Epílogo

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*Narra Dulce*

Entramos en la cabaña y ya el cielo era azul iluminado por diminutas estrellas. La Luna brillaba en todo su esplendor. El frío se hizo presente cuando una correctas de viento nos golpeó con fuerza pues había una ventana abierta.

Christopher corrió a cerrarla, mientras yo encendía las luces.

Chris: Quedó un poco de leña de cuando vinieron mis padres...

Se acercó a la chimenea y comenzó a acomodar la leña y la encendió. Fui en busca de unas mantas, era una noche muy fría. Al volver a la sala Christopher estaba sentado sobre la alfombra acomodando unos cojines.

Dulce: Voy a buscar unas copas.

Caminé hasta la cocina tomando dos copas para vino. Preparamos todo para comenzar a cenar, habíamos comprado sushi y yo estaba muy nerviosa. Christopher estaba a mi lado bebiendo un sorbo de vino mientras mirábamos el fuego chispear. Una manta estaba cubriendo nuestros cuerpos para conservar el calor.

Dulce: Chris...- dije acercándome aún más a él.

Chris: Qué pasa?

Dulce: Yo... Tengo algo para ti.- me levanté y caminé hasta el sofá donde había dejado mi bolsa, busqué dentro de ella hasta encontrar la prueba de embarazo. Con una sonrisa me di la vuelta escondiendo la prueba a mi espalda.- Recuerdas la otra noche?- él asintió.- Pues... Hay algo más que pasó ese día...

Chris: Qué cosa?

Me acerqué hasta él y me senté a horcajadas sobre su regazo.

Dulce: Ese día, algo dentro de mí cambió.

Chris: Dul, no te entiendo. Qué tienes ahí detrás?- dijo intentando arrebatarme la prueba de las manos, yo lo dejé hacerlo sin rechistar.- Qué... Dos líneas.- dijo al ver la prueba de embarazo, yo asentí sonriendo.- Dul, estás embarazada?

Asentí riendo y él me abrazó mientras me robaba el aire en medio de un beso. Sus manos lentamente se posaron sobre el frente de mi camisa comenzando a desabotonarla. Sus besos bajaron por mi cuello y sus manos deshaciendo mi camisa hicieron que mi respiración sea irregular.

Mis manos acariciaban sus mejillas hasta que tuve que abandonarlas para quitarme la camisa, nuestra ropa pasó a un segundo plano quedando esparcida por el suelo, nuestros cuerpos frente al fuego se acariciaban, el calor que emanaba del fuego nos hacía sudar y nuestros cuerpos eran resbaladizos.

Mi corazón desbocado me anticipaba el placer, la excitación me hizo no poder aguantar más y, luego de tres tortuosos segundos, Chris entró en mi lentamente haciendo que un suspiro escape de mis labios.

Chris: Me haces el hombre más feliz del mundo... Cada día que pasa...

Dulce: Shh... Ya no digas nada.

Sus labios atacaron mis senos y sus movimientos lentos me estaban volviendo loca. Invertí la situación y tomé el control de los movimientos. Me movía rápidamente deseosa por sentirlo correrse dentro de mí. Sus manos acariciaban mi espalda y sus besos hacían temblar mis labios de placer.

Como una explosión el placer nos hizo caer exhaustos y nos acurrucamos bajo la manta. Mis ojos se cerraron lentamente hasta que caí en un sueño profundo...

Junio 14, 2019.

*Narra Dulce*

Poco a poco abrí mis ojos. El cansancio se había apoderado de mi cuerpo sin piedad. Me di la vuelta encontrándome a Christopher dormido en una silla, su mano sostenía la mía y yo la acaricié haciendo que él se despierte.

Chris: Mi amor...- dijo con su voz ronca.- Cómo te sientes?

Dulce: Exhausta. Dónde...

Me ví interrumpida por el sonido de la puerta abrirse, una enfermera de mediana edad se acercó a la cama empujando una cuna.

Enfermera: Cómo se siente la nueva mamá?

Sonreí al ver a mi pequeña mover sus manitos estirándose.

Enfermera: Recién acaba de despertar y ya es hora de que sea alimentada.

Ella la tomó en brazos y la acercó dejándola en mis brazos. Es tan chiquita, tan linda...

Enfermera: Ya sabe cómo hacerlo?- asentí.- Entonces me voy. Felicidades.

Chris: Gracias.

Me descubrí un poco el pecho para darle de comer a mi pequeña hija. Al verla tomar mi dedo con su pequeña manito mi pecho se hinchó de felicidad. Un sonido me hizo volver a la realidad, volteo a ver a Chris y veo que me ha tomado una foto con su celular.

Chris: Ey, no me mires así. No pude resistirme a tanta belleza...- sonreí y él se acercó a mí para besar mis labios y contemplar junto a mi a nuestra hija.

Enfermera: Disculpen.- dijo abriendo la puerta.- Pero hay personas que quieren verlos...- se hizo a un lado y mis hijos entraron en la habitación junto con Pedro y Eli quién tenía a su pequeño Aarón en brazos.

Dulce: Hola...- mis hijos se acercaron tímidos para ver a su hermanita.

Chris: Ella es su nueva hermana.

Sabina: Está muy bonita...

Tomás: Sí, es muy linda.- dijo sonriendo y acariciando la mano de la bebé.

Sabina: Es muy chiquita, igual que Aarón. Tú crees que sean novios cuando crezcan, papi?- dijo mientras su padre la cargaba en brazos para que pueda ver mejor a su hermana.

Chris: No lo sé... Tal vez y suceda algo entre ellos...

Eli: Esa historia me suena...- dijo sonriendo.

Yo sonreí y tomé la mano de Chris.

Dulce: Puede que se conviertan en mejores amigos...

Chris: Y puede que luego se enamoren, como nos pasó a nosotros...

Dulce: Eso será decisión de Emma y Aarón.

Él se acercó sonriendo a nuestra pequeña.

Chris: Qué dices Emma? Aarón será tu Amor Para Siempre?

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Espero que les haya gustado esta historia!💕

Muchas gracias por todo su apoyo, por acompañarme, de veras muchas gracias!

Las quiero!💖
Besos!✌😘

Un Amor Para Siempre ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora