Historia resubida por problemas técnicos 🤠
Capítulos editados y más dramáticos ahre.
Hannah es divertida.
Shawn es inteligente.
A Hannah le gustan los memes.
Shawn ni siquiera los conoce.
Hannah es alegre.
Shawn es muy serio.
Hannah es despreocupad...
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Hayes y yo nos divertimos mucho. Casi no dormimos en toda la noche pero valió la pena.+
Shawn se enojó conmigo por dormir las dos horas restantes en la cama de Hayes.
Quien lo comprende.
Lo cual suena ilógico pues se fue antes con su ''amiga'' Katia, su compañera del hospital. Mentiría si dijera que no sentí celos, pero recordé que Shawn es mi hermano y que está enojado conmigo y casi se me pasa.
De no haber sido que haya traído a su chica a casa de Nash.
El idiota sabía lo que hacía.
— ¿Y esa quién es? —Pregunto Hayes a mi lado, susurrando.
—Dice que es su amiga. —Murmuro al ver como la toma de la cintura dándome una mirada de reojo para después, darle un beso en los labios sorprendiendo a todos, pues estaban platicando con los chicos en la sala. Mientras que Hayes y yo estábamos al pie de las escaleras.
—No me gusta cómo suena eso. —Dijo y también se cruzó de brazos. —Para mí que te quiere ver celosa.
— ¿Y eso por qué?
—Piensa, se molestó contigo porque dormiste en mi cama. ¿Cuáles fueron sus últimas palabras antes de que trajera a esa chica?
—Si tú puedes tener amigos, yo también puedo tener amigas. —Repito la frase que Shawn uso conmigo.
—Exacto. Esta celoso. La pregunta es ¿Por qué es celoso contigo?
Ya se adonde quiere llegar esto.
—No lo sé. —Respondí demostrando desinterés.
— ¿Hay algo que paso entre ustedes y no me quieres contar?
Maldito Sherlock Holmes.
— ¿De qué hablas? ¿Él y yo? —Reí con nerviosismo. —Somos... hermanos. No hay nada que contar.
— ¿Segura? —Insistió el.
— ¿Tienes hambre? —Hayes se desconcertó un poco por la pregunta así que hable rápidamente. —Yo sí, ¿ya vamos a desayunar?
—Sí, claro. En la sala hay pan dulce.
—Genial. Pan dulce con leche. No podría pedir más. —Exclamo y voy hacia la mesa que está detrás de los chicos.
Podría desayunar eso todos los días y jamás me cansaría.
Es realmente delicioso.
Tomé uno y luego fui a la cocina con una presencia detrás de mí. Supuse que era Hayes y no dije nada. Me agaché frente al refrigerador abierto y busque la leche en silencio.
Hasta que sentí un azote en mi trasero.
—Maldita sea, Hayes que te dije de los... —Dejo de hablar al ver a Shawn detrás de mi sobando su anillo que le había regalado la abuela.
— ¿Sabes, Hannah? —Dijo serio avanzando hacia mí. —No me gusta que me desobedezcas. —Tiró de mi cintura hacia él y cerró la puerta del refrigerador. —Lo que yo diga lo haces. Sin peros ni excusas.
— ¿Y quién te dijo a ti que te quiero obedecer? —Respondí empezando a molestarme.
—No se trata de que quieras, sino de que lo hagas. —Su cuerpo se acercó más a mí hasta que sentí algo duro en mi zona baja.
—Malditas sea, Shawn. Deja de ser tan exigente. —Dije y puse mis manos en su pecho intentando separarlo. — ¿No quieres ser así con tu ''amiguita''? —Su rostro fue a mi cuello y gruñó mientras me daba un mordisco haciéndome soltar un jadeo.
—Ella no es como tú. —Su mano derecho tomó mis manos y las puso arriba de mi cabeza. —Tú eres perfecta. —Su boca me dio otro mordisco.
— ¿Acaso te crees un perro para darme mordiscos? Suéltame, Raúl.
Me estaba molestando de verdad.
Shawn tiene a Katia y a Shania pero si yo estoy con Hayes, el señorito se enoja.
Que suerte tengo.
De repente, Shawn posó sus labios con los míos de manera ruda y desesperada. Mordió mi labio y soltó un gemido cuando su lengua se adentró en mi boca rápidamente.
Y así como empezó el beso, se terminó.
En cuanto me separé de él, le di una bofetada haciendo que el ladeara la cabeza.
—No me vuelvas a besar así cuando tienes a otra chica contigo. —Murmuro con rabia y salgo de la cocina con mi vaso de leche y mi pan dulce.
Porque a pesar de todo, seguía teniendo hambre.
—Hannah, ¿qué te sucedió? Estas molesta. —Dijo Hayes y me llevo a su habitación.
—Creí que me habías escondido la leche y me enoje. —Mentí sentándome en su cama.
— ¿Yo? Pero si soy una criaturita del señor. —Dijo haciendo un puchero haciendo que sacara una sonrisa. —Esa es la chica que conozco. —Él rio y me golpeo el hombro jugando.
—Eres un tonto.
—Pero así me amas.
—Obvio.
Desayune olvidando por completo lo que tenía que traerle a Hayes pero no le importó. Él lo olvidó.
Aunque, ¿quién se olvida de comer?
Ya saben que hacer :v
Voten y comenten.
Pero me gustaría que comenten más, adoro sus comentarios.
Eso me anima a seguir la novela, porque me dan su punto de vista :'v
