Umbral de los Recuerdos

Con Alola en el Corazón

–Damas y caballeros, hoy presenciaremos una batalla impresionante. El entrenador sorpresa, contra el primer y único Campeón de la Liga Alola. Esperamos un espectáculo sin precedentes, pues ambos entrenadores poseen un estilo de combate agresivo, enfocado en ataques rápidos y precisos...

Mi mente filtró hasta el último sonido dentro del estadio, ahora solo me enfocaba en cuál sería el primer Pokémon de mi rival, y en las posibles estrategias para lidiar con él. En un inicio, cuando me enteré que lucharía contra el Campeón de la región donde vivo, me sorprendí bastante. Creía que sería algo anecdótico, pero cuando lo estudié a fondo y me di cuenta de su elevadísimo nivel como entrenador, me empecé a preocupar.

Hasta el momento, parece ser la batalla más irrelevante, en relación a mi objetivo principal dentro del torneo, ya que el chico nunca llegó a conocer a Ketchum; parece ser que andaba de viaje fuera de Alola cuando mi ex rival estuvo ahí, y cuando volvió, ya el suceso había ocurrido. Pero a pesar de eso, sigue siendo una batalla profundamente simbólica... "El mejor entrenador de la región que llamo hogar, es el muro que debo sortear para finalmente dejar atrás la vida que he llevado durante tantos años en Alola... Es casi poético".

–¡Atención! Éste es el combate correspondiente a las semifinales, entre Hau Elenek y Jimmy Gold. Será una batalla de equipo completo, los cambios solo son permitidos entre cada batalla individual. Gana aquel entrenador que venza a todos los Pokémon de su contrincante. Preparados... ¡Ahora! –Ante las palabras del árbitro, miré tras de mí, donde se hallaba mi roedor eléctrico.

–Raichu, empiezo contigo. –Ver a mi Raichu listo para combatir, me recordó la manera en que lo llamé el combate anterior.

Al finalizar mi batalla contra Iris, fui inmediatamente con la chica psíquica y le pregunté al respecto, también le comenté sobre la actitud de Charizard y mi sensación de déjà vu; pero Sabrina no pudo darme una respuesta concreta. Tras ello, empezamos la sesión de rememoración, pero nuevamente mi mente me envió al recuerdo de la batalla contra el extraño Pokémon Psíquico; es como si mi cerebro estuviera bloqueado en esa memoria en específico.

Dado que finalmente Sabrina no pudo ayudarme con nada más, me retiré a entrenar, pero en el camino llegué a una conclusión; la llave para recordar mi pasado se halla en ese recuerdo. Y eso puedo asegurarlo, porque tras analizarlo mucho, me percaté que cada vez que vuelvo a esa memoria en específico, cada vez puedo ver todo más claro, más nítido y realista. Es probable que cuando sea capaz de revivir la secuencia de manera completa, obtenga las respuestas que he buscado por tanto tiempo. La voz de mi contrincante inmediatamente me regresó a la batalla, y de manera extraña, su tono era ridículamente jovial.

–¡Qué bien, un Raichu de Alola! En ese caso, yo también usaré al mío. –Ante la extraña emoción del chico moreno de pelo verde oscuro, no pude evitar sentirme ligeramente incómodo. Con una sonrisa perenne en su rostro, lanzó su primer Pokéball al aire, liberando a su propio Raichu de Alola.

–Amigo, esta será una dura batalla, no lo dudes... Aun así, ¡es hora de demostrar que eres el mejor Raichu de todos! ¡Psíquico! –Ordené, sintiendo el pulso de mi sangre aumentar drásticamente.

–¡Me gusta esa actitud! ¡Raichu, responde de igual manera! No podemos quedarnos atrás en cuanto a actitud... –Rápidamente al dar su orden, su expresión se volvió ligeramente más seria, y no porque perdiera su eterna sonrisa, sino más bien porque el fuego del determinismo ardió dentro de sus ojos.

Ambos roedores eléctricos fijaron su vista en el otro, y buscando superar a su rival, usaron sus poderes telequinéticos para atacar. Los ojos de los Raichu brillaron con un intenso color magenta, trasmitiendo hondas de poder psíquico del mismo tono cromático. El par de ataques impactó el uno contra el otro, iniciando una apenas visible contienda de poderes; pasados unos segundos, me percaté que seguir así solo sería un gasto de energía inútil, así que decidí cambiar las cosas.