Heo Young Saeng
Nunca había estado tan avergonzado en mi vida.
Kim joong lo noto apenas me ve entrar en la clase y su mirada me recorre el cuerpo esperando que llegue a su lado.
—Hola -Digo bajando la voz sin mirar su cara y me siento a lado.
—Solo me hice una paja delante de ti, no quiero imaginar como vas a ponerte después de que destroce tu culo.
—¿Puedes no ser tan vulgar? -Pregunto cubriendo mi rostro con una mano, se que debo estar sonrojado.
—Te gusta que lo sea -Susurra cerca de mi oído.
Tiene razón
Me gusta que hable de esa manera, porque es diferente a mi, y me excita qué lo haga, tal vez esa fue la razón por la que deje que se masturbe delante de mi.
Estoy calentandome otra vez solo con recordarlo, porque la verdad es que me halaga provocar eso en el.
Me agrada saber que hyun joong me desea.
—No te burles -Dice agarrando su mochila y saco de mi cabeza el recuerdo de su gran pene.
Necesitó dejar de llamarlo gran pene.
Pero es un gran Pené.—¿Burlarme de que?
—Es una estupidez -Responde colocando un osito en la mesa —pero parece que te gusta.
Mi mirada va a el y siento una presión en el estómago que va por todo mi cuerpo.
El lo ha comprado para mí.
—Lo amo -Digo tomándolo con mis manos y llevo a mi pecho —Me gusta el morado.
—A ti, te gusta todo niño.
Es verdad.
Sobre todo kim hyun joong, me gusta mucho.
El solo me ignora el resto de la clase pero cuando el profesor se retira, se levanta y agarra mi mochila con una mano.
—¿Vamos a comer juntos? -Pregunta mirándome y yo asiento feliz, la verdad es que no me gusta comer sólo.
Al caminar a la puerta su celular suena, y señala el pasillo alejándose de mi, aparece que quiere privacidad, a si que se la doy.
—Oye, marica -Dice unos de los chicos del equipo de fútbol acercándose a mi y solo giro para ignorarlo —Te estoy hablando.
—Tengo un nombre.
—No me interesa -Responde riendo y giro los ojos, si no le interesa debería ignorarme —¿Que haces con ese oso en las manos? ¿No te cansas de ser tan marica?
Me quita el oso de las manos con fuerza y creo que voy a llorar porque todo el mundo esta mirándome y me siento humillado.
—Le gustan los osos -Responde Kim a mi lado y giro sorprendido porque pensé que demoraría mas.
El chico no parece querer problemas con el así que levanta las manos las manos en señal de paz.
—Son de maricas kim hyun, tu lo sabes.
—Yo le compre el puto oso, por que le gustan los osos ¿Tienes un problema con eso?
—No -Responde empezando a reír nerviosamente y es bastante cómico —No quise insinúar que seas marica.
—Soy marica -Dice poniendo una mano en el metal de los casilleros —¿Cual es tu problema con eso? ¿Acaso te afecta donde meta el pito?
—No, tengo problemas con eso, lo siento.
Kim asiente girando hacia mi luego de quitarle mi peluche y lo pone en mis manos agarrando mi cintura mientras caminamos a la salida.
—Te tiene miedo -Susurro aun con la mirada de todos encima —Hubiera sido útil la se mana pasada cuando me golpeo.
Siento que no debi decirlo porque el se detiene y regresa a su lado, para agarrar su cabeza y golpearla contra el extintor del piso.
—Si alguien mas tiene un problema con que al niño le gusten los ositos, puede decírmelo a mi -indica mirando algunos del resto del equipo que llegaron y ellos solo desvían la mirada.
No se si es normal, pero me excita el modo en que me defendió.
Ese es un problema. Realmente quiero que me folle y nunca me había sentido asi.