14; Maya's existential question list

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F O U R T E E N !

(ᴅᴏɴᴛ ᴀꜱᴋ Qᴜᴇꜱᴛɪᴏɴꜱ ʏᴏᴜ ᴅᴏɴᴛ ᴡᴀɴɴᴀ ᴋɴᴏᴡ )

(ᴅᴏɴᴛ ᴀꜱᴋ Qᴜᴇꜱᴛɪᴏɴꜱ ʏᴏᴜ ᴅᴏɴᴛ ᴡᴀɴɴᴀ ᴋɴᴏᴡ )

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-Esta es tu habitación- la rubia apuntó suavemente hacia la puerta blanca de perilla dorada. Miré a mi alrededor, los pasillos se abrían paso en laberintos que probablemente mas tarde recorrería, algunas puertas daban a balcones o hacia afuera. Las paredes estaban decoradas con algunas macetas colgantes siguiendo toda la estética que había estado viendo desde que entre, el blanco con el leve mármol y la decoración dorada que estaba presente en casi todos los revestimientos de paredes y decoraciones.

Volví a mirar a la puerta frente a mí. Con suavidad puse mi mano sobre la perilla; estaba fría, le di vuelta y abrí la puerta, empujándola hacia adentro. Di un paso dentro de la habitación y no me sorprendió que, al igual que toda la casa, fuera del mismo estilo: elegante y sutil.

Era hermosa, tal como me imaginaba los hoteles de cinco estrellas que ni loca pudiera pagar. Era enorme, además; era como mi apartamento. También tenía dos puertas más. Supuse que eran el baño y un armario o algo por el estilo.

-Es hermosa- admití. Anastassia sonrió, se veía demasiado bonita sonriendo. Sus comisuras formaban líneas en sus mejillas y sus ojos azules se achinaron.

-Bueno, gracias- sonrió mientras pronunciaba las palabras. Sonreí sin mostrar mis dientes como respuesta.

-¿Le dan habitaciones así a todas las empleadas fugitivas?-me atreví a preguntar. La chica abrió los ojos sorprendida por la pregunta y luego soltó una pequeña risita que provoco que una risa leve saliera de mí.

-No, no solemos recibir empleadas fugitivas muy seguido- contestó -Pero en este caso, tú no eres solo una empleada, Maya-

Alce una ceja ante tal aclaración. Si, si lo era. Ella suspiró sonriendo con paciencia y puso su mano en mi hombro, haciendo que con tal movimiento un poco del aroma de su perfume se desprendiera de ella y llegara a mis fosas nasales; eran flores, eran jazmines.

-¿No lo entiendes? Eres demasiado importante para solo ser una empleada. Eres demasiado importante...para ambos- fruncí el ceño ante la confesión de la rubia. ¿Por qué pensaba eso? ¿Por qué todos pensaban eso? Iba a abrir la boca y preguntar el cómo lo sabía o el por qué lo decía, pero se me adelantó:
-No me preguntes ni el por qué ni el cómo se, porque no lo sé. Solo le sé y tu trabajo será averiguarlo-

-Pero-

-Tengo que irme, alguien te llamara para almorzar- me interrumpió la chica. Abrí la boca para protestar de nuevo, pero otra vez, la chica rubia de ojos azules se acercó a darme un beso en la mejilla y con rapidez se dirigió a la puerta.

-¿Ahora que se supone que haga?-le pregunté a Anastassia. La chica solo alzo los hombros y me sonrió, sin embargo, ya no era esa sonrisa dulce, esa sonrisa era pura astucia. Con rapidez comenzó a irse por el pasillo. Corrí tras ella pero me quede en el marco de la puerta al ver como corría suavemente por el pasillo.

𝐛𝐚𝐝 | 𝐝𝐚𝐧𝐢𝐞𝐥 𝐬𝐞𝐚𝐯𝐞𝐲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora