Mi Lindo Niñero | K;th

Capítulo 1;11

“Son solo preguntas”.

Capitulo 1;11

Observé con temor como pasaba su mano a un lado de mi cuerpo para tomar un vaso y así llenarlo con agua delicadamente.

Trague duro al sentir como se aproximaba.

—Si vas a violarme, ten en cuenta que es un delito y podrías ir a la cárcel, además, no sabes si tengo alguna enfermedad contagiosa. Serás nominado un peligro para la sociedad por pedófilo y tu cara estará en cada folleto que dija peligro —Dije rápidamente, como si de un trabalenguas se tratará.

Eso.

Eso fue completamente estúpido.

—No voy a abusar de ti —musito entre risas—, quiero consentimiento.

Santa cachucha.

Con rapidez me toma de la cintura alzandome para sentarme en el mesón tras nosotros. Mi piel sintiendo el frío mármol debajo provocando escalofríos.

Su mirada se encontró con la mía y no sabía como escapar de esas pupilas atrayentes.

—Eres un...

Puso ambas de sus manos a mis costados provocando e incitando mi odio. Sabe que jamás me quedó callada, que siempre debe haber algo que diga ante cualquier situación.

—¿Era un qué?

Te esta provocando, ¡Cierra tu puta boca!

—Idiota.

Sin darme tiempo para protestar abrió mis piernas y se introdujo en ellas para acorralarme más de lo que ya estaba.

Estoy nerviosa, tengo que admitirlo.

—Podrías...—mierda, ¿dónde quedó el aire?— parar...

—Me encanta tu voz entrecortada —comentó como si todo fuera un juego, aunque creo que para él lo es—. Me detendré de acercarme solo si respondes a mis preguntas.

Rodé los ojos.

Ya para pendeja que saldrán rodando como ruedas de un auto.

—Está bien.

—Por cada respuesta que sea una mentira te volveré a castigar.

Lo mire sin creerlo. —¿¡Estás loco!?

¿Otro castigó?

¿Por mentir?

Diablos, pasaré con las nalgas rojas.

Se encogió de hombros con una sonrisa traviesa y comenzó a acercarse lentamente, cada vez nos encontrábamos más pegados el uno del otro y sabía que eso no era bueno. Era tentarme, torturar con este tipo de excitante tentación. No podía seguir acercándose sino notaría lo mal que me pone.

Si es que no lo notó ya.

—Preguntame.

Detuvo su movimiento y se hizo oara atrás suavemente.

Parecía dudar de sus preguntas porque estuvo un momento en silencio, pero finalmente las hizo:

—¿Tienes novio?

Le miró con el ceño fruncido.

¿Y esté para qué quiere saber?

—¿Qué es eso? —insinuó divertida tratando de aliviar el ambiente— ¿Se come?

—A veces sí —Sonríe pícaro—.

Oh. Cielo. Santo.

—¡Oye!

Golpeé su hombro al momento que comenzó a reír y comprendí que esto solo era para “conocernos”, o al menos eso creo.

—Vale, vale —dice una vez terminó de reír—. ¿Compromiso o...

Puse los ojos en blanco.

¿Qué no es obvio?

—No me gustan los compromisos, por eso no tengo novio.

—Me parece genial, así no tengo aue poner barras en tu ventana —sonríe mostrando su perfecta dentadura—.

Que completo idiota.

—¿Eso es todo? —pregunté— Yo también tengo mis preguntas.

Sus pupilas se dilataron al observarme y me tensé al instante.

Sentí como cada parte de mí se erizo cuando puso una de sus manos sobre la mía para acariciarla y observarla, tal vez intentado disminuir el pesado ambiente sobre nosotros, pero a mí oarecer hacía todo lo contrario y por eso quité mi mano. Él se mostró divertido ante esa reacción.

—Preguntame.

Repitió lo mismo que yo y sentí mis piernas flaquear a pesar de estar colgando.

—¿Qué crees que haces con todo esto?

—Se más específica.

Respiré hondo antes de soltar la pregunta nuevamente apuntando todo a nuestro alrededor, todo lo que está haciendo conmigo.

Sus oakabras me dolieron de una pequeña manera pero que igualmente no te quita el derecho de decir que salí completamente herida: —Solo te molesto, no te lo tomes enserio.

Ya no sabía que hacer o decir.

Ni siquiera entiendo porque me dolió de esa forma.

¿Hay posibilidades de poder sentir algo por él?

Díganme ahora para pegarme un tiro.

—¿Eso es todo?

Asentí lentamente. Me había quedado sin ánimo.

Él pareció notarlo pero le resto importancia: —Recuerda que si mientes te castigare.

Busqué alguna pizca de diversión en su mirada pero no encontré nada más que unas pupilas dilatadas.

Estaba hablando enserio.

Suspirando volví a asentir pesadamente.

—¿Eres virgen?

Pasados unos segundos de haber preguntando procese bien la pregunta y lo observe sin creerlo.

¿Enserio esa es una de sus preguntas? Debe estar bromeando.

Mira lo serio que está, idiota, no parece estar bromeando.

¿Entonces le digo que no soy virgen?

Sería muy vergonzoso el decirle la verdad, asi qué sí, no creó que se cuenta.

—No, no soy virgen.

Una sonrisa torcida aparece en sus labios mientras su ceja se eleva.

¿Crees que se dio cuenta?

—Estás mintiendo.

Mierda, ¡Corre!

No se enojen. Wattpad está malito:( mañana publicaré lo que más pueda de capítulos. Les quierooo. Bai uwu