19; you're gonna get in a lot of trouble

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N I N E T E E N !

( ɪ ɢᴜᴇꜱꜱ ʏᴏᴜʀ ᴅɪᴅɴᴛ ᴄᴀʀᴇ ᴀɴᴅ ɪ ɢᴜᴇꜱꜱ ɪ ʟɪᴋᴇᴅ ᴛʜᴀᴛ )

( ɪ ɢᴜᴇꜱꜱ ʏᴏᴜʀ ᴅɪᴅɴᴛ ᴄᴀʀᴇ ᴀɴᴅ ɪ ɢᴜᴇꜱꜱ ɪ ʟɪᴋᴇᴅ ᴛʜᴀᴛ )

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Yo creía que era una chica mala. Creía que era valiente, que no tenía miedo, que era autosuficiente y que nadie ni nada me intimidaba. Pero estaba muy equivocada, por que terminó por ser algo distinto. Terminé por darme cuenta que todo aquello que yo misma creía de mi era solo una coraza, una personalidad falsa; termine por darme cuenta que no me conocía en lo absoluto.

Porque antes de que todo esto sucediera yo te hubiera dicho que no estaba asustada de morir y que si lo hacía sería mejor porque mi vida era miserable, pero decía eso porque nunca había tenido la oportunidad de estar al borde de la muerte, lo decía porque nunca había sido una fugitiva o una rehén y por qué nunca me habían apuntado con un arma de fuego.

Y ahora por fin podía ver a la real Maya, después de muchos años. Tenía miedo y no quería morir. Ya no me sentía poderosa, invencible o siquiera segura de mí. Ahora sentía que cualquier cosa que dijera podría ser usada en mi contra y ya ni siquiera podía comportarme altanera o grosera, porque estaba asustada. Y por más que odiaba aceptarlo, era verdad; yo solo era una cobarde chica oculta bajo un labial rojo y una adicción a la nicotina.

Tal vez estaba ocultando a la verdadera Maya saliendo de fiesta y emborrachándome solo para que la Maya cobarde no apareciera por las noches.

Y si antes me sentía perdida y como si existiera sin motivo, ahora estaba mucho peor. No sabía nada. Nada de las personas a mí alrededor, nada de la situación, nada de él "enemigo", nada de mi propia madre y peor aún: nada de mi misma.

Sentía que estaba perdida en un lugar donde todos sabían todo pero nadie me podía decir nada.

No tenía nadie en quien confiar, porque el que creía mi amigo me había mentido y ya no podía confiar en él.

Me sentía sola y me lo recordaba a cada paso que daba por la casa intentando encontrar algo mejor que hacer y que me hiciera olvidar por un momento lo mal que me sentía.

Recordé que anoche en el balcón había visto el jardín de la casa. Me dispuse a ir a explorar un poco y tomar aire fresco. Solo tenía un problema: la casa era enorme y no tenía ni idea donde estaba la salida.

No tenía de otra más que encontrarla buscándola.

Caminé unos minutos intentando no perderme hasta que sin querer di con una puerta grande y blanca. Estaba a punto de seguir mi camino hasta que unas palabras me hicieron parar en seco.

-Necesito encontrarlo, Marcus- comenzó una voz. Intenté acercarme a la puerta lo más cautelosa posible.

-No tengo información de su paradero- la voz de Marcus se hizo presente.

𝐛𝐚𝐝 | 𝐝𝐚𝐧𝐢𝐞𝐥 𝐬𝐞𝐚𝐯𝐞𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora