Capítulo 13: No sé quién soy.

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     —¡Arriba! —gritó Sasuke, esquivando un ataque de la niña—. ¡Más rápido! ¡He visto a caracoles más rápidos que tú! —Nanko frunció el ceño.

     —Y yo he visto piedras con más expresividad que tú —le dijo para, después, atacarle—. ¡Puños feroces! —Asestó el golpe en su barriga.

     —Lenta —afirmó él, clavando su katana en la tripa de la Uchiha—. Cúrate eso —ordenó, guardando su arma cuando el clon de la chica desapareció.

     —No tanto como tú —respondió, sujetando su nueva katana en el cuello de su padre—. Ni lo intentes. —Se refirió al Rinnegan, viendo que su padre quería utilizarlo. —He creado un campo de chakra alrededor de nosotros que impide el funcionamiento de tu Rinnegan. He estudiado 120 posibles ataques, y me he decantado por este —explicó—. Ríndete.

     —Susanoo —dijo su padre, activando su Mangekyou Sharingan para dar paso a su Susanoo.

     —Eso no es justo —susurró, frunciendo el ceño—. Está bien, ataque 102. —Comenzó a realizar unos sellos. —Nayru, préstame tu poder una vez más. —Un fuerte haz de luz blanquecina se desprendía de la mano de la niña mientras ella misma se elevaba hasta posicionarse frente al sol. —Nadie puede escapar de Nayru —sentenció mientras caía agotada desde arriba.

     Cuando pensó que el impacto llegaría, Sasuke la salvó. No había podido realizar siquiera su ataque, vaya ninja estaba hecha.

     —Estás agotada, no deberías usar ese jutsu —comentó Sasuke. Nanko se encogió de hombros—. ¿Crees poder caminar?

     —Claro que sí, no soy tan blanda. —En el momento en que Sasuke dejó a Nanko en el suelo, esta cayó. —Joder.

     Sasuke cargó a Nanko hasta el refugio, que se sentía una inútil por no poder caminar y obligar a su padre a llevarla. Jamás podría ser siquiera su sombra si era incapaz de andar por su cuenta.

     —No es necesario que hagas esto, Yû podría llevarme —dijo la niña, bostezando al final.

     —No es ningún problema para mí, al fin y al cabo soy tu padre. —La Uchiha maldijo para sí. Ambos era terriblemente malos expresándose. —¿Qué tal fue tu experiencia en la academia? —preguntó su padre, intentando dar tema de conversación para que su hija se sintiera más cómoda.

     —¿A qué vez te refieres? —cuestionó ella, pensando en cuando se graduó y en la vez que Naruto le obligó a asistir a modo de "inclusión social".

     —Cuando te graduaste —habló él con obviedad.

     —Bien, supongo, no recuerdo casi nada. —Se encogió de hombros.

     —Me dijeron que fuiste la mejor. —Sasuke sonrió de lado.

     —¿Y cuándo no lo he sido? —preguntó seriamente—. Sé que no soy buena en cosas que requieran a más personas, pero hago lo posible por no insultarles. Eso debería contar...

     —Es normal, por tu sangre corre la de los mejores Uchihas que han existido, como Itachi, mi hermano, y yo —afirmó Sasuke, adulándose.

     —Pues no sé, no creo que eso haya influido mucho —contestó la Uchiha, despreocupada. Él comenzó a toser, quizás sí existía alguien más egocéntrico que él.

     —¿Te llevas bien con Sarada? —preguntó él, dando lo mejor de sí por continuar la conversación. Nanko realizó un mohín.

     —Claro que no, ¿no lo viste en la cena? —preguntó la niña.

Mangekyou Sharingan | La hija de SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora