La Chica Electrizante

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Volví a mi habitación, aun sintiéndome fuera de mí mismo. "¿Cómo fue que erré de manera tan descomunal, en tan corto intercambio de palabras?". Desde que salí del estadio, sabía que alguien me perseguía, así que, entrenando, le ordené Greninja atacar justo detrás del arbusto, que me percaté, era donde estaba el perseguidor. Al verlo intentar huir, le dije a Raichu que lo detuviera lanzando un Atactrueno justo por su camino de escape. Al tomarlo de brazo, me di cuenta, para mi sorpresa, que era una chica, específicamente, la chica que llevaba dos años vigilando, espiando, cuidando.

Sabiendo lo mal que suelo mentir estando cerca de ella, me esforcé por hablar de la manera más neutral y ligera posible. Todo eso se vino al piso, cuando escuché que Yvonne le había contado la verdad. No sé cómo la convenció de hacerlo, pero debo admitir que la niña duró más de lo que imaginé en un inicio. Con cada frase expulsada por sus labios, yo era más inútil para defenderme, al punto de que simplemente se negó a darme información sobre Ketchum, me pidió un favor, y se alejó sin dejarme replicar nada de lo que salió de su boca.

Al verla irse, me sentí impotente, estúpido. "¿Cómo fue posible, que mi mejor oportunidad de conseguir información del pasado, se escapó entre mis dedos?". Por mis argumentos de mierda, claro. Ahora dependo totalmente de lo que pueda sacar de mis rivales y de la ayuda de Sabrina, ya de Gary no podré sacar nada, aunque el deseara ayudarme. Con los Aether sería otro callejón sin salida, incluso en caso de sacarles información, no podría confiar en su palabra. Estoy como al principio, o peor, inclusive.

Sobre el favor que Serena me pidió: después de pensarlo un rato, creo que tiene razón. Con mi actitud egocéntrica y violenta no he seguido ni de cerca el camino, que según A.Z., podrá limpiar mi aura. Así que me esforzaré por cumplir mi palabra con el enorme tipo difunto, y claro, de paso, de esa manera podré seguir el camino de redención con Ash Ketchum y su familia, más ahora, que confirmé que tengo los Pokémon que le pertenecieron en vida. Lo que Serena me dijo, sobre que copiaba el equipo de su difunto novio, solo reconfirmó lo que ya sabía desde mi batalla con Oak.

Lo que resta del torneo, tendré que asegurar mi salida de Unova con la información suficiente, no pienso volver a Alola para continuar con mi miserable vida de mercenario. Por ahora, solo me queda esperar chocar en batalla con personas que fueran cercanas a Ketchum, y rezar a Arceus que Sabrina logre algo con mi cerebro.

Recordando que temprano en la mañana empiezan los dieciseisavos de final, me acosté, aun con mi conciencia revoloteando en mil ideas. Después de un rato, logré dormirme, con Raichu de nuevo a mi lado, tras varias noches durmiendo cerca de las Pokéball; tal vez sabía que ahora era yo el conflictuado.

Al despertar, me apuré para estar temprano en el salón principal. A mi favor, desde que empezó el torneo, la necesidad de despertarme por las mañanas influyó en que tuviera horarios más acordes al de una persona normal, haciéndome más llevadera la labor de madrugar. Al salir de mi cuarto, me topé con bastantes personas haciendo lo mismo, seguramente, también deseosos de ver el sorteo de dieciseisavos de final.

Siguiendo a la multitud, me vi dentro del salón en poco tiempo, la gente ahora estaba aglomerándose frente a un proyector, donde al parecer se mostraría el sorteo en vivo. Yo, por otro lado, estaba más interesado en ver cómo quedaron los grupos, dada la falta de tiempo, no había vuelto a ver la tabla desde antes de mi batalla con Sabrina.

Afortunadamente, era justo lo que estaban mostrando en la pantalla más cercana a mí. Al mirarla, pude apreciar tanto sorpresas como resultados esperados, pero basándome en que me tocaría solo con alguien que pasó como primero de grupo, tendría una batalla difícil asegurada. La voz femenina del parlante volvió a hacer su esperada aparición, indicando a los participantes que se acercaran al proyector. Yo miré la tabla de la fase de grupos por última vez, antes de hacer lo indicado por la mujer.

Umbral de los RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora