La música nos unió (Alonso Villalpando)

Adiós

Una semana después

Todas las chicas de encontraban en una sala de juntas con Alfredo , Kariana y Andrea en donde les mostraban el contrato.

-Aquí están sus contratos- dijo Karina entregándole a cada una un montón de papeles-, como ustedes cuatro ya son mayores de edad pueden firmarlo, pero Diana necesitamos que tus padres o tutores firmen también-.

Al escuchar eso Diana soltó un suspiro muy largo.

-Tomen el tiempo que quieran para leerlo- comentó Alfredo para que las chicas estuvieran más tranquilas.

Diez minutos después ya todas habían  leído cada parte del contrato y firmado excepto Diana.

-¿Puedo llevármelo para que mis padres lo firmen?- preguntó Diana antes de que todas terminarán.

-Sí, claro. Pero debe de estar en mi escritorio antes de las ocho de la noche- dijo Andrea.

-Esta bien-.

Diana salió corriendo del lugar, era sábado lo que significaba que sus padres relativamente deberían de estar en casa, Diana tomó el primer taxi que vio y la dejó en la puerta de su casa. Diana temblaba, sus piernas estaban apunto de fallarle, las manos le sudaban, la vista se le nublo un poco. Entró a su casa y llamó a sus padres, por suerte los dos estaba en casa, los reunió en el comedor, Diana se sentó en la punta de la mesa su madre a la derecha y su padre a la izquierda.

-Mamá, papá, tengo algo que decirles- dijo mirándolos a los dos-, hace meses a me ocurrió la idea loca de formar una banda, nunca pensé que se haría realidad, pero todo paso tan rápido que...-tomó aire-, grabamos una canción y un vídeo musical. Sony Music nos contacto y quieren que seamos parte de su equipo. Aquí está el contrato- puso en la mesa el contrato.

Ninguno de los dos dijo nada, la madre de Diana se adelantó a su padre y tomó el contrato en manos, lo leyó hasta la última palabra.

-No puede ser- dijo dejándolo.

El padre de Diana lo tomó y le dio una pequeña leída, él no dijo nada al respecto y lo volvió a dejar en la mesa.

-No vamos a firmar eso-dijo su madre.

-Sabía que dirías eso, ustedes siempre han querido lo mejor para mí. Pero nunca me preguntaron que era lo que realmente me gusta hacer, todos los días que nos reuníamos para hacer esto posible sentía que por fin pertenecía a un lugar- dijo Diana mirando sólo a su madre.

-Firmamos, pero no quiero que vuelvas con nosotros- dijo su padre.

Diana no esperaba tanta rudeza por su parte, le rompió el corazón que dijera eso, aunque llevaba semanas pensando y planeando en su mente está situación.

-Esta bien-dijo Diana cuando estuvo segura de que no se le quebraría la voz ante su padre.

Él sacó un bolígrafo de su camisa y firmó en las hojas que se indicaban, al terminar le pasó el contrato a su esposa y ella hizo lo mismo.

-Bien, me tendrán fuera de su casa en menos de 24 horas- anunció Diana parándose, tomando en sus manos su contrato y subió a su habitación.