Un Amor Para Siempre ©

Qué tienes?

Octubre, 13. 2007.

*Narra Dulce*

Ya había pasado una semana. Para mi sorpresa Chris se supo controlar en todos los sentidos. Claro hubo momentos en los que la tentación pudo más. Pero nunca llegamos tan lejos.

De hecho, esa semana me hizo recordar los tres días que pasamos juntos amándonos antes de que me fuera a la universidad. Y fue agradable recordarlo la verdad. Estar con él simplemente es la octava maravilla del mundo.

Hoy me tocaba ir al hospital para ver cómo mejoraron mis fracturas. No puedo esperar porque me saquen el maldito yeso del brazo. Pero ya eh estado con un yeso en el pie y sé que esos temas suelen tomarse su tiempo.

Chris: En qué piensas amor?

Me preguntó sacándome de mis pensamientos. Se colocó detrás de mí, me rodeo la cintura con sus brazos haciendo que me pegue a su cuerpo, provocando que pueda sentir su calor.

Dulce: Nada. Solo recordando.

Chris: Algún recuerdo interesante?- depositó un suave beso en mi oreja el cual me hizo cosquillas.

Dulce: De hecho si, recuerdas cuando me torcí el tobillo y me lastimé?

Chris: Cómo olvidarlo? Recuerdo que ese día te la pasaste encima de mi espalda porque no podías caminar.- dijo divertido.

Dulce: Oyeme!- exclamé mientras le golpeaba suavemente en la mano.- Mira que eras tú el que lo quería así. Ni siquiera dejabas que me sentara. Creo que quedaste con dolor de espalda por una semana después de ese día.

Chris: Por ti hacia lo que sea. Me tenías loquito. Me tienes loquito.

Me dió la vuelta, quedándonos así frente a frente. Acarició mi mejilla suavemente y se acercó lentamente.

Chris: Te amo.- susurro sobre mis labios antes de unirlos en un tierno, delicado y cálido beso.

El beso tomaba intensidad y las manos de Chris comenzaban a vagar por mi cuerpo. Aunque no tardamos en tener compañía. Y la interrupción llegó a nuestros pies. Nos separamos riendo. Ambos bajamos la vista y encontramos a Triana mordiendo las agujetas de los zapatos de Chris.

Dulce: Creo que luego debo regalarte tres pares de zapatos para compensar los que rompió Triana.- dije divertida mientras tomaba a la cachorrita en brazos.

Chris: No hay problema. No son tan graves los daños. Aunque a ti también te rompió una blusa.

Dulce: Tienes razón, creo que debo ir a comprar una nueva. Me acompañaras?

Chris: Claro que sí. Si tú me acompañas a mí.

Dulce: Dalo por hecho.

Chris: Ok. Qué tal si nos vamos ya?

Dulce: De acuerdo. Vamos.

Llegamos al hospital. Permanecimos sentados en la sala de espera unos veinte minutos. Luego el doctor salió de su oficina tras un paciente y se fijó en su lista.

Doctor: Dulce María Espinoza?.

Dulce: Aquí.

Me levanté de un salto y tome la mano de Chris quien leía atentamente una revista OPEN. Entramos al consultorio. Nos sentamos en las sillas en frente del escritorio del doctor.

Doctor: Bueno Dulce. Has estado haciendo reposo?

Dulce: Si estuve haciendo reposo? Doctor, este hombre por poco no me deja ni servirme un vaso de agua yo sola.