cap #3

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Kim Hyun Joong

La enfermera del campus dice que debe haber sido un desmayó por estrés y me siento culpable porque fue mi culpa, yo causo eso en el.

Esta claro que solo hago que las cosas sean malas para su vida y debo seguir lejos.

Abre los ojos desde la camilla y me acercó nervioso con ganas de salir del lugar.

—Lo siento -digo solo mirando sus labios que ha humedecido y tengo tantas ganas de besarlo.

Nada en mi vida me ha costado mas que estar cerca de el y no tocarlo.

—¿por que sigues acá? -pregunta mirando el reloj y sólo niego con la cabeza.

—perdon, ya me voy.

No es justo que me duela de esta manera, yo no era así cuando lo conocí, el me transformo en esta mierda que pierde la respiración sólo con verlo.

—Es una pregunta, no te estoy echando.

—Lo mejor es que me vaya.

—Nunca te importado, ¿Verdad?

Me detengo antes de abrir la puerta y muevo la cabeza negativamente, quiero que sea así, si me quedó un poco mas voy a terminar sobre el, rogándole que me perdone.

No es justo para Saeng.

—¿Recuerdas cuando pasábamos las noches haciendo planes sobre las cosas que haríamos juntos?

—No.

—Mentiroso -grita lanzándome una botella de alcohol que la enfermera dejo sobre la mesa —¿Como puedes olvidar todo tan fácil?

No lo he olvidado.

—Me tengo que ir Saeng.

—¡Eres una mierda! -grita parándose y me empuja contra la puerta —¡Me haces quedar como el imbécil que se estanco en algo que ni siquiera te importa!

—Entonces es hora de que avances, ¿No crees? -pregunto tratando de sonar firme —Es lo que yo estoy haciendo.

Salgo del cuarto tirando la puerta y camino a mi auto con molestia, con la garganta ardiendo por las ganas que tengo de llorar.

Es lo mejor para Saeng, eso es lo único que me mantiene tranquilo.

Conduzco hasta el apartamento de park jung min y le marco para que me mande a cualquiera que vea conveniente. Necesitó cogerme a alguien mas para sacarlo un poco de mi mente.

Odio tener que dejar ir a lo mejor que he tenido en la vida.

Sentado en el sillón de la sala, mi mirada va a la hierba de la mesa central.

Estúpido Caballo.

No suelo drogarme, pero claramente ya lo hecho antes. Varias veces.

Hay dos formas de volverse adicto, la primera es tener una predisposición biológica en tu cuerpo, la segunda es ser un idiota.

Yo estoy libre de ambas cosas. Por eso soy capaz de drogarme cada ves que quiero sin perder nunca el control.

O eso era antes de Saeng.

Estoy caminando a la heladera para sacar cerveza y se que la jodida mierda de mezclar drogas y alcohol esta mal.

Pero me importa un carajo.

Nada parece importante si Saeng no va a estar mas conmigo. No tiene sentido.

—¿Tienes algo para inyectarme? -pregunto agarrando en teléfono y park guarda silencio un momento.

Prefiero que folles, espera al chico que mande, esta muy bueno, supongo, sabes que no es lo mio.

—Me importa un carajo lo que prefieras.

Fuma lo que te de la gana, no ay nada mas.

Apenas cuelga se que esta mintiendo y camino a los cajones para ver que inyectarme mientras término mi cerveza.

Ya estoy jodido de todas maneras.

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