Mayo, 15. 1991.*Narra Dulce*
Acabo de despertar gracias a que mi madre movió las cortinas de la ventana dejando entrar un destello de luz del Sol que me golpeó en la cara.
Ella me despojo de las sábanas haciendo que sienta un poco de frío. Ya que estaba muy a gusto debajo de estas.
Blanca: Vamos! A levantarse pequeña dormilona!- dijo mientras aplaudía animandome a hacerle caso.
Me levanté de la cama y me dirigí a el baño donde me alisté para bajar a la cocina.
Me puse mis pantuflas rosadas y baje las escaleras.
Observe a mi padre sosteniendo el periódico con una mano cuando con la otra sostenía la taza de café mientras le daba un sorbo.
Fernando: Ahí está la princesa de la casa!- exclamó mi padre mientras me sentaba en la mesa y comenzaba a atacar al tazón de cereales que tenía en frente.- Como has amanecido hoy, cariño?
Dulce: Con mucho sueño pá. Por qué me tengo que levantar temprano? Si hoy no hay escuela es sábado!- pregunte sin entender el propósito de mi desayuno a las ocho de la mañana.
Blanca: Porque, recuerda que hoy tenemos visitas, preciosa. Y tú tienes que ordenar tu cuarto y ayudarme con las compras.- interrumpe mi madre mientras se sentaba junto a nosotros en la mesa.
Se me había olvidado que ayer por la tarde habían llegado los nuevos vecinos. Se mudaron a la casa que está en frente de la nuestra, cruzando la calle.
Mi madre los había invitado a cenar para conocerlos, como lo había echo con todos los demás vecinos.
En el vecindario no había niños, solo había 2 familias que tenían hijos y ellos ya eran adolescentes. Y los adolescentes son muy aburridos a la hora de jugar.
Mamá me comentó que los nuevos vecinos tenían un hijo y que podría jugar con él. Eso es lo que me trae entusiasmada.
Llegó la tarde y comenzaba a anochecer. Me estaba alistando para la cena.
Había ordenado mi cuarto y ayudado a mi madre con las compras y un poco cocinando el postre. Me puse un vestido color azul cielo. Tiene un lazo color blanco en la cintura. Mi pelo aún está húmedo, y lacio.
Termino de ponerme unas sandalias blancas y oigo que alguien llama a la puerta.
Blanca: Los vecinos! Dul puedes abrirles la puerta por favor?!
Bajo corriendo las escaleras. Llegó a la puerta, tengo que pararme un poco de puntillas para llegar al pomo de la puerta puesto que aún soy demasiado bajita.
Abro la puerta y me encuentro con un gigante y a su lado una mujer rubia, y cuando vuelvo a bajar la vista a mi estatura normal me encuentro con un niño de mi altura un poquitito más alto que yo algo rubio que me mira detrás de las piernas de su mamá.
Xx: Hola preciosura! Tú debes ser Dulce.- la mujer me dirige una cálida sonrisa y se pone en cuclillas para estar a mi altura.- Yo soy Alexandra pero puedes llamarme Alex. El es mi marido Victor...- señaló al gigante-Y él...- mira por encima de su hombro al niño que sigue detrás de ella- él es Christopher tiene 6 años al igual que tú.- le da un par de golpecitos en la espalda y él se me acerca tímido, me extiende una mano y dice...
Chris: Hola, Dulce. Mucho gusto.- puedo ver que está nervioso. Miro su mano, se la tomo y me acerco más a él y deposito un beso en su mejilla. Él sonríe nervioso y puedo notar cómo se ruboriza.
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Un Amor Para Siempre ©
FanfictionAlguna vez te has enamorado de esa persona que siempre estuvo para tí? De esa persona que te acompaño tanto en los momentos buenos como en los malos? Alguna vez te has enamorado de esa persona a la cual llamas mejor amigo? Esta es la historia de Chr...