¿Cyrus? Estaba seguro de que el nombre me sonaba de algún lado, probablemente de mi tiempo en el Team Rocket. Y aunque deseaba seguir indagando al respecto, definitivamente no era el momento para ello. Además, estaba seguro de que el tal Cyrus había insinuado que ya le había avisado a Giovanni sobre mi "regreso de la muerte", y eso sería increíblemente problemático. Temía lo que pudiera pasar si era cierto, pero por mucho que deseara volver con Yvonne y Serena, antes debía lidiar con él, y estaba seguro de que no sería fácil.
Por un lado, estaba el sujeto mismo, poseedor de una presencia poderosa como ninguna otra; si tuviera que compararlo con alguien, sería con Giovanni mismo. Y por el otro, estaba su Pokémon principal, un legendario de poder desconocido. Por donde fuera que se viera, la situación estaba completamente en mi contra, y, aun así, no podía evitar sentirme ligeramente emocionado. Eso, como tal, habría sido imposible hace unos meses, cuando las batallas para mí solo eran una forma de subsistir. Pero desde que mi "espíritu de entrenador" despertó durante el Pokémon World Tournament, no he dejado de anhelar otra batalla como mi final contra Cynthia...
Y ahora es cuando podría volver a revivir tal sensación; la adrenalina recorriendo mis venas, el sudor brotando de mis poros, la sangre hirviendo en mi interior, el viento chocando contra mi rostro. Cada emoción y sensación aumentadas por el vigor del momento; eso es lo que moría por volver a vivir. Y con ese tren de pensamiento recorriendo mi ser, permanecí quieto, mirando de frente a quien estaba por ser mi siguiente retador. El hombre, manteniendo su expresión firme, dio un paso al frente, finalmente entrando del todo en la ahora semi-destrozada habitación.
–Debo decirlo... Me sorprende que, a pesar de todo, mantenga esa sonrisa de confianza. ¿Es que acaso me está subestimando? –Fue al escucharlo decir ello, que supe que estaba dejando que mis emociones permearan mi piel. Respirando hondo, sepulté cualquier expresión que revelara lo que pensaba; debía mantener mi espíritu y mente fríos, no podía dejarme llevar por mis sentimientos.
–¿Qué pasó con los rehenes? –Cuestioné, desviando el tema. Ahora era cuando debía concentrarme en mi razón de estar ahí; la batalla no podía estar al frente de mis prioridades en ese momento. "Estar tanto tiempo con Serena e Yvonne me ha emblandecido..."; pensé amargamente. Y no es que me disgustara pasar tiempo con ellas, es solo que sentía que de a poco finalmente estaba dejando de ser yo. Realmente Dead Spark había muerto.
–¿Esos políticos corruptos? Me deshice de ellos hace rato. Una vez cumplieron su misión de servir como amenaza, no hacía falta mantenerlos con vida. Bastó con que la policía dudara al actuar, para que nosotros realizáramos nuestro trabajo. Ahora podemos dedicarnos solo a nuestra batalla. –Una parte de mí se congeló ante las gélidas palabras del hombre; pensar que alguien pudiera carecer de sentimientos a tal nivel. Pero, aun así, no podía dejar de pensar que eso trabajaba a mí favor, pues no tendría que contenerme a la hora de la verdad.
–Si ese es el caso, ¿cuál era su misión acá? Porque a primera vista no parece que hayan logrado nada. –Ahora, si descubría sus razones, ya no haría falta que me abstuviera de atacar.
–Ese es el problema con las apariencias, que son engañosas. Y yo puedo ser igual... –Lo miré con interés, incitándolo a que se explicara. –Es muy simple. De nada sirve que yo le diga cuál era mi objetivo, porque usted nunca podrá confiar del todo en mí. Yo podría mentir o decir la verdad, y usted nunca se fiaría de ninguna de las dos. Así que lo mejor será que olvidemos ese tema y nos enfoquemos en lo que nos concierne. ¿Qué dice, le interesa demostrar su valía? –Incapaz de negar su lógica, sobre todo porque en sí ya él resultaba una persona casi imposible de leer, decidí seguirle el juego.
–Como sea... Al final la única conclusión de todo esto será un combate, así que entre menos tiempo perdamos en estupideces, mejor. –El sujeto sonrió con una expresión gélida, carente de toda emoción genuina, y se volteó hacia su Pokémon, que no se había movido un centímetro desde que demolió gran parte del techo del ayuntamiento. Inmediatamente le hice una señal a Greninja para que se preparara; Raichu se colocó a mi lado, preparado para cualquier situación que ameritara su intervención.
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Umbral de los Recuerdos
Fanfiction"Otra vez me hallaba a mí mismo observando fijamente aquella edificación, una casa modesta de color marrón claro, tirando a un crema oscuro, con un gran ventanal que da vista a las gradas que llevan al segundo piso, y una puerta de roble en el medio...