Un Nombre Para El Bebé

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Diciembre 25, 2011.

*Narra Chris*

Al llegar a casa, cargué a Tomás en mis brazos y lo llevé a su habitación para que siguiera durmiendo. Luego bajé algunas cosas que habían quedado dentro del auto. Triana estaba hecha un ovillo en su camita y Dulce se encontraba desarmando la canasta en a cocina.

Era la hora de comenzar con el plan: Descubrir Qué Le Sucede a Dul.

Me acerqué a ella por la espalda y la abracé. Ella soltó un suspiro de cansancio y alejó mis manos de su cuerpo. Extrañado, le di la vuelta para verla a los ojos, cosa que no pude lograr, ya que ella tenía la cabeza gacha con los ojos clavados en el suelo.

Chris: Dulce... No soy tonto. Sé que algo te pasa. Dime qué es, por favor.- le rogué. Ya estaba harto de esto.

Dulce: No me pasa nada.

Me esquivó y salió de la cocina. Qué?! Me encontraba atónito con todo esto. Por qué de la nada se ponía de este modo? Caminé detrás de ella hasta que llegamos a nuestro cuarto donde comenzó a remover toda su ropa en el armario.

Chris: Dul...

Dulce: Dónde está?- murmuró para ella misma sin hacerme caso.

Chris: Dul.- me acerqué a ella.

Dulce: Por qué no está?- dijo esta vez, levantando más la voz como si así lograra evitar escuchar mi voz.

Chris: Dulce.

Dulce: Por qué?!- comenzó a llorar tomando su cabeza entre sus manos.

La tomé por los hombros y la abracé. No sé qué le estaba ocurriendo pero ella no se sentía bien. La presioné contra mi pecho intentando calmarla. Entonces, comencé a sentir suaves golpes en mi torso. Era ella.

Chris: Dulce, para.- intenté detenerla pero era imposible.

Dulce: Suéltame! No me toques!- lloraba, me golpeaba, y me insultaba.

No estaba entendiendo nada. Todo estaba bien y ahora ella estaba lloraba mientras me golpeaba el pecho débilmente. La tomé de las muñecas pero era imposible, aunque ya no tenga fuerzas para seguir golpeándome Dulce quería continuar con su ataque. Hasta que se cansó y calló al suelo de rodillas. Me incliné y la tomé en brazos, me senté con ella en el borde de la cama y la abrazaba mientras ella seguía llorando.

Chris: Dul...

Dulce: Déjame...-murmuraba.- No quiero que me toques... Vete...

Chris: Dulce, explícame qué es lo que pasa? No estoy entendiendo absolutamente nada.- dijo ya algo alterado.

Dulce: No entiendes nada?- dijo levantándose de mi regazo y mirándome de una manera que nunca creí que podría mirarme.

Chris: No, no entiendo nada. Explícame.- me incorporé quedando frente de ella.

Dulce: Si no entiendes, por qué no vas y le preguntas a la golfa esa con la que hablabas en el establo. De seguro ella estará encantada de explicarte con lujo de detalles...- dijo escupiendo las palabras.

Chris: De qué...?- pregunté hasta que me di cuenta de lo que hablaba.- Ah, me viste hablando con una de las encargadas de cuidar a los caballos...

Dulce: Ja! Y lo dices así? Tan tranquilo?- dijo histérica.

Chris: Dul, estábamos hablando sobre los caballos porque Tomás no dejaba de preguntarle por ellos.

Un Amor Para Siempre ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora