Umbral de los Recuerdos

¡Inicia! Pokémon World Tournament

Ver tanto personaje con título de un inalcanzable nivel y enorme prestigio, hizo que la adrenalina corriera por mis venas, esto es lo más alto a lo que cualquiera puede aspirar; extra oficialmente, este torneo decidirá al mejor entrenador del mundo. Debo admitir que sentía un poco de celos por Ketchum, conoció a los mejores, tenía una gran cantidad de amigos fieles, y tenía una novia hermosa como un ángel caído del cielo. Acallé mi exceso anormal de halagos a la chica, y emprendí camino al salón donde servían el almuerzo. Pude ver por última vez al grupo que debo vigilar durante el torneo, algunos se notaban emocionados, otros serios, seguro por estar en un grupo plagado de eminencias, y otros se mostraban decepcionados, inclusive un par hasta deprimidos. Era el caso de un joven de lentes, que estaba siendo consolado por la castaña que vi en Kalos, y el peliverde, que recibía un trato similar de la morena, que ahora se, es campeona de Unova. Dejé de lado todo eso, sabiendo que no obtendría información que me importara, y entré en el buffet, donde me di una gustosa atragantada de comida.

Tras el almuerzo y una dura sesión de entrenamiento, donde Greninja e Infernape incluso llegaron a debilitarse con un ataque cruzado, me fui al estadio. Al entrar a la zona del público, pude ver un mar de sillas, todas acomodadas de manera perfecta para permitir el cómodo tránsito. Como soy un participante, se me reservó un asiento en el área norte del complejo, justo debajo de la cabina VIP, donde para mi poca sorpresa, se encontraban Serena e Yvonne, acompañadas de varios del grupo de siempre. Ahora junto a Serena estaba el tal Calem, solo verlo hizo mi sangre hervir. Aunque, a decir verdad, no estaba seguro si era por nuestro anterior encuentro, o por algo más.

Ignoré cualquier cosa que me llevara a sentimientos inadecuados y me senté en mi campo. Los minutos pasaron y el estadio se llenó hasta que no cupo ni un alma. La ansiedad se apoderó del ambiente, estaba claro que el público deseaba ver el espectáculo; yo solo quería conocer mejor a mis rivales. La voz femenina del megáfono volvió a sonar, dando inicio a lo que sería el evento, al Evento de Unova.

–Buenas noches a todos los presentes y a aquellos que nos ven a través de la televisión, el torneo dará inicio en unos minutos. Pero antes, denle un aplauso a dos de las mejores Performers del mundo, Aria Elle y Shauna Sana.

Inmediatamente después de lo dicho, salieron, a la tarima que se encontraba en medio del campo, dos chicas, una hermosa pelirroja y una morena de ojos verdes que reconocí del grupo de Serena. Aunque también me sonaba de otro lado... Ambas chicas se pararon una al lado de la otra, a una distancia media, las dos sacaron a un par de sus Pokémon. La pelirroja tenía un Delphox y un Aromatisse, la morena un Venasaur y un Florges, la verdad ver tanta hada me incomodaba, resultaba demasiado femenino para mi gusto. Y eso definió los siguientes minutos, ambas daban piruetas y sus Pokémon, usando, o, mejor dicho, desperdiciando sus movimientos, las acompañaban simulando una danza. Aunque debo admitir que la combinación de Llamarada con Tormenta de Hojas se vio genial. Tras una mezcla de movimientos capaces de resaltar la belleza de un Febas, ambas cerraron el show creando una enorme flor de fuego y hojas, que se abrió dejando salir el Viento de Hada, algo que fue capaz de sorprenderme enormemente; era hermoso...

Por un momento mi cabeza empezó a arder, el escenario cambió, ahora estaba en una clase de anfiteatro o algo similar, donde resaltaba el color dorado; en medio había un enorme capullo de fuego, que se abrió mostrando una enorme flor ígnea. La flor era similar a la vista en el evento, pero algo destacaba, me provocaba una fuerte sensación, una demasiado fuerte para ser explicada con palabras, era una combinación de sentimientos, me sentía orgulloso, feliz, muy feliz, ¿enamorado? Estaba claro, lo que sentía era amor, la sensación era demasiado abrumadora. Dos Pokémon salieron detrás de la flor, un Pancham y un Braixen, y la creadora del espectáculo venía detrás de ellos, su figura aún era opacada por el brillo de la flor; mi corazón se aceleró al pensar en ver a la chica. Pero como si fuera un mal chiste, volví a la realidad.