¿Volviendo a la "Normalidad"?

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"¿Acaso me queda algo por hacer...?"

Todo era negro, no había nada, solo yo y mis pensamientos, juntos hasta el fin de la eternidad. ¿Fin de la eternidad? ¿Tiene eso sentido? Tal vez, desde el punto de vista lógico, no; pero, para mí, sí lo tenía. Así me sentía, y no podría explicarlo aún si incluso me dispusiera a intentarlo. Era como si no me quedara ya nada por hacer, y solo pudiera esperar a que la negrura que me rodeaba terminara por absorberme. Como a un cadáver enterrado bajo tierra.

Estaba solo, yo y mis pensamientos. Buscaba mis dedos, mis manos, mis pies... Pero no había nada, solo quedaban mis pensamientos. Podía escucharlos, incluso verlos; era como si las palabras se formaran frente a mí. No podría decir como se veían, pues su presencia era etérea, incorpórea; pero ahí estaban, haciéndome compañía en ese solitario mundo. Ya lo había dado todo de mí, así que no me quedaba nada; solo mis pensamientos.

Pensar era lo único que me quedaba. No había aire que respirar, luz o sombras que mirar, brisa que sentir, comida que saborear o palabras que escuchar. Se podría decir que en verdad no estaba ahí. Realmente, yo mismo dudaba de mi existencia. Pero, si podía pensar, entonces, de alguna forma, podía existir. Claro, para semejante situación, realmente sería cuestionable si valía la pena existir. Y esa era la razón por la que esperaba al final de la eternidad.

Si esperaba lo suficiente, tal vez mis pensamientos se diluirían en la negrura, y finalmente dejaría de existir. Sería mi final; mi muerte. O bueno, tal vez ya estaba muerto, y no era capaz de percatarme de ello. Al fin y al cabo, si no podía consumir ni reproducirme, ¿cómo podía considerarme un ser vivo? Solo era un cúmulo de ideas, perdido en la oscuridad infinita. Sin embargo, visto de esa forma, no importaba si estaba vivo o muerto. Lo que realmente importaba, era si dejaba de existir o permanecía haciéndolo por el resto de la eternidad.

Una eternidad solo, sin nada más por lo que luchar, sin nada por lo que vivir, sin nada de mí que dar. Ese sería mi castigo. "¿Castigo? ¿Por qué?"; lo último que recordaba, era a mí mismo clavando mi cuchilla una y otra vez en el cadáver de Giovanni. Tal vez por eso estaba ahí. Había sido condenado por mis acciones. "Pero, ¿no era eso lo justo? Giovanni me lo había quitado todo, mi trabajo era regresarle el favor"; tal vez Giovanni estaba en una situación similar a la mía.

Él me lo quitó todo, y yo se lo quité todo a él. Ambos nos quedamos sin nada que arrebatarle al otro. Seguramente por eso estaba en ese lugar, sin una razón para seguir existiendo más que la de preservar los recuerdos por los que trabajé tanto en recuperar. Aunque... Si eso era cierto... "¿No lo perdí todo? ¿No lo di todo de mí mismo?"

Cierto, Giovanni me lo quitó todo, menos mis recuerdos... Fue Necrozma el que me los quitó, no Giovanni... "¿Por eso sigo recordando? ¿Por qué fui capaz de recuperarlos?"; no estaba seguro. Solo me quedaban mis recuerdos, lo único que Giovanni fue incapaz de arrebatarme. Claro, lo cierto es, que de ahí partió él para quitarme el resto. Pero lo primero que perdí, no fue debido a que él me lo haya quitado.

Además, después de años buscando, finalmente encontré lo que había perdido; los recuerdos que Necrozma me había robado. Sin embargo, ¿por qué no había recuperado lo demás? Giovanni me quitó mucho, sobre todo, mi vida y mis seres queridos. Perdí mi inocencia, mis sueños, mi felicidad... Algo que nunca recuperé. Pero si recuperé parte de ello, lo más importante, diría yo. Recuperé parte de mi vida, recuperé a mis seres queridos, y claro, recuperé mi memoria. "Entonces, ¿por qué ahora solo me queda mi memoria?" ...

"... ¡Cierto! ¡Debo regresar! Le prometí a Yvonne que regresaría... Me comprometí con regresarle a ambas, Serena e Yvonne, todo el tiempo que perdimos como familia... ¡Ellas me necesitan!"; no... La verdad es dura, pero ellas necesitaban a Ash, al Ash que murió el día que Red Sakaki nació. Haber recuperado la memoria no causó el regresó de ese Ash...

Umbral de los RecuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora