52; stay with me

717 77 103
                                    

F I F T Y T W O !

i guess it's just my life and i can take it if i wanna』

『 i guess it's just my life and i can take it if i wanna』

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


- Esto es jodidamente extraño - musité cuando sentí el primer golpe de energía golpear mi cuerpo.

Vincent, quien estaba recostado bocarriba a mi lado en la cama, soltó una risa grave. Bufé, a pesar de que en el estado en el que comenzaba a caer todo me parecía más confuso que de costumbre, estaba segura que no me gustaba sentirme así y aún menos si tenía a Vincent a mi lado. Es decir, estaba loco y no iba a negar que si me asustaba un poco el hecho de que me pudiese llegar a hacer algo extraño mientras yo estaba en mi pequeño viaje de cocaína. Me asustaba más el no ser capaz de recordarlo al día siguiente.

- Cuéntame de ti.

- ¿Qué mierda quieres saber de mí? Creí que nos acosabas; deberías saber todo de mí a este punto.

Vincent negó con la cabeza.

- No te acosaba a ti, así que solo sé lo básico - me dijo, dejando caer su cabeza para mirarme el perfil. Resoplé.

- Como digas, maniaco. ¿Qué quieres saber? - le pregunté, agobiada. Vincent se hizo el que pensaba, aunque por más confundida que estuviera sabía que lo que me quería preguntar ya lo tenía pensado desde antes; como se trataba de Vincent probablemente llevaba horas con la pregunta rondándole la cabeza.

- ¿Por qué trabajabas para james? - los ojos se me voltearon incluso por sí mismos. Estaba casi segura que preguntaría algo así.

- Mi madre trabajaba ahí antes y, como murió, tuve que terminar sus años de servicio.

Y entonces se me ocurrió.

Vincent trabajó en la mansión de los Seavey. Si mis cálculos eran correctos, ahora tenía veintiséis y su jornada ahí había empezado hacia nueve años, cuando el tenia diecisiete. Hace nueve años yo tenía nueve y mi mamá seguía viva, trabajando en esa casa de los horrores. Suponiendo que Vincent la hubiera visto alguna vez, él ya era lo suficientemente mayor para recordarla y tal vez, solo tal vez, me podía decir algo acerca de la relación que mi madre mantenía con James Seavey. Porque a este punto, ¿Por qué debía de mentirme a mí misma? Podía ser lenta y estúpida, con falta de educación, incluso; pero yo misma había unido los cabos sueltos para darme cuenta que hubo aloja ahí que nadie nos estaba contando.

- ¿Conociste a mi madre? - salió de mis labios disparado como bala. Vincent dejó caer su cabeza para mirarme otra vez. Frunció el ceño. Rogué en mis adentros que hubiera algo que me pudiera decir. Cuando se relajó su rostro, sentí una chispa de emoción recorrerme las entrañas. Sabía algo.

- Ahora que lo dices, sí. Arabella - sentí que se me paraba la respiración. Si, si, ese era su nombre. Sentí que por fin me iban a dar la información que tanto había estado deseando cuando Vincent dijo:- , No hay mucho que te pueda decir, de todas maneras. Solo limpiaba. Limpiaba arriba. Y ya.

𝐛𝐚𝐝 | 𝐝𝐚𝐧𝐢𝐞𝐥 𝐬𝐞𝐚𝐯𝐞𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora