Angustia

567 44 1
                                    

Enero, 3. 2008.

*Narra Chris*

Comenzaba a estresarme con todo el asunto de la mudanza, habíamos conseguido comprar una casa, no era lo que yo pensaba pero nos alcanza y nos sobra. Dulce últimamente está muy nerviosa, cuando estamos en el depa siempre vigila las ventanas y la puerta, camina con miedo y se asusta con cualquier cosa. Desde que intentaron entrar en casa está así y, aunque entiendo su miedo, no debe de preocuparse tanto con eso. No han vuelto a intentar entrar en el departamento pero ella aún está muy nerviosa.

En cuanto a Tomás... Ese pequeño nos trae embobados a ambos, cada vez está más grande y no entiendo porqué crece tan rápido. Ahora comienza a entender un poco mejor cuando balbucea e intenta hablar y decir pero, por el momento, aún no ha dicho sus primeras palabras.

Me encuentro en el trabajo y, como siempre, Alana me tira la onda tratando de seducirme. Alana es la secretaria de mi jefe, una rubia muy lista que siempre se las ingenia para joderme la vida, en otra palabras, molestarme y estando encima de mi para todo. El gran jefe, al cual había visto muy pocas veces, me había citado para hacerme una propuesta. No puedo ocultar mis nervios al acercarme a la puerta de su oficina. Cuál es la propuesta que querrá hacerme?

Chris: Quería verme señor?- pregunto mientras abro la puerta de la oficina.

Jefe: Christopher, muchacho ven siéntate.- me invita a sentarme frente a su escritorio y yo obedecí.- Cómo te trata la vida Christopher? Casi nunca te pasas por aquí.

Chris: Bueno me va muy bien, mi hijo cada vez está más grande y mi familia y yo nos estamos por mudar.- comento cuidadoso. Estaba nervioso por su propuesta.

Jefe: En hora buena. Estoy muy contento contigo Christopher.- dice mientras se levantaba de su asiento para caminar hasta una mesa que estaba a un costado de la gran oficina.- Quieres beber algo? Un café, té, licor, whisky?

Chris: No señor, gracias.

Jefe: Christopher por favor! Déjate de formalidades! Dime Patrick.

Chris: De acuerdo, se... Patrick.

Patrick: Estoy impresionado con tu trabajo Christopher. Muchas veces he intentado ser más justo contigo pero en éste lugar hay muchos talentos, demasiados diría. Y no es porque sea el jefe, no, nada de eso. Simplemente me gusta encontrar el valor de la gente y la pasión que tienen al hacer su trabajo, y tú Christopher, haces tu trabajo lleno de pasión.

Se vuelve a sentar en su asiento volviendo a parecer un hombre de la mafia italiana. No lo he mencionado antes, pero mi jefe es un hombre con aires de misterio, su cabello negro con lineas blancas que marcan su edad, la incipiente barba en su mentón que decoraba su escuálido rostro. Su altura deja mucho que desear, es un hombre que, en sus años jóvenes, se notaba que hacía una rutina de gimnasio muy exigente, pero con el pasar de los años se ha vuelto un hombre delgado y con sus secuelas musculares muy poco definidas.

Patrick: Se nota que te encanta lo que haces...- prosiguió.

Chris: Pues, muchas gracias Patrick. Me alegro de que mi esfuerzo lo traiga contento.

Patrick: Y mucho más que eso Christopher.- dijo con entusiasmo inclinándose sobre el escritorio de roble hacia mi. Ya he dicho que mi jefe es una persona muy vigorosa y entusiasta.- Con el paso de los años, te has convertido en un gran director. Y quiero que el mundo entero sepa tu nombre.

El sentimiento que me invadía en este preciso momento era emoción, nervios, alegría y, no me pregunten porqué, miedo. Una mezcla extraña de sensaciones apoderándose de mí haciendo que preste atención a cada una de las palabras que Patrick decía.

Un Amor Para Siempre ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora