06; the tunnel

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S I X !

( ɪ ꜰᴏᴜɴᴅ ᴘᴇᴀᴄᴇ ɪɴ ʏᴏᴜʀ ᴠɪᴏʟᴇɴᴄᴇ )

( ɪ ꜰᴏᴜɴᴅ ᴘᴇᴀᴄᴇ ɪɴ ʏᴏᴜʀ ᴠɪᴏʟᴇɴᴄᴇ )

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Jenna no jugaba cuando dijo que el túnel era largo. Pues sí, era muy largo. Tanto que a mitad del camino me deshice de mis zapatillas del uniforme. Ahora iba en medias caminando junto a toda la gente que se encontraba en la habitación del pánico de la mansión Seavey. Daniel, estaba enfrente, o eso creía. Detrás de mi estaban Dalia y Jenna. Parecían hablar y me sorprendió que parecieran muy tranquilas, ¿les habrá pasado esto ya? Yo estaba muerta de miedo, aunque no lo demostraba. Estaba segura de que nos quedaban pocas horas.

Después de caminar por 15 minutos, todos se detuvieron causando que yo también. Miré confundida la escena. Creo que habíamos llegado. Me di cuenta que mi teoría era cierta cuando la luz solar comenzó a aparecer tras una gran puerta. La luz era muy tenue, estaba obscureciendo, lo cual hacia las cosas más peligrosas aun. Comencé a avanzar tras le gente que poco a poco iba saliendo.

Subimos una escalera pegada a la pared para salir por una compuerta en el techa del túnel. Como antes, Daniel subió primero. Luego subí yo. Me sorprendió ver que ya no estábamos cerca de la mansión. Estábamos en el bosque, en la mitad de la nada. Me moví, pues la gente seguía subiendo. Observe mí alrededor. El señor Seavey y Daniel hablaban con más gente que parecía importante. Las dos muchachas, Jenna y dalia, hablaban animadamente de algo. No me sentí en suficiente confianza para acercarme, además, para ser sincera, no quería hablar con nadie. Solo quería ir a casa y que todo terminara, buscar un nuevo trabajo y volver a ver a Corbyn. Mierda, Corbyn. ¿Dónde estaría ahora? ¿Estaría bien? De seguro no se imaginaba que yo estaba aquí y todo lo que me había pasado. Me reí levemente al pensar en cómo reaccionaría si supiera todo lo que paso. De seguro diría algo como "La puta madre, que malditamente genial"

De pronto, volví a poner atención en el entorno. Toda los empelados comenzaron a irse por un sendero. Mire rápidamente a donde antes se encontraba el señor Seavey y Daniel. Ellos seguían ahí. Me alivie un poco, pero aun tenia bastantes dudas. Aunque a que me las respondieran, prefería olvidarlas para siempre.

La verdad, quería olvidar esto para siempre. Hacer como si nunca hubiera habido un tiroteo y se haya desencadenado aquel caos. Solo volver a casa y pretender que esto nunca pasó. Conseguir un nuevo empleo y fumar con Corbyn.

Me tocaron el hombro, me sobresalte dando un brinquito. Me voltee a ver de quien se trataba esta vez. Nada más y nada menos que el señor Seavey. Me miraba con preocupación en su rostro.

-Hola, Maya- saludó el señor en su tono neutro. Forcé una sonrisa. Quería decirle que se fuera a la mierda, pues era su culpa todo eso, quien sabe que habría hecho para que esto sucediera. Pero, aun era mi jefe y aunque quisiera, no iba a faltarle al respeto aun.

-Señor Seavey- hablé con el saludo que teníamos permitido decirle al señor en la mansión cuando lo veíamos alrededor.

-Deja las formalidades de lado, ahora dime James- dijo el señor canoso de ojos azules, tales como los de Daniel. Asentí con una cara de seriedad.

-Bueno.

-Ahora, iremos todos juntos a la mansión del bosque a refugiarnos, la noche no tarda en caer- el señor habló de nuevo. Ahora, Daniel estaba a su lado escuchando la conversación. Fruncí el ceño. Este hombre estaba loco si creía que iría con él. A donde los Seavey iban, el peligro los seguía.

-Esperen un momento- me miraron con atención -con todo respeto, iré a mi casa de nuevo y pretenderé que esto jamás paso. No iré con ustedes-

-Maya, lamento decirte que no tienes otra opción- Daniel habló con la frialdad de siempre que me hizo sentir escalofríos.

-¿De qué hablas?- pregunté con el ceño fruncido y una mueca de confusión, acompañada de un tono de voz serio e igualmente frio.

-Ya no hay manera de que te puedas marchar. Por lo menos en un tiempo- dijo el señor Seavey ahora -Estas involucrada. Te vieron, saben quién eres, donde vives, tu edad, tu historia y más importante, saben que me importas-

-¿De qué habla? Y ¿Quiénes sabe eso?- pregunté más confundida que antes. Sus palabras me confundieron de verdad. ¿Quiénes sabían eso de mí? ¿Por qué de mí? Y ¿yo le importaba? ¿Por qué?

-Te lo explicare en la mansión, pero por ahora, tienes que venir con nosotros- el señor Seavey prosiguió. Me importaba una mierda si sabían quién era. Yo iría a casa sin importar que.

-¿Y si no quiero? Disculpen, pero me iré a casa ahora- me di la vuelta y me dispuse a caminar hacia algún lado, pues la verdad no sabía ni donde estábamos pero si buscaba bien encontraría algún camino por el cual seguir.

-Te asesinaran- dijo el hombre. Lo ignore y seguí caminando sobre mis pies descalzos. -Y recuerda, aun trabajas para mí y te quedan 13 años de servicio. Así que si te vas, no serás asesinada por ellos. Pero si por mí-

Me pare en seco y escuche como un arma era cargada. Me voltee con lentitud mientras estaba paralizada y en shock por sus fuertes palabras. ¿Me iba a matar?

Al darme la vuelta, mi "jefe" estaba allí apuntándome un revolver. Pestañee dos veces, no me creía lo que veía. Daniel solo me miraba sin expresión alguna. Sabía que había más gente alrededor, los amigos de Daniel y las chicas de antes, pero estaba demasiado perturbada como para ponerles atención.

-¿Q-que?- fue lo único que salió de mi boca.

-Eso mismo. Así que sígueme o te volare la cabeza, niña Edwards- habló el señor con un toque de arrogancia en su tono frio. Mi corazón se aceleró. No era la primera vez que estaba así de cerca de que disparaban, el problema era que el señor Seavey realmente me asustaba y además, nunca me lo espere de él.

Así que solo lo seguí su camino hacia lo más adentro del bosque. Note que las chicas de a antes, Jenna y Dalia nos seguían en vez de haberse ido con los demás empleados. Significándose eso, que eran importantes para Daniel o su padre.


𝐛𝐚𝐝 | 𝐝𝐚𝐧𝐢𝐞𝐥 𝐬𝐞𝐚𝐯𝐞𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora