Capítulo 31: Padre e hija.

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     —Padre —dijo Nanko mientras se marchaban de la aldea—. No te quería decir esto, pero mira. —Se quitó el guante mostrando un rombo en la palma de su mano. —Esta es la mano dañada, donde recibí el impacto del jutsu contra Momoshiki.

     —Boruto también tiene una marca, la suya también es un rombo. Ves con cuidado, a la mínima anomalía, debes avisarme —explicó el Uchiha. Nanko asintió—. ¿Recuerdas lo que te dijo?

     —Sí: "Aquellos que derrotan a un Dios, no son individuos normales", nos lo dijo a Boruto y a mí —comentó la niña. Sasuke asintió—. En mi caso, he derrotado a dos.

     —No te equivoques, a Nayru no la has derrotado —habló Sasuke a modo de advertencia—. Aun así, te espera un futuro sublime —dijo Sasuke. Nanko sonrió de lado.

     —Eso lo sabía antes de la marca —habló Nanko. Sasuke dejó escapar un suspiro ante la actitud de su hija—. Por cierto, ¿te has despedido de Sarada y Sakura?

     —Sí, pero ¿te estás preocupando por ellas? —preguntó su padre. Nanko lo miró seriamente.

     —Al fin y al cabo, somos familia... —La Uchiha se encogió de hombros.

     —Cierto —masculló Sasuke. Nanko plantó su vista en el suelo y pensó en si su madre o hermana la echarían de menos. Escuchó la vehemente respuesta de su corazón: "Claro que no".

     —¿Qué debemos investigar? —preguntó Nanko, poniéndose de nuevo su guante.

     —Las ruinas de Kaguya —dijo el del Rinnegan. Ella se sorprendió.

     —¿Y me estás dejando ir? —Sasuke asintió—. ¿Estás seguro? No me gustaría que te arrepintieras.

     —Sé lo que hago, no te preocupes —susurró su padre. Nanko alzó una ceja.

     —Lo sé, era solo para confirmármelo a mí misma —comentó la niña, ajustándose su bandana ninja—. Por cierto, he oído que le has regalado tu bandana ninja a Boruto.

     —Tú tienes la de Naruto, es un trato justo, ¿no crees? —dijo Sasuke. Nanko asintió.

     —Solo quería confirmar rumores —aclaró la Uchiha.

     Caminaron un rato más en completo silencio. El estómago de la niña comenzó a rugir. Se estaba muriendo de hambre, pero no quería interrumpir la marcha por algo tan estúpido.

     —Paremos a comer, ¿sí? —dijo Sasuke, mirando el letrero de un local que tenía grabado en él "Restaurante Shû".

     —Está bien —murmuró ella, sutilmente sonrojada por no haber podido esconder correctamente que tenía hambre.

     Ambos entraron en el local. No era demasiado grande, pero había bastante gente en él. Se sentaron en una de las mesas más apartadas de la entrada y leyeron la carta.

     —Hola, bienvenidos al Restaurante Shû —saludó un chico, mirando a la pareja—. ¿Qué desean? Si se me permite la recomendación, nuestra ensalada de patatas es una muy buena elección.

     —Una sopa de tomate, por favor —pidió Nanko, pasando olímpicamente del camarero, que lo apuntó y miró a Sasuke.

     —Que sean dos —dijo Sasuke. El camarero miró al hombre y luego a su hija y viceversa.

     —Solo nos llega para una sopa... —comentó el camarero sin borrar la sonrisa de su cara. Nanko y Sasuke se miraron entre sí con rivalidad.

     —Para mí. Soy una ninja en crecimiento y que trabaja muy duro por la Aldea —habló la Uchiha. Su padre alzó una ceja.

     —Y yo soy un ninja que lleva años protegiendo Konoha —contraatacó el hombre. Nanko sonrió con superioridad.

     —Yo he tenido que aguantar a mi familia, tú no, merezco un premio por mis nervios de acero —remató la de ojos negros. Sasuke entrecerró los ojos.

     —¿Y qué? —preguntó Sasuke, mirando a los ojos de Nanko. De repente una voz femenina habló.

     —Shû, me acaban de pedir una sopa de tomate, ves a comprar más cuando puedas. —A ambos Uchiha les resbaló una gota de sudor frío por la sien.

     —Eso significa... —susurró Nanko, siendo cortada por su padre.

     —Que... —cortó a su hija, siendo a su vez cortado por el camarero.

     —Exacto, os habéis quedado sin sopa de tomate. Lo sentimos, ¿quieren alguna otra cosa?

     Al instante ambos Uchihas estaban fuera del restaurante.

     —Resulta que ya no tengo hambre —dijo Nanko, caminando pesadamente.

     —Yo tampoco. —Imitó a su hija.

Los únicos momentos divertidos o cómicos que Nanko recuerda son con su padre

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Los únicos momentos divertidos o cómicos que Nanko recuerda son con su padre.

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Mangekyou Sharingan | La hija de SasukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora