Historia resubida por problemas técnicos 🤠
Capítulos editados y más dramáticos ahre.
Hannah es divertida.
Shawn es inteligente.
A Hannah le gustan los memes.
Shawn ni siquiera los conoce.
Hannah es alegre.
Shawn es muy serio.
Hannah es despreocupad...
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Hannah aceptó un poco incómoda y se fue a la pista a bailar con el bastardo.
Después de unos momentos de estar solo en la mesa viendo como el idiota de Luke se aprovechaba de la bondad de mi Hannah, llegaron mis papás un tanto acalorados.
—Shawn, si estarás así en todo el día mejor vete a la casa. —Dijo mi mamá mientras agarraba una botella de agua.
—Hecho. —No lo planeaba hacer sin llevarme a Hannah a casa, pero solo quería enfadarla.
— ¡Shawn! No seas maleducado. Al menos deberías de darle el abrazo a Luke. Ellos también fueron a tu fiesta de cumpleaños número catorce. — Me reprochó mi mamá.
—Yo que tú le hago caso. —Murmuró mi papá tomando de su vino.
—El chico me da repugnancia. —Pronuncié.
—He visto que has estado tratado a tu hermana... diferente. —Dijo mi mamá viéndome tratando de sacarme información. —Se puede saber ¿Por qué?
Joderr.
—Eh... simplemente... nuestra relación de hermanos... mejoró. —Respondí sosteniéndole la mirada nervioso.
Sé que no estaba muy convencida por lo que le dije pero intenté sonar lo más realista posible hasta que al fin, asintió sonriendo.
—De acuerdo, Shawn. Te creeré. Pero solo porque eres el orgullo de la familia.
Sonreí complacido, joder.
¡Qué bien sonaba eso!
Cuando al fin acabó la fiesta que fue en la noche, nos despedimos de Amanda junto al bastardo y nos fuimos a nuestra casa.
Entre primero y fui a la cocina a tomar un vaso de agua. Hannah llegó a mi lado un poco después y se puso detrás de mí intentando alcanzar algo.
Moví el brazo hacia atrás y escuche un quejido de dolor.
Voltee rápidamente preocupado y vi a Hannah agarrando su pecho.
— ¿Sucede algo? —Pregunté tocando sus manos.
—Imbécil, ¿te crees muy gracioso? —Gimió de dolor.
— ¿Te he hecho algo malo?
—Me golpeaste la teta, idiota.
¿Teta?
—La... ¿Qué?
—No te hagas el tonto. —Murmuró esta vez tocando su busto.
Oh vaya.
¿Teta significa busto?
— ¿Te duele? —Si soy imbécil. —Lo siento, ¿hay algo que pueda hacer para que te deje de doler?
Ella camino hacia su habitación y yo la seguí, sintiéndome culpable de su dolor.
¿Cómo iba a saber que la golpearía?
Entre y cerré la puerta a mis espaldas.
Mierda, me duele como el infierno.
— ¿Quieres que te de un masaje por ahí? —Susurré acercándome a ella.
— ¿Crees que esto es una broma?
— No, es lo menos que podría hacer.
— A ver, quítate la camisa.
— Eres muy traviesa, Hannah.
— No soy traviesa, Shawn. Ahora quítatela.
— De acuerdo. — No tenía ningún problema en que me viera sin camisa, es más, prefería estar así, tal vez ella sienta lo mismo que yo. Hice lo que me pidió y me la quité, de pronto, ella se acercó a mí y poso su mano en mi pecho hasta llegar a mi tetilla y pellizcarla un poco fuerte.
Maldita sea, esto dolía mucho.
Me sobe la parte afectada y miré mal a Hannah.
— ¿Qué se siente?
— Dolor, ¿Qué más debería sentir?
— Bueno pues así sentí yo, solo que con más dolor, idiota. —Dijo y se fue a su cama y se dejó caer en esta.
Fui hacia ella y me acosté a su lado pasando mi brazo por su abdomen.
— Durmamos juntos.
Ella volteó a verme. — ¿Por qué no quieres dormir en tu cama?
—No me importa en qué cama duerma, mientras sea contigo yo seré feliz.
—Bueno, entonces dormiremos juntos.
Me acomode bajo sus brazos. Joder era el mayor, sí, pero, comportarme como un niño siempre ha dado sus frutos, por ejemplo, Hannah siempre me hace mimos.
Cuando yo tenía diecisiete años y Hannah catorce, un día estaba lloviendo muy fuerte y mis papás no estaban en la casa, como siempre, ellos estaban en una fiesta de la empresa de mi papá y no se admitían chicos menores de dieciocho años y obviamente nos quedamos en casa, asustados en una noche lluviosa como aquella.
Recuerdo haber tenido los deseos de que Hannah me masajeara el cabello, así que fui a su habitación para despertarla con la excusa de que yo tenía miedo a los truenos, me sentí un completo idiota pero cuando Hannah hizo un espacio a su lado para que yo me acomodara ahí, todo el sentimiento se me quitó.
La abracé por la cintura y ella por mi cuello y comenzó a hacerme caricias lentas y suaves para que me calmara, o también cuando me quede dormido en sus piernas sintiendo sus delicadas manos en la piel de mi abdomen dándome unas deliciosas cosquillas que yo tomaba como un masaje.
YA LLEGO LA CHICA QUE LAS HACE SUFRIR PORQUE NO PONE EL SMUT, MUAJAJAJAJAJAJA.
