Un Amor Para Siempre ©

Fin

Octubre 7, 2018.

*Narra Dulce*

Eli y yo estábamos haciendo las maletas para nuestra visita a la casa de mi madre en Puebla.

Eli: O sea, aún no entiendo cómo es que te ha pedido que te vayas después de todo eso...

Dulce: Ni yo... Ya te lo dije, tal vez y se cansó de mí...

Eli: Pero estás segura de que dijo vete? No lo habrás imaginado tú?- dijo mientras doblaba una de mis camisas.

Dulce: Genial. Ahora tómame por loca.

Eli: No! No quiero decir eso, sólo... Sólo que, tal vez, él dijo quédate y tú lo entendiste mal...

Dulce: No... Ay, ya no sé nada.

Eli: Yo creo que deberías hablar con Christopher y preguntarle por qué pasó eso.

Dulce: Es que ya traté y ni las llamadas me responde...

Eli: Eso si está bien raro.- resopló.

Dulce: Sólo, dejemos esto y vayamos a comer algo...

Eli: Sí! Tengo mucha hambre!- dijo colocando sus manos en su vientre el cual se encuentra algo abultado.

Dulce: Pues vamos...- dije riendo.

Llegamos a la cocina y comenzamos a preparar una comida sencilla y rápida. Pero, al ver que Eli la agregó aceitunas a su sándwich un horrible sabor invadió mi boca y tuve que correr al baño y aferrarme al retrete para expulsar el contenido de mi estomago, el cual sólo era mi desayuno.

Eli: Dul... Qué pasa? Estás bien?- preguntó llegando detrás de mí y tomando mi cabello en una coleta.

Cuando por fin dejé de vomitar me incorporé y cepillé mis dientes.

Eli: Qué te sucedió?

Dulce: No lo sé.

Miré mi reflejo en el espejo tratando de encontrar un motivo para mis nauseas... Mierda! Salí del baño dejando a Eli completamente atónita y sin saber qué estaba pasando. Tomé mi celular y abrí la aplicación Clue y lo que vi me hizo soltar un jadeo.

Eli: Dul?- me llamó a mis espaldas.

Dulce: Tres semanas.

Eli: Qué?

Dulce: Tres semanas de atraso...

*Narra Chris*

No podía creerlo. Todo lo que había planeado se fue a la mierda. Me sentía una mierda. Un miserable. Un insensible. Simplemente no podía. Iba en contra de mí.

Oigo el sonido de la puerta, unas llaves dar la vuelta para luego abrirla, pero no llamaron mi atención. Volví a darle otro trago al vaso de whisky que tenía en mi mano antes de que sus gritos comenzaran a inundar todo el departamento.

Xx: De verdad, qué poca! Por qué no contestabas las llamadas?!- me encogí de hombros mientras llevaba el vaso de whisky a mis labios.- Dame eso, hombre! Apestas a alcohol!- exclamó arrebatando el vaso que tenía en la mano.

Chris: Y qué? Soy una mierda...

Xx: No eres una mierda, Chris. Ándale, levántate que tienes que hacer un viaje.- me ayudó a levantarme.

Chris: Viaje?

Xx: Te vas a Puebla. Ándale, camina. Yo haré tus maletas mientras tú te das un baño y te quitas la peste esa.- dijo dándome palmadas en la espalda.