Heo Young Saeng
Pasar el día con park es divertido, pero la verdad es que me pone ansioso que Kim no me haya llamado.
Estacionamos en la puerta y volteo a verlo en las escaleras.
—¿Cuánto mas va demorar?
—No, lo se Saeng -responde negando con la cabeza —No creó que tarde mucho mas.
—Ya oscureció.
—Si algo malo pasa, todos nos enteramos rápido, así que relajate -dice acariciando mi cabello e intento hacerlo.
Pone la llave retrocediendo y suspira.
—No cerré el puto auto.
Giro los ojos al verlo correr para abajo y abro la puerta con ganas de ir al refrigerador a comer.
Park jung me ha comprado todo lo que he querido comer durante el día pero sigo teniendo hambre.
Apenas doy un paso adentro el olor a comida llega a mi nariz y mis ojos se abren al ver la mesa con una pequeña lámpara rosa y unas flores que yo conozco bien.
—¿Hyun? -susurro girando hacia la cocina y me mira señalando la silla.
No se si es porque estoy sensible pero el nudo en mi garganta empieza a molestarme.
—No es vino, es agua -dice en referencia a la botella que esta en la mesa junto a la copa.
Lo se. Ha armado la mesa tal y como es en la película.
Camina asta mi lado con un plato y muerdo mi labio inferior apenas esta delante de mi.
—¿Ratatouille?
—Cualquiera puede cocinar -respondo sonriendo y lo hago también, agarrando el tenedor.
Nunca pensé que alguien podría prepararme un Ratatouille.
—¿Me mentiste para pasar el día cocinando? -preguntó comiendo un poco —Dios, esto en serio sabe bien.
—Lo repetí dos veces -dice apoyándose en la mesa y estiró el brazo para darle de comer en la boca —Pero no creas que fue solo esto.
—Cuentame -pido metiendo otro bocado.
—No soy detallista -niego con la cabeza, ahora me ha demostrado que lo es —Pero pase el día buscando tus estúpidos chicles de fresa.
Pone la caja en la mesa y sonrió, dejaron de llevarlos al supermercado y el sabe que quería unos pero no sabia donde comprarlos.
—Kim Hyun Joong -susurro agarrando su mano y me mira —Gracias por todo esto.
—Bebe, si no fueras tan insistente con esos chicles, mi vida seguiría siendo inútil como antes de conocerte, soy yo quien debe agradecerte por mas cosas de las que crees.
Suspiro agarrando la caja para abrirla y mis ojos buscando los suyos apenas veo lo que hay adentro.
—Se que no son tus chicles -dice levantándose y camina hasta mi lado en la silla, poniendo una de sus rodillas en el piso para estar casi a mi altura —Demonios no tengo idea de como hacer esto bien.
—Hyun.
—Yo lo pensé mucho y sin importar cuantas ideas tuviera, nada parecía suficiente. Mereces algo mejor y si logrará hacerlo, seguirías mereciendo a un mas.
—¿E-estas hablando en serio?
—Si, mi amor -responde agarrando el anillo de mi mano y estira su palma para que ponga la mía —¿Tu te casarías conmigo?
Mi corazón pierde el control mientras asiento rápidamente con la cabeza y lo coloca en mi dedo.
—Si -digo con dificultad tratando de evitar llorar pero me dura sólo hasta que se levanta para abrazarme.
—Te amo -suelta besando todo mi rostro y no puedo detener un pequeño sollozó.
—Te amo, mas -respondo sinceramente —Mucho, mucho mucho.
Ay que lindos!!!
-Bueno estaré mas en esta historia ya que es la que pues como les digo este , pues esta llegando a su final
Gracias por comentar si comentan actualizo
Mil gracias.