Heo Young Saeng
—Saeng -escuchó al otro lado de la linea y resoplo confundido.
—¿Quien habla?
—Soy Park, tu y yo.... nos conocimos hace unas semanas.
—Recuerdo.
Odio recordarlo pero así es.
—¿Estas ocupado?
—¿Por qué estas llamando? -cuestióno con molestia ignorando su pregunta.
—Es por Hyun Joong, el esta encerrado en mi habitación, ha tomando mucho y tengo heroína adentro -dice bajando el volumen de su voz —Si encuentra algo con que inyectarse sera suicidio y estoy preocupado.
—¿Por que me estas llamando a mi? -preguntó tratando de no sonar interesado pero lo estoy.
Kim Hyun Joong me preocupa.
—Por que nadie le importa mas que tu y necesitó sacarlo de ahí, no tengo una llave adicional.
No voy a negar la emoción que recorre mi cuerpo pero no tiene sentido creerle, Kim no me quiere.
—Te equivocas.
—Saeng -insiste antes de que corte la llamada. —El esta loco por ti, ha pasado estas semanas horribles porque no están juntos y aunque no tengas por que hacerlo, yo no quiero que se haga daño y no se con quien mas hablar, mi departamento esta dos pisos encima del de hyun.
—No es mi problema.
Bajo el teléfono mirando el pasillo y camino con rabia para agarrar mis llaves.
No puedo creer que me siga importando tanto. No es justo. El no lo merece.
Me lo planteó en el taxi pero ya no puedo detenerme. Tampoco quiero que le pase algo malo.
Sufro subiendo las escaleras del edificio porque últimamente me siento mas cansado y al llegar, park parece sorprendido.
—Viniste.
—Es un idiota pero no lo quiero muerto.
—Tampoco yo -responde sonriendo y camino tras el luego de que cierre la puerta.
Su habitación esta al fondo y me estremezco al oír algunos cosas romperse.
Esta enojado.
—Hyun joong -digo sin seguridad y mi voz lo refleja claramente.
—¿Saeng?
—Abre la puerta.
Pasan algunos segundos y lo hace, parece totalmente desarmado y sus ojos miran mi rostro como si quisiera asegurarse de que realmente soy yo.
—Estas aquí.
Su aliento lleno de alcohol llega hasta mi nariz y entiendo que ha tomando bastante, así que es lo lógico que park este preocupado.
—Voy a llevarte a la sala -dice el pelirrojo agarrando su brazo pero Kim se suelta retrocediendo hasta su cama.
—¡Dejame!
—Yo voy a encargarme -digo volteando hacia el.
Soy patético porque no ha pasado mucho desde que prácticamente me dijo que no le interesó, pero el a mi si, me importa demasiado.
Me siento a su lado luego de cerrar la puerta y todo esta oscuro, a excepción de la luz del pasillo que entra por algunas rendijas, así que busco su rostro con mis manos.
—¿Porque has tomado?
—No lo se.
—No te gusta embriagarte, lo odias desde siempre.
—Me gusta ahora, porque hace que olvide lo miserable que soy, al menos por momentos.
—¿Que esta mal?
Guarda silencio por un momento y agarra una de mis manos pasándola por su mejilla.
—No puedo vivir sin ti.
—No es verdad, ahora estas borracho y no sabes lo que dices.
—Se lo que digo. -responde acariciando suavemente mi cuerpo. —Se que te amo
—No -susurro negando con la cabeza.
No quiero ilusionarme por algo que dice cuando no esta consciente del todo.
—Amo que me mires con flojera cuando te despierto en las mañanas, y amo lo molesto que eres en las noches cuando no quieres dormir -dice lentamente con la voz quebrada. —Amo que des vuelta como cerdito en la cama y amo que a pesar de todo siempre hayas visto lo mejor de mi.
—Hyun...
—Amo que te sientes conmigo para ver una de tus ridículas películas y amo como me provocas todo el tiempo con estúpidas paletas, también amo saber que te importo y amo la sensación de paz que tengo cuando regreso a tu lado por las noches.
—Pero ya se acabó -respondo ya con mis lágrimas escapando sin control.
—Lo se, y por eso ya nada importa, no tienen sentido sin ti, por que te amo, bebe, estoy jodido por que te amo.
