ˏˋ°•*⁀➷ || ❝𝐡𝐞 𝐰𝐚𝐬 𝐚 𝐛𝐚𝐝 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧❞
──── Daniel es el hijo de un vendedor de droga, Maya es empleada en su mansión.
Daniel a veces preferiría no ser hijo de su padre y Maya desearía no tener que trabajar para las bestias de los Seavey. M...
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A la media hora de viaje, ya no soportaba más. Debían ser más o menos las 11:00 del día y parecía más tarde a causa de las grises nubes.
Quería abrir la puerta del auto en movimiento y tirarme hacia afuera para evitar todo. Y con todo me refiero al gran silencio incómodo que Daniel y yo guardábamos. Nadie decía nada y solo se escuchaba nuestra respiración. Jenna tenía audífonos puestos y Dalia estaba plácidamente dormida.
Comencé a sentirme rara. Nerviosa podía servir de descripción, pero la palabra correcta era ansiosa. Estaba ansiosa por la tensión del silencio que sentía y ansiosa por qué no había fumado en mucho tiempo.
No podía saber si la tensión también la sentía Daniel o si el también se sentía incómodo por el silencio. Digo, podía voltear a mirarle y asegurarme pero eso aumentaría la tensión y yo no quería que el idiota de Daniel se diera cuenta que lo miraba. Lo intenté mirar de reojo pero solo note sus ojos bien puestos en el camino y sus facciones un poco más relajadas que de costumbre. Aun así, voltee la mirada con rapidez.
Sin darme cuenta de mis acciones y como un movimiento involuntario comencé a levantar mi talón y estrellarlo contra el piso repetidas veces, creando un sonido.
-¿Puedes parar? Es molesto- la voz de Daniel se escuchó con un ligero tono de exasperación. Hice una mueca de sorpresa y lo mire, aún tenía sus ojos en el camino pero sus rasgos parecían un poco más duros.
-Ya, perdón- dije con un leve tono de disculpa. No lo sentía, era su culpa por crear ese ambiente irritante.
-¿Estás nerviosa?- pregunto de la nada. Lo mire, él miraba levemente hacia a mí. Negué con la cabeza.
-Ansiosa- dije yo. El asintió con la cabeza y después de vacilar unos segundos volvió a poner toda su concentración al volante.
Que conversación más rara. Sentí como si quisiera entablar algo, pero no sabía cómo y la verdad yo no quería hablar con nadie. Aunque pensándolo bien si había una persona con la que quiera hablar: Corbyn.
Por un momento pensé en pedirle su celular a Daniel para ver si podía llamar a Corbyn, pero lo descarte enseguida. No sabía cómo reaccionaría y no dejaría que me humillara o algo así.
Revise el reloj del auto, que estaba justo sobre la radio. Me frustre un poco al ver que solo habían pasado 40 minutos desde que salimos de la casa.
Intenté mantenerme ocupada pensando en algo, pero todo lo que pensaba me conducía al incidente de la mansión y eso me llevaba aquí, al momento que estaba viviendo. Me puse a pensar en momentos importantes en mi vida a modo de distracción.
A los 15 mi mamá murió. A los 16 perdí mi virginidad. A los 17 lo hice con un camionero. A los 18 viví un puto tiroteo en mi puto trabajo y un puto ninfo-mano* antisocial y millonario me acarreo con él a un escondite en un jodido sótano y camine una hora para llegar en medio de la nada para que luego mi estupido jefe me apuntara con un arma y me obligará a seguirlos a una maldita mansión en medio del bosque para luego tener que irme con ellos a hacer quién sabe que a un puto pueblo del que nunca en mi jodida vida había escuchado.
