Un día de locos

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Diana no dejó de pensar en su cita con Alonso hasta que a quedó dormida. La arlarma de su celular sonó indicándole que era hora de levantarse.

Bostezo y se levantó. Con mucho entusiasmo entró a la ducha, se vistió y peino. Se colocó algo de maquillaje y por último sus tenis favoritos.

Fue a la cocina donde se encontró de nuevo con la mamá de Dylan cocinando algo a lo que le llamaba pan francés. Olía delicioso, a Diana se le hacía agua la boca y probó un poco.

-Está delicioso-dijo Diana.

-Qué bueno que te guste, es el favorito de mi esposo.

-Pues, tiene buen gusto-le guiñó el ojo.

-¿Saldrás con él hoy también?- alzó una ceja.

Diana se sonrojo.

-Pues...creo que si-se rascó la nuca.

-Bueno, no quiero que regreses tarde- le dio un beso en la frente y se fue con una charola de comida para desayunar en la cama.

Tocaron el timbre. Diana se encaminó a la puerta, antes de que pusiera abrirla se interpuso en su camino Dylan, aún en pijama abrió la puerta.

-Hola Alonso- dijo saludándolo.

-Hola-dijo él. 

-Con que van a salir de nuevo-levantó una ceja.

-Sí, así es-dijo Diana a sus espaldas -, hola-dijo quitando de su camino a Dylan y se puso a lado de Alonso.

-Quiero que regrese temprano-levantó ahora las dos cejas.

-No eres mi padre-dijo Diana dándole un golpe en la cabeza.

-Esta bien-aceptó Alonso. 

-¿Nos vamos?-preguntó Diana.

-Sí-contestó Alonso.

-Adiós- el dijo Diana a Dylan.

Él se despidió y se quedó en la puerta viendo como se iban.

Alonso muy amable le abrió la puerta del copiloto a Diana, cuando subió él se fue del otro lado y encendió el auto.

-¿Ya desayunaste?-preguntó Alonso.

-No, aún no-Diana se encogió de hombros.

-Qué bueno, yo tampoco-.

Fueron a desayunar al restaurante algo elegante, empezaron a conocerse más, para ella era imposible no mirarlo, sus ojos eran tan cautivadores que no dejaba de verlos. Las veces que dejaba de verlo él la miraba fijamente y cuando ella lo miraba se sonrojaba, platicaron sobre sus vidas antes de que les llegará la fama, sobre sus cantantes favoritos, sus canciones favoritas, sus manías y sus libros favoritos.

Llegaron a la parte en que Alonso le hablaba de su familia, escucharlo hablar sobre ellos era sorprendente parecía que con sus palabras podía hacer que Diana sintiera como si ellos estuvieran a su lado, habló maravillas de ellos. A ella le encantaba escucharlo hablar, su voz era igual de encantadora que en las canciones, era como escuchar a un ángel hablando.

Terminaron de desayunar y fueron a caminar un rato para bajar la comida.

-¿Diana?-ella lo miró-, ¿no nos conocíamos antes?-Diana negó lentamente con la cabeza-, bueno ahora tu sabes mucho sobre mí, pero yo no sé casi nada sobre ti-.

-Bueno y ¿qué quieres que te cuente sobre mi?-Alonso se encogió de hombros, Diana suspiró-, esta bien. A ver...me mudé con Dylan y sus padres hace como tres meses, desde entonces Dylan es sobreprotector conmigo. Sus padres me tratan como si fuera su hija excepto que no debo de pedirles permiso para salir, tampoco tengo horario de llegada como lo tendría si viviera con mis padres. También Dylan cree que él fue el que me incitó a cantar y tocar instrumentos, pero realmente lo hicieron mis padres, ellos creían que fuera una niña "extraordinaria", según ellos, por eso tome clases de canto, guitarra, Taekwondo, diferentes bailes, aprendí a cocinar, sé tres idiomas a parte del español y tomé clases de dibujo. 

-Recuerdo una vez en la que estábamos en una reunión familiar, creo que era Navidad, mi madre me pidió que cantará y tocará la guitarra. Esa fue mi primera presentación, en toda la vida, sentí más nervios que nada. Pensé que se me atorarían los dedos o me saldría mal una nota o tal vez desafinaría, pero fue la mejor presentación que he dado, sentí la música, fue como...-soltó un suspiro-, fue lo mejor de mi vida.

Antes de que Alonso pudiera decir algo escucharon a lo lejos la voz de una chica gritando sus nombres, los dos voltearon para ver de quien se trataba, de un segundo a otro ya les estaban tomando muchas fotos y algunos chicos los empezaron a perseguir. Diana reaccionó más rápido que Alonso y lo tomó de la mano para que la siguiera, poco a poco más personas los seguían, la adrenalina empezaba a causarles efecto y sus piernas se movían involuntariamente, no había lugares en lo que pudieran esconderse, su única opción era seguir corriendo.

Diana, ya un poco cansada, sacó su celular y marco el primer número que estaba.

Llamada:

-¿Hola?

-Dylan, estoy en problemas-.

-¿Qué? ¿Qué pasó? ¿dónde estas? ¿a quien mató?

-Calma, nos persiguen unos fans y llevamos ya mucho tiempo corriendo. Necesito que le hables a Alfredo y le expliques, dile que estamos en Andares, que venga lo más rápido posible-.

-Claro- Dylan colgó.

Alonso la miraba intentando descifrar a que se refería con "Andares".

-Tengo un plan, ven- cruzaron la calle lo más rápido posible, ya se había puesto en verde el semáforo lo cual impidió que la multitud pudiera seguirlos, corrieron hasta la entrada de la plaza, cuando Diana estuvo segura de que no los seguían se detuvo y le indicó a Alonso que la siguiera.

-Guau, eso estuvo muy intenso-dijo Alonso.

-Vaya que si- Diana sentía que el pecho le ardía y le costaba mucho poder respirar- debemos de ocultarnos hasta que vengan por nosotros- dijo.

-¿Qué te parece en la librería?- Alonso la señaló en el segundo piso.

-Sí, buena idea. No nos buscarán ahí- los dos fueron a las escaleras eléctricas.

Se dirigieron lo más rápido posible a la librería, hasta ese momento nadie los había reconocido y era un alivio para los dos. Una vez dentro Diana se sintió a salvo, volvió a respirar bien.

-Nunca me había pasado algo así- confesó Alonso.

-¿En serio?- el negó con la cabeza.

-Pensé que todo esto era por ti-Diana se encogió de hombros.

-Yo creo que es por ti-.

La música nos unió (Alonso Villalpando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora