La Fiesta de Y pt. 1

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Al final los pensamientos de Serena se vieron materializados, pues la semana de tiempo que tenía para organizar lo que ella deseaba, fuera la mejor fiesta de su hija, ya se había acabado. Los días fueron como horas, y estas como minutos, y ahora se encontraba con un cepillo bucal en la boca, el cabello desordenado, y con Yvonne huyendo de ella, renegando el ser peinada, aludiendo que siempre que lo hacía le jalaba el pelo. Tras lo que parecieron horas interminables para la chica, logró dejar a la niña totalmente lista y presentable para el evento, y así pudo seguir con la tarea de arreglarse ella misma. 

Ya con el cabello acomodado, suelto, valiéndose de lo corto del mismo, decorado por un lazo azul, un vestido de encaje rojo, de un tono oscuro, que le llegaba a las rodillas, y unas zapatillas de tacón corto de color rojas, al igual que el vestido, pero en un tono más claro; tomó a su pequeña hija de la mano izquierda y se dispuso a salir de la casa. La niña tenía su cabello amarrado en una coleta por un lazo de color rosado, un peinado poco ostentoso debido a su negativa de dejar a su madre peinarla, un vestido corto de color violeta con vuelo, y zapatillas sin tacón rosadas, similar al lazo que adornaba su pelo. Ambas, madre e hija, cruzaron el umbral de la puerta, para así dirigirse a la salida de la propiedad.

Al salir del jardín, cruzando el portón metálico que sirve de entrada, las dos féminas pudieron apreciar un vehículo deportivo rojo, compacto, dando la sensación de ser muy aerodinámico, en su capó se podía ver un Rapidash sobresaliendo, indicando que el auto era de la marca del mismo nombre que el Pokémon. Ambas, consientes de quien era el dueño de tan llamativo medio de transporte, se acercaron a la compuerta del copiloto, a la vez que la ventana de la misma se bajaba a un ritmo consistente. Al estar de frente al espacio que dejó el vidrio, que ya se había terminado de ocultar en la ranura de la puerta, Serena pudo ver a la persona que ya sabía que vería, ésta misma sonrió de manera divertida y se dispuso a hablar.

–Pero miren lo que me acabo de encontrar, dos hermosas chicas. ¿Desean que las lleve a algún lado? –Ambas rodaron los ojos ante esta actitud, Serena sonrió de manera cansada y procedió a contestar.

–¿Qué haces aquí Calem, se supone que tú te quedarías a vigilar el gimnasio, mientras que Miette vendría por nosotras? –Preguntó la chica mayor, con duda en su voz.

–Bueno, resulta que May y Dawn tuvieron un pequeño accidente con el pastel... –Al ver la mirada de su amiga procedió con rapidez. –No es lo que crees, no fue nada del otro mundo, la capa de más arriba se cayó cuando lo estaban trasportando. Por suerte, Miette tenía varios ingredientes a mano, previniendo una situación por el estilo, y en este momento ya debe haber terminado de arreglarlo. Por lo tanto, ya que Miette tenía que encargarse de eso, y May y Dawn tenían que recibir a las personas, me enviaron a mí.

–Está bien, lo comprendo, aunque también debemos pasar por mi madre, estás seguro que cabemos todos, el auto no parece precisamente muy amplio que digamos. –Respondió la pelimiel viendo el interior del vehículo, que su amigo había adquirido un par de semanas atrás, y no había tenido la oportunidad de ver por dentro.

–¡Nah! Aunque no lo parezca, este modelo de Rapidash es increíblemente espacioso. Entren, para que así lo compruebes. –Al ser un vehículo de solo dos puertas, el chico corrió el asiento del copiloto, de forma que Yvonne, de manera silenciosa, ingresó a la parte trasera, colocándose inmediatamente el cinturón de seguridad. Serena imitó a la niña, al ver que su amigo ya había acomodado el asiento. Para su sorpresa, el auto realmente era espacioso, al mirar atrás pudo ver a su hija ya acomodada, también pudo apreciar que sobraba suficiente espacio para su madre entrara sin problema, lo que la tranquilizó. Desvió su mirada de la parte trasera del vehículo y la enfocó en Calem, al que le sonrió de manera cálida, para luego darle un "Gracias". Este respondió con un "De nada", para luego felicitar a la niña por la importante fecha que era para ella, ésta respondió de manera similar a su madre.

Umbral de los RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora