𝐛𝐚𝐝 | 𝐝𝐚𝐧𝐢𝐞𝐥 𝐬𝐞𝐚𝐯𝐞𝐲

11; shh, it is a secret

E L E V E N !

( ᴡɪᴛʜ ʏᴏᴜʀ ʟɪᴛᴛʟᴇ ᴡʜɪᴛᴇ ʟɪᴇꜱ )

-¡¿Maya?!- exclamo haciendo que todos lo miraran con el ceño fruncido.

-¿C-Corbyn?- pregunte con confusión. ¿Qué hacia el aquí?

-¿Qué mierda haces aquí?- preguntó con sorpresa mientras caminaba con velocidad hacia mí. Yo me acerque un poco a él.

-Pregunto lo mismo- le dije. Él se acercó, me tomo de los hombros y me abrazo. Vaya que necesitaba ese abrazo. Le seguí el abrazo, enrede mis brazos en su torso y lo apreté, puse mi cabeza entre su cuello y aspire su aroma. Mierda, como había extrañado a ese chico. Sentía como si nunca más lo iba ver. Pero ahí estaba, abrazándome. Levante un poco a mirada para ver a los chicos que estaban con Corbyn.

Jack, el chico de rizos, que sé que conozco pero nunca había tenido la oportunidad de hablar con él y Jonah, el chico muy muy guapo que me había apuntado con un arma aquella noche.

Se separó y dejo un beso en mi frente, le sonreí y me correspondió, pero su sonrisa duro poco, me hizo a un lado y dio un paso hacia enfrente.

-Con todo respeto, ¿Qué mierda hace ella aquí?- Corbyn preguntó con el ceño fruncido y un ligero toque de enojo en su voz.

-Ahora está en esto, Corbyn- El señor Seavey se dirigió a él con calma. ¿Qué? ¿Se conocían ya? Y, ¿Qué era en lo que estaba ahora?

-¿Qué? ¡No! Ella no tiene por qué estar aquí ni en esto- habló con enojo mi mejor amigo. Paso una mano por su cabello desesperado.

-Estuvo en el tiroteo, teníamos que llevárnosla- Daniel interfirió en la discusión sobre mí. Mi cara se deformaba más en confusión cada vez que alguien comentaba algo nuevo.

-¡Claro que no! La podían dejar irse después. Portland es más seguro- Aseguró Corbyn. No entendía nada. Quería gritar y decirles a todos que me explicaran todo, pero decidí observar. Pero, ¿Corbyn sabía todo eso? ¿El sabía del tiroteo?

-La vieron con nosotros, Portland dejo de ser seguro para ella desde el momento en que la vieron en la mansión- Daniel intentó explicarle. Corbyn soltó el aire y bufo.

-¿Y a mí qué? ¿No me van a decir nada de lo que sucede?- pregunté sin pensar. Mi voz sonó agresiva y molesta y eso me gusto. Todos me miraron con sorpresa, excepto Corbyn, que soltó una sonrisa ladina ante mi revelación.

-Cada cosa a su tiempo, Maya- el señor Seavey hablo con calma y me hizo un ademan para que me clamara. Solté una risa sarcástica.

-¡No! Yo no tengo nada que hacer aquí y si lo tengo, me encantaría que alguien me dijera que es- alcé la voz -¡Casi muero dos veces y ni siquiera sé por qué!-

Corbyn abrió los ojos y me miro para luego mirar a Daniel con enojo. Este sonrió de lado y se alzó de hombros.

-A todo esto, ¿Quién es ella y que hace en mi casa? Porque me gusta mucho su actitud- el señor Kampouris hablo con una sonrisa de lado mientras me apuntaba con su cigarrillo.

-Es Maya, es...una amiga de Daniel- el señor Seavey invento. ¿Qué? Yo amiga de Daniel era tan imposible como un perro volando. Daniel era todo menos mi amigo solté una risa falsa, pero preferí no decir nada al respecto.

-y tu, Corbyn, ¿Qué mierda haces aquí?- pregunte mirando a mi rubio amigo. Apretó los labios.

-Y-yo...

-No es quien crees, Maya. No es quien te dijo ser. No es tan bueno como crees- Daniel lo interrumpió con una leve mira de astucia. Corbyn lo fulmino con la mirada.

-Cállate, Daniel- ataco Corbyn -Tú no sabes nada-

-Pero Maya tampoco, y quiere saber, ¿no es así?- me pregunto con una ceja alzada y un particular tono arrogante en su voz. Trague fuerte, mire a Corbyn y luego volví a mirar a Daniel, asentí. Corbyn bufo.

-Maya no...

-Corbyn no es un simple chico de portland metido en carreras ilegales de motos, oh, claro que no. ¿Conoces al señor Kampouris? Bueno, este joven de ahí es su mano derecha. Un astuto joven asesino que lo ayuda a vender y entregar sus drogas y armas. Una gran historia ¿No?- Daniel dijo burlón mirando desafiante a Corbyn. Abrí la boca en sorpresa. No se siquiera que era lo más sorprendente; que Corbyn vendiera Drogas o que Daniel hubiera dicho todo eso en ese tono y hacia Corbyn. Era más que obvio: no se agradaban mucho.

-Maya, yo no...

-Ahórratelo, Corbyn- dije justo cuando iba a poner su mano en mi hombro. -Dios mío, ¡Toda mi vida ha sido una puta farsa!-

Me senté un mi lugar con cara de pocos amigos después de decir aquello. Vi como Corbyn suspiraba y se sentaba en su silla al lado de Jack, Jonah y el otro chico, quienes ya habían ocupado sus respectivos asientos.

-En fin, es una lástima que mi muchacho te mintiera, pero da igual. ¡Tenemos cosas que hablar señores!- Habló Marcus. Me gustaba su forma de ser. Era una mezcla entre la arrogancia, el sarcasmo, lo cómico y lo elegante -¿Quién empieza?-

-¿Estamos a salvo aquí? ¿O va a haber otro tiroteo aquí?- Daniel alzó la voz diciendo con sarcasmo la última frase. Rodé los ojos. No era divertido para mí.

-De hecho, estimado Daniel, si lo están. Ellos no tienen ni la mínima idea de que están aquí- habló el señor Kampouris con una sonrisa astuta en sus labios.

-¿Cómo esta tan seguro de eso?- volvió a preguntar.

-Veras, estoy "Retirado" en este negocio, además ellos creen que estoy de su lado porque me pelee con James en el pasado. Obvio lo arreglamos hace mucho pero shh, es un secreto- habló burlón el castaño de gafas -No vendrán aquí porque les dije que en cuanto supiera algo de ustedes los llamaría para que los exterminaran- rio con lo último que dijo y le dio otra calada a su cigarrillo.

Maya Edwards.