Enfrentamiento de Ideales

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–Sparky no puede continuar, el ganador es Krookodile. –El castaño, claramente frustrado, tomó a su Pikachu en brazos y lo colocó en la plataforma de entrenador, cerca de sus pies.

El combate empezó a mi favor de manera muy desequilibrada, la velocidad de mi simio de fuego le permitió esquivar cada ataque eléctrico que el roedor utilizó. Entonces el castaño se vio en la necesidad de cambiar el rumbo de la batalla, llamó de regreso a su Pokémon y sacó al campo de batalla a Rose, su Swellow. Probablemente creyera que la ventaja de tipo lo salvaría, pero pronto se dio cuenta que el nivel de Infernape sobrepasaba por mucho el de su ave.

Utilizando la combinación de Doble Equipo y Respiro, logró mantener en el campo un poco más a su tipo Volador, pero en otra estrategia cobarde, utilizó Remolino para forzar el cambio de Infernape por otro Pokémon de mi equipo. Deseaba gritarle en la cara cuanto tuve razón en llamarlo un cobarde pusilánime, pero me lo guardé; sonreí de soslayo al ver cual Pokémon salió al campo...

Mi cocodrilo de tierra fue la materialización de una pesadilla para el triste Campeón de Kanto, con el simple uso de un Roca Afilada, el ave finalmente cayó derrotada. El castaño pareció tomárselo ligeramente personal, así que permitió que su roedor eléctrico volviera al combate; grave error. El Pikachu con mechón, de inicio ya se hallaba en gran desventaja, no podía usar la mitad de sus movimientos, pues eran Trueno y Atactrueno, así que, mezclando el aumento de velocidad a mano de Agilidad y la infalible Rapidez, aguantó un par de turnos sin problemas.

Pero Sparky no podría escapar por siempre... Los cobardes nunca prosperan, eso es una dura realidad. Con un Roca Afilada que lo tomó en el aire, el pequeño roedor cayó al suelo falto de aire. Podría haber esperado a que la rata se recuperara, pero no soy ningún monje como para mostrar tal bondad; más bien es mucho el que mantenga mi boca cerrada y me ahorre cuanto veneno deseaba lanzarle a mi "rival", si es que puede considerase eso. Terremoto fue el movimiento que elegí para terminar esa batalla. El resultado no fue ninguna sorpresa.

Puedo decir con tranquilidad de no equivocarme, que Ritchie se encuentra entre la espada y la pared, y debe ser más que consiente de que si no cambia su estilo de lucha cobarde, no podrá darme tan siquiera una buena batalla. Al notar como miraba con pena a su Pikachu, solo se me pasó una cosa por la cabeza, "¿Quién usa un Pokémon que no está en su última etapa evolutiva en un torneo tan grande como éste? Peor, un Pikachu, un Pokémon con estadísticas de combate terribles, al menos debió haberlo evolucionado... Solo un genio, o alguien muy suertudo, sería Campeón usando algo tan ínfimo; estoy seguro que fue lo segundo". Me mordí con fuerza el labio, conteniendo las ganas de decirle lo que pasaba por mi cabeza.

–¡Cruise, te necesito! –El chico miró atentamente la Pokéball que giraba en el aire, de ella salió un rayo de luz rojiza, del cual se materializó un poderoso Pokémon de roca. El Tyranitar rugió en altos decibeles, ante lo cual empezó a emerger arena de su cuerpo, causando una Tormenta de Arena. Levanté una ceja ante la aparición de tal bestia... "Parece ser que sí tiene Pokémon adecuados para el combate, espero que con él deje de escapar al enfrentamiento directo". –Empieza con Chirrido.

–Usa Escavar para esquivar eso.

El Pokémon tipo Roca/Siniestro abrió su boca, liberando un sonido agudo muy molesto. Por suerte, mi cocodrilo lo evitó justo a tiempo, desapareciendo en la seguridad del suelo. Debo admitir que temí que el Tyranitar supiera Terremoto, pero al ver como Ritchie miraba cuidadosamente la superficie del campo de batalla, supuse que no era el caso.

–Roca Afilada a tu derecha, ¡ahora! –Para mi sorpresa, el castaño pudo pronosticar con gran presión donde aparecería Krookodile. Al mirar directo a sus ojos, vi una imagen de él que desconocía, como si con la entrada del Pokémon físico, él mismo hubiera cambiado. "¿Eso es ser un entrenador polivalente?". No hubo más tiempo para que pensara en ello, pues el chico dio la siguiente orden. –¡Acua Cola!

Umbral de los RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora