Regresando al Comienzo como un Nuevo Ser

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–... Bienvenido a Sinnoh, señor. –El joven recepcionista estiró su mano y me entregó el HoloCaster, que había servido como pasaporte, devuelta. A pesar de haber sido un trabajo de calidad, la identidad falsa que estaba usando cada vez era más voluble, y en esta ocasión el chico de aduana tardó más de lo esperado para finalmente permitirme ingresar en la región.

Aún paranoico ante la idea de ser atrapado, zigzagueé a través de los pulcros pasillos del lujoso aeropuerto, evitando a toda costa acercarme a los guardias y utilizando las multitudes reunidas en cada zona de abordaje como cubierta. Después de andar en círculos a lo largo del edificio por algo más de media hora, finalmente logré alcanzar la salida; no pude respirar con tranquilidad de nuevo hasta que me hallé sobre los lomos de mi fiel Pokémon volador. Conformé me alejé del punto de inicio, volteé para ver la Ciudad Hearthome desaparecer tras las faldas del Monte Coronet. Fue entonces que sentí un golpe de nostalgia golpearme, y por un momento mi mente se llenó de abrumadores recuerdos del pasado, que apenas y tuve tiempo de vislumbrar.

–¿Qué fue eso? Pensé que los recuerdos se habían detenido después de lo ocurrido durante mi final contra Cynthia. –Murmuré para mí mismo. Aun así, tanto Raichu como Charizard se percataron de que algo andaba mal y comenzaron a llamarme a su manera.

–Raichu rai... –Insistió el roedor, jalando mi manga con su pata.

–No fue nada... –Afirmé, masajeándome las sienes, debido a la dolorosa jaqueca que me estaba dando. –Recuperé algunas piezas de mi memoria, eso es todo... Pero el problema persiste; aún no recuerdo lo suficiente como para identificarme con mi yo del pasado. –Mi roedor, que me estaba escuchado atento, liberó un gemido afligido. –Lo sé, todo esto es una mierda... Pero no hay que verlo desde el lado negativo, al menos sé que Brock, Dawn y yo la pasamos bien en este lugar. Inclusive recordé algo del viejo Paul, en verdad tenía muy mala actitud en ese entonces. –Bromeé, intentando alivianar la pesada atmosfera.

No había vuelto a entrar en contacto con aquellos que fueron parte de mi pasado desde lo ocurrido en Unova, pero Serena me mencionó lo suficiente como para tener presentes sus identidades, al menos las de aquellos que vi durante lo que duró el torneo. Siendo el grupo de amigos al que pertenece Serena aquellos a los que puse más énfasis, por haber pertenecido a una parte sustancial de mi pasado. Pensar en ellos, en Brock, Misty, May y su hermano Max, Dawn, Iris, Clemont y su hermana Bonnie, me hizo recordar lo sucedido con el único faltante de ese grupo: Cilan. Después de haberlo abandonado en la entrada a la cueva helada, había decido no pensar más en él y su traición, pero era estúpido pretender que la verdad no saldría a luz eventualmente.

"Odio tener que admitirlo, pero lo mejor sería que yo les dijera lo que pasó con ese idiota. Al menos así tendrán en cuenta que se encuentra en custodia de Phraser, y no se preocuparán por su paradero."; al plantearme eso, comprendí que lo obvio sería que hablara con Serena y los hermanos Aether, y que ellos le revelaran la verdad a los demás. "Esa chica, Iris... ¿Sé sentirá culpable? Seguro que sí. Al final, Cilan y yo no somos muy distintos; ambos fuimos abandonados por aquellos a los que necesitábamos, y caímos en manos de aquellos que sabían que necesitábamos de alguien. Nunca fuimos más que marionetas"; no es que estuviera justificándolo a él y sus hermanos, al fin y al cabo, lo torturé y los maté a ellos, pero no podía evitar sentir un dejo de simpatía.

–Este mundo está lleno de gente de mierda, dispuesta a aprovecharse de la más mínima debilidad que uno muestre... –Murmuré una vez más para mí mismo. Curiosamente, Raichu me respondió con asentimiento, casi como sí el mismo lo comprendiera. "Claro que lo hace, tanto él, como mis demás Pokémon, están en el mismo barco que yo. Todos fuimos manipulados gracias a la ignorancia que nos impuso la amnesia". –Maldita sea, ya quiero atrapar a ese maldito de Giovanni, necesito ver sus ojos cargados de terror...

Umbral de los RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora