ˏˋ°•*⁀➷ || ❝𝐡𝐞 𝐰𝐚𝐬 𝐚 𝐛𝐚𝐝 𝐩𝐞𝐫𝐬𝐨𝐧❞
──── Daniel es el hijo de un vendedor de droga, Maya es empleada en su mansión.
Daniel a veces preferiría no ser hijo de su padre y Maya desearía no tener que trabajar para las bestias de los Seavey. M...
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-¿Quién eres?- me salió de los labios, arrepintiéndome una vez que pude pensarlo. Ante mis palabras, el rubio se relamió los labios y volvió a sonreír.
-Me llamo Vincent Kingston - se presentó sin quitar su sonrisa. Me volvió a mirar de pies a cabeza y luego frunció el ceño con su sonrisa -y ¿Quién eres tú?-
-No te incumbe- le respondí. No sabía quién era y viendo la extraña situación en la que me encontraba, no quería darle mi nombre a alguien quien me había dado tan mala espina antes. El, ante mi repuesta, soltó una encantadora risita.
-Está bien, ¿Qué haces aquí?- preguntó -Marcus me dijo que no habría más gente en su casa-
Y allí supe que lo había cagado. Todo tuvo sentido, Marcus era traficante y recibía gente peligrosa en su casa. ¡El señor Seavey lo había dicho en frente de mis ojos!
"-Me encantaría quedarnos, pero Marcus, a tu casa vienen cientos de personas peligrosas todos los días, no será mucho el tiempo antes de que nos descubran-"
El aparentaba ser una de esas personas peligrosas que podían descubrir lo que fuera que Daniel y su papá estuvieran escondiendo.
-Yo...soy una empleada- mentí. El me miro de nuevo y frunció el ceño con una burlona sonrisa, como si no creyera mis palabras, que claramente eran mentiras.
-¿Y tú uniforme?
-soy niñera, no uso uniforme- logré mentir, sonriendo con los labios apretados hacia el rubio. El me miró extrañado y soltó una risa ronca.
-¿Niñera de quién? En esta casa no hay niños- me preguntó. Me miraba con burla, como si acabase de decir una estupidez digna de reírse. No me gustaba esta mirada.
Iba a responder algo, una excusa estúpida, pero la voz de alguien se hizo presente atrás de nosotros, haciéndome voltear.
-¿Maya? ¿Qué haces aquí?- Rose se encontraba al pie de la escalera mirándome como si hubiese cometido una gran metida de pata. Llevaba su cabello rubio atado en una coleta con un listón, una falda de mezclilla blanca y una camiseta azul celeste y era la primera vez que la veía mostrar otra emoción que no fuera fastidio.
-Con que te llamas Maya- la voz del rubio me hizo voltear a mirarlo un segundo para volver mi vista a Rose, quien al parecer no había notado la presencia del tal Vincent, pues al escuchar su voz lo miró por primer vez y logré percibir como su rostro palidecía y sus ojos se abrían de par en par, para luego buscar mi mirada con velocidad. Entendí lo que sus ojos me querían transmitir: yo no debía haber tenido contacto con el chico en la puerta.
-S-señor Kingston- Rose alzó la voz intentado sonreír -Mi padre lo espera en el estudio-
Luego de eso, Rose me jaló del brazo para esconderme detrás de ella, como si su pequeño cuerpo pudiese protegerme de algo.
