Verdad Enterrada

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Una semana de ensueño, una semana de alegría, una semana cargada de emoción; pero al final, una semana desperdiciada en una ilusión. Mentiría si dijera que no me arrepentía, pero eso jamás bastaría para acallar las voces de reproche que me asaltaban cada noche y cada mañana. "No debería estar aquí... Las estoy exponiendo al peligro... Escapa, huye, como siempre lo has hecho, ¿qué tendría de diferente esta ocasión de las otras?"; así es como generalmente comenzaba el asalto, y a partir de ahí era difícil detenerlo.

"Escapaste de Aether, de Giovanni, del pasado y del futuro, de la mentira y la verdad, de la realidad y la ficción; eres como un niño, incapaz de aceptar los cambios... Dejarlas ahora no haría la diferencia después de todo...". Cada mañana, cada noche, cada segundo que estaba solo, no podía evitar ser abordado por esas desgraciadas ideas, que me atormentaban desde el interior. Pero si sigo aquí, si aún no me he apartado de su lado, es porque tenía como replicar: "A ellas no, no podría volver a abandonarlas...".

Si sigo aquí, con ellas, es porque el pasado y el presente ya están demasiado entremezclados como para ignorar su eterna relación. La verdad se halla al descubierto, después de haber dado "palazos" descoordinados por años, al final la he desenterrado. Claro que intenté escapar, el día de la final le temí a la verdad como nunca le había temido; ¿entonces porque no me fui? Simplemente porque, por más que temiera a lo que encontrara allá "afuera", no podía seguir con los ojos vendados; la verdad cura, y yo estaba muy enfermo de engaños.

Después de haber sobrevivido por poco al ataque de los Ultraentes, me hallé a mí mismo sobre el lomo de Charizard, completamente debilitado por las quemaduras, los cortes y las contusiones; no habría manera de que continuara sobreviviendo por mí mismo demasiado tiempo. Entonces, cuando pensaba que no había un alma en quien confiar, recordé a esa hermosa chica, la coprotagonista de mi pasado; sabía que existían muchos riesgos, y aunque ella me lo había propuesto, no estaba seguro de que a ella le sentara bien que apareciera en el portal de su casa. Al final tomé la decisión y, tras dos largos días de tortura física y psicológica, Charizard dio su último aleteo, frente a la entrada a Vaniville, y se desplomó víctima del agotamiento. Con paso decidido pero inestable, logré llegar hasta la puerta de su casa, antes de sufrir el mismo destino que mi Pokémon.

No hace falta que lo repita, pero lo haré, la semana que estuve con ellas, sentí una alegría que no creía que una persona pudiera sentir. Gané una hija; siempre me había llevado bien con Yvonne, pero los lazos de sangre solo hicieron el vínculo más fuerte y real. Y mi tiempo con Serena fue igual de maravilloso; ella es una chica sin igual. No tratamos abiertamente el tema de nuestra relación; de cualquier forma, en teoría nunca terminamos, pues yo desaparecí cuando éramos novios, así que eso nos hace pareja. Claro, ninguno de los dos se atrevió a mencionarlo, y ninguno de los dos se atrevió a demostrarlo, pero eso no afectó al hecho de que pudiéramos disfrutar de nuestra mutua compañía.

La única mancha que puedo relacionar con este tiempo trascurrido, es el abrumador acoso que me ha propiciado el pasado que sigo sin recuperar. Me ha perseguido en cada conversación, sin importar con quien sea llevada a cabo, desde que estoy en la casa; esto, en forma de Ash Ketchum. Tan lejos llegó mi molestia, que tuve que adoptar una identidad definitiva: Red Ketchum, el limbo entre Red Sakaki y Ash Ketchum. Y es que ya estaba harto de esa tediosa comparación entre Ash y yo; casi como si esperaran que, escuchándolo, me metamorfoseara de yo a él a través de sus palabras.

Pero a pesar de ello, no fue más que una pequeña mancha, incapaz de evitarme el disfrutar de la familia que habría tenido, de no haber sido víctima de un destino muy cruel y siniestro. Claro, no todo fue ocio, también esclarecí mis ideas y convine un plan para lidiar con Giovanni; pero antes de poder enfrentarlo, es imprescindible desentrañar donde se encuentra y cuanto poder real posee, y para ello no existe mejor testigo que Denio...

Umbral de los RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora