estaba encerrada?

     —Me podías haber dicho algo —dijo Nanko, sentándose.

     —No podía, necesitabas que tu familia te contase algo sobre mí, como ha hecho Sasuke ahora —explicó la diosa.

     —¿Sabes todo de mí? —preguntó. Aunque se temía que sí lo hacía.

     —Sí, pero solo desde que me encerraron en ti. Lo he visto todo. —Nanko miró a otro lado. —No te preocupes, yo no soy igual que ellos, yo puedo ayudarte.

     —Siento haber estado recurriendo constantemente a ti, o a tu poder, no sé —habló la chica.

     —Tranquila, no me debilito fácilmente. —Dejó escapar una carcajada. —¿Te acuerdas de cuando me encerraron en ti? —Rio al final. Dime, ¿te acuerdas?

La historia de cuando encerraron a Nayru en Nanko está escrita en los extras al final de la historia, pero Nanko, ovbiamente, no se acuerda de ese momento

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La historia de cuando encerraron a Nayru en Nanko está escrita en los extras al final de la historia, pero Nanko, ovbiamente, no se acuerda de ese momento.

La historia de cuando encerraron a Nayru en Nanko está escrita en los extras al final de la historia, pero Nanko, ovbiamente, no se acuerda de ese momento

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Mangekyou Sharingan | La hija de SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora