Kim Hyun Joong
Salí después de clase a entregar unos encargos con Park y mi única condición fue tener la noche libre.
Es lo justo porque arruinaron los planes que tenia con mi niño.
—Sabes que nunca cambio de opinión -digo empezando la conversación que necesitó tener.
—Nunca lo haces -responde el en el asiento de copiloto mirando su celular.
—Hay alguien.
Su mirada sube a mi rostro y parece interesado en lo que voy a decir. Somos mejores amigos desde siempre y nunca le he hablado de ''alguien''
—¿Alguien?
—A el no le puedo decir que no, estoy decidió pero me mira y accedo a lo que sea que me pida.
—Entiendo pero no entiendo -dice levantado los pies para estirarse y lo miró mal —Es decir, eres tu.
—Lo se, -respondo luego de suspirar.
—¿Como se llama?
—Heo Young Saeng
—Mierda, sonreiste al decir su nombre, estas muy jodido, ¿Deberia preocuparme?
—No, lo se -indico con sinceridad —El es muy bonito y creo que le importo de verdad.
—¿Te importa a ti?
—Si.
—Entonces no vas a arriesgarlo, si te importa debes protegerlo, ¿Lo recuerdas?
—Lo se, pero el no quiere de esa manera, esta esperando algo de mi y yo quiero mantenerlo feliz.
—Muy jodido -susurra negando con la cabeza.
Doy la vuelta por el centro comercial y me detengo un poco al ver una vitrina, hasta estacionarme al frente.
—Baja -le pido saliendo y park lo hace también un poco con fundido.
En tramos en la tienda que me ha llamado la atención y siento como mis mejillas queman al hablar con la chica que me mira con curiosidad.
—El oso grande de la vitrina -digo algo a penado y siento los ojos de park en mi cara.
Estoy avergonzado.
Ella me sonríe y camina hacia su depósito, dejandonos solos, lamentablemente.
—¿Que estas haciendo? -pregunta bajando la voz.
—Saeng, ama los putos osos y ese ve muy bonito.
—Kim, ¿Te sientes bien?
—Vete a la mierda.
Saco el dinero que me pide la chica apenas me entrega el peluche y lo cargo al carro, pidiéndole a park que me ayudé abriendo la puerta que luego cerramos con dificultad.
—Es mas grande que tu -dice cuando vuelvo a ponernos en marcha, mirando para atrás con el ceño fruncido. —¿Seguro que no va estorbarle?
—Le gustan estas estupideces -le aclaró resoplando.
—¿Lo quieres, hyun joong?
—No seas ridículo, es un premio por haberme entregado el culo esta mañana, lo merece, ni si quiera podía caminar bien.
—No tiene sentido, te follas a todo el mundo y nunca les llevas un puto oso a cambio de romperles el culo.
—Es que no lo conoces, Heo Saeng merece todos los putos osos del mundo.
—Lo quieres -dice park riendo y giro los ojos con molestia.
Tiene sentido lo que dice aunque no lo quiero aceptar.
Apenas estacionamos frente a su casa, bajo del auto y le entregó las llaves a mi amigo porque lo necesita para irse de fiesta.
Estará de fiesta mientras yo probablemente este sentado frente al televisor viendo otra película de niños me siento patético, pero na me suena mejor que pasar tiempo con mi Saeng.
Cuando el abre la puerta de recibir mi mensaje, sus ojos brillan al ver el oso y corre hacia mi pecho, abrazandome con fuerza.
Si, talves lo quiero.
Y volví otra vez, mis lectoras gracias por leer esta historia mil gracias, luego contaré por que se me hizo un poco difíci.
