Umbral de los Recuerdos

Todo sea por una Dimensión más Bella

Una vez más, me encontraba en el lugar equivocado de la balanza. Que tuviera al líder de la Elite Four de la región a mi lado, no cambiaba ese hecho. Mi vida ha sido así desde que lo recuerdo, primero como miembro del Team Skull, luego como un solitario miembro del Team Rocket, después como un iluso mercenario, y tras todo eso, como el enemigo de una de las peores organizaciones que ha existido. No importaba como lo viera, simplemente no había forma de que la suerte se pusiera de mi lado...

Y, aun así, allí estaba; vivo, con personas que defender y un pasado por el que luchar. Tal vez, bajo todas esas capas de miseria que me abrumaban, existía la fuente de la verdadera felicidad, mi felicidad. Porque fuera por Yvonne, Serena, Delia, mi madre, o aquellos amigos de mi pasado, ahora en verdad no me encontraba solo... Por mucho que a veces pareciera lo contrario. Incluso ahora, cuando estaba al borde de la verdadera derrota, no había sido abandonado.

Y sí, puede que Calem no se contara entre mis amigos del pasado, y menos entre aquellos del presente, pero aun así el formaba parte de ese grupo, él era uno más de aquellos que influían en lo que ahora era mi cambiante status quo. Fuera porque de alguna forma él estuvo para Serena cuando yo, o, mejor dicho, Ash no pudo; o porque ahora estaba a mí lado. Calem también era parte del cambio, por poco que fuera... Las cosas serían muy distintas de no haber sido por él, y por eso debía aceptar que, aún con todo en mi contra, mi suerte no era tan mala... Una vez más no me hallaba solo.

–¿Tienes alguna idea de cómo lidiar con ellos? –Murmuré, mirando de reojo al par de legendarios. Calem, sin despegar del todo la vista de sus enemigos, me respondió con otro murmuro.

–Hasta hace menos de una hora, estaba enfrentando a un retador de la anterior Conferencia de Liga, completamente ignorante a lo que estaba por ocurrir aquí... Así que no, no tengo idea. Apenas supe que Lumiose había sido atacada, salí lo más rápido que pude de las instalaciones de la Liga y vine hacia acá. Que nos encontráramos no fue más que una coincidencia. Una que no sé si sea buena o mala... –Su última afirmación claramente cargaba más de un sentido.

Por como miró mis lesiones visibles a simple vista, estaba claro que su primera intención era dar a entender que nuestro encuentro era infortunito debido a mi estado. A su vez, era fortuito porque no tendría que lidiar con ambos legendarios por sí solo... Pero eso no era todo, en su voz, y en lo profundo de su mirada, estaba implícito el rencor. Fuera por lo ocurrido entre Ash y Serena, por mi inesperado regreso durante la final del PWT, o por lo sucedido en el aeropuerto, semanas atrás, estaba claro que él aún no había superado el resentimiento generado por ello.

–En ese caso, hará falta que improvisemos. –Aclaré, ignorando lo anterior mencionado. El entrenador de la Elite Four se limitó a asentir, regresando toda su atención a nuestros enemigos en común.

Ambos hombres, aún ubicados sobre sus Pokémon, se encontraban buscando llegar a un arreglo. A decir verdad, ignoraba todo el trasfondo de su enemistad. Pero, por lo que alcancé a oír, ambos habían matado a la contraparte de su compañero en su propia dimensión. Así que claramente no era una simple rivalidad entre amigos o algo similar.

Al final, cuando estaba comenzando a considerar intentar un último ataque sorpresa, ambos sujetos asintieron, satisfechos con la resolución temporal de su conflicto. Resolución que no alcancé a escuchar, debido a la distancia que nos separaba y al tono empleado por ambos. Al fin y al cabo, de ellos no podía ver más que una oscurecida silueta.

–Bien, como sea, hagámoslo de una vez. –Gritó el entrenador del Kyogre, volviendo a asentir. Su compañero imitó su gesto y concentró toda su atención en su Pokémon. Ambos legendarios atacaron a la vez, concentrando su poder en dos ataques súper eficaces. Por parte de Groudon, éste causó que la tierra se sacudiera violentamente con un simple movimiento de sus extremidades. Por parte de Kyogre, éste escupió un veloz rayo gélido en dirección de mi Pokémon.