Octubre, 4. 2007.
*Narra Dulce*
Llevo díez días en este hospital. Mi madre me viene a visitar al igual que Chris absolutamente todos los días. No me dejan sola. Por el día mi madre me cuida como cuando era niña y estaba enferma. Y por la noche Christopher siempre me acompañaba.
Desde que me enteré de que había perdido a mi bebé siento un dolor en el pecho, y Chris a notado ese dolor. Siempre que me ve que no presto atención a lo que me esta diciendo o que tengo la mirada perdida, me da un abrazo en señal de apoyo.
Ahora mismo estamos charlando mientras yo ceno. El reloj de la pared marca las 10:25 PM. En la televisión estaban pasando una película pero no le estamos prestando atención en absoluto.
Chris me cuenta anécdotas que vivió en Puebla con nuestros amigos cuando yo me fui al D.F. Nos reímos de las anécdotas hasta quedar sin aire en los pulmones.
Chris: Y luego Daniel tropezó y cayó encima de ella...- dijo entre risas.
Yo solté una carcajada. Él se queda mirándome fijamente. Dejé de reír y lo mire tratando de recuperar el aliento.
Dulce: Qué pasa?- le pregunté ya con la respiración más calmada. Él nego con la cabeza.
Chris: Nada, es solo que me encanta verte reír. Te ves muy linda con tu sonrisa.
Siento como la sangre sube hasta mis mejillas, haciéndolas enrojecer. Él se ríe.
Chris: Eres muy fácil de sonrojar.
Dulce: No es verdad.
Chris: Claro que si.- se acercó un poco a mi.
Dulce: Que no.
Chris: Que si.- se acercó más.
Dulce: N..no- cada vez está más cerca de mí.
Chris: Si.
Se acerca más, logrando que nuestros labios se encuentren en un beso tierno pero a la vez apasionado. Nos separamos por falta de aire. Los dos con la respiración agitada.
Dulce: Chris...
Chris: No sabes cómo te extraño.
Vuelve a besarme. El beso se torna más y más y más apasionado por segundo. Sus manos acarician mi brazo y mi vientre. Ese simple contacto con mi vientre. El que pusiera su mano justo ahí y que me acaricie con ternura el vientre, me hizo recordar el dolor en el pecho.
Sin darme cuenta una lágrima se deslizó por mi mejilla y, para Christopher no paso desapercibida. Se separó lentamente y con su pulgar la secó.
Chris: Mi amor... Ya no llores. Por favor.
Dulce: Ni siquiera pude disfrutarlo. No pude conocerlo. No pude sentir felicidad por saber que había una cosita chiquita creciendo en mi vientre. No pude hacer nada de eso. Y me duele.- y las lágrimas salieron solas sin esfuerzo alguno.
Chris: A mi también me duele, amor. Y no sabes cuánto.- logro notar como pequeñas lágrimas caen de sus ojos. Me sonrie.- Te cuento algo?- asiento con la cabeza mientras me limpio las lágrimas.- Cuando... el doctor me dijo que perdiste a nuestro bebé... el corazón se me detuvo. Me sentía destrozado.- las lágrimas descendían sin parar de nuestros ojos.
Chris: Después de eso... cuando te vi, en esta cama, conectada a una máquina y llena de cables... sentí como mi mundo se derrumbó. Tenía miedo de perderte. Luego... cuando te miraba mientras estabas inconsciente... tuve mucho tiempo para pensar. Y... sabes lo que pensé?- yo negué con la cabeza mientras lo miraba atentamente.- Pensé... Pensé en como hubiera sido nuestra vida con ese bebito. Pensé en... cómo se llamaría. Si sería niño o niña. Y me imaginé una vida contigo. Me imaginé cómo sería amanecer contigo a mi lado cada mañana. Cómo sería que nos despierten unos piecitos correteando por el cuarto. Cómo te verías con el vientre abultado. Con un bebito en brazos. Chiquitito. Cómo te verías amamantandolo. Me imaginé despertarte en la mañana del día de las madres con besos y prepararte un desayuno junto con nuestro hijo. Me imaginé mil y una veces en como sería saltar a la cama junto con el pequeño y despertarte gritando ¡FELÍZ DÍA MAMÁ!- dijo mientras levantaba los brazos.
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Un Amor Para Siempre ©
أدب الهواةAlguna vez te has enamorado de esa persona que siempre estuvo para tí? De esa persona que te acompaño tanto en los momentos buenos como en los malos? Alguna vez te has enamorado de esa persona a la cual llamas mejor amigo? Esta es la historia de Chr...