Mi hermano. (Shawn Mendes) O R I G I N A L

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Llegamos a casa a eso de las seis de la tarde y Hannah se fue corriendo a su habitación. Al final, ella se había comprado tres conjuntos de ropa interior que parecía lencería y un par de pijamas.

Mi mamá se había ido cuando nosotros nos fuimos a comprar la ropa, nos despedimos sí, pero dijo que acompañara a Hannah. Lo iba a hacer, Nash me invito a su casa junto a Cameron y Carter, la pasaríamos bien pues habría alcohol y unas cuantas películas.

Después de unos minutos Hannah bajo con su pijama habitual, un short que le llegaba un poco arriba de las rodillas y una blusa de manga que le llegaba hasta los codos. Traía una pequeña mochila donde suponía llevaba su ropa y algunos artículos de chicas, aunque ella no sea tan femenina.

— ¿Ya arreglaste tus cosas? —Me preguntó.

—Cariño, yo siempre lo arreglo un a tiempo. —Le sonreí de lado y ella blanqueó los ojos.

—Bien, entonces ya podemos irnos, ¿no es así?

—Sí, vamos.

El camino a la casa de los Grier fue corto por lo que no me sorprendí el llegar demasiado rápido a la puerta de su casa.

—Hannah, estas aquí. —Dijo Hayes. —Shawn, hermano. Pasa, Nash te está esperando en su cuarto.

—Uy, una noche muy larga si Nash te espera. —Dijo Hannah golpeando mi hombro jugando.

—Hannah... —Murmuré serio.

—Ah sí, Nash es de Cameron. Gracias por recordármelo, Shawn. ¡Cash sigue en pie! —Exclamó feliz y se fueron los dos arriba.

Hayes

—Jamás te sacare la idea de que Nash y Cameron hacen bonita pareja, ¿verdad?

—Nop... —Sonrió. —Ahora, siéntate en la cama. Ya sé lo que haremos hoy.

—Espera, primero enséñame la ropa que compraste.

—Solo compré este pijama que traigo puesta y otra. Sin mencionar que compre ropa interior.

—Demonios, ¿No pudiste comprar algo más?

— ¿Acaso me Ves cagando dinero?

—Está bien, está bien.

—Creí que sería buena idea hacer una noche de chicas, ya que mi hermano, Nash y Carter harán la suya.

—Si sabes que yo soy un chico...

—Si lo sé, lo sé. Es solo que, eres mi único amigo y cuando era pequeña me prometí a mí misma hacer alguna vez una noche de chicas. —Se encogió de hombros. —Entonces, ¿lo hacemos?

—Solamente porque te quiero. —Ella me sonrió y saco muchas cosas que no supe que eran de su pequeña mochila sin fondo. —Y ¿Qué se supone que se hace en una noche de chicas?

—No lo sé, pero supongo que se habla sobre temas de maquillaje y cosas anormales en mí. No lo haremos tan femenino porque no lo soportaría, será una noche de chicas con un toque especial, ¿entiendes?

Asentí.

Y sí que la entendía.

Hannah no era tan femenina, eso lo sabía y lo tenía muy claro.

Pero ¿Por qué?

Digamos que su madre siempre la trato como una muñeca de porcelana, le compraba vestidos color rosa y pequeños listones desde que era una bebe.

Aunque eso no duro mucho pues Shawn se hizo amigo de mi hermano a los dos años y ahí acabo toda la magia. Shawn, Carter, Cameron, Nash y yo nos volvimos inseparables junto con Hannah.

Nos la pasábamos la mayor parte del día en mi casa y le enseñábamos a Hannah lo que nosotros sabíamos haciéndola parte de nuestro escuadrón.

Prácticamente la criamos.

Y el estar rodeada de chicos le ayudo a no tener tanto interés en cosas que normalmente las chicas les gustan. Hannah jugó con figuras de acción en vez de Barbies. Lo que probablemente hizo que Hannah se ''moldeara'' así.

—Listo. —Dijo Hannah con un tazón en la mano. —Esto es... —Se quedó pensando unos segundos. — ¡Ay no se! Solo sé que las chicas usan esto en las películas. Creo que sirve para quitar las ''imperfecciones'' de la cara.

—Es crema verde.

—Como se llame. —Se acercó a mí. —Muy bien, Hayes, te voy a poner esto en la cara y cuando termine, tú lo harás conmigo, ¿de acuerdo?

—Sí.

Algunos minutos después...

— ¿Cuánto más duraremos con esta mierda en la cara? —Pregunté aburrido. Estar sentado en la cama con la cabeza hacia atrás esperando que la crema que tienes en la cara haga efecto, no resulta muy cómodo.

—No sé. —Dijo Hannah en el mismo estado que yo. Pasaron algunos minutos en silencio hasta que volvió a hablar. —Hayes.

— ¿Si?

—Ya me llegó el Andrés.

— ¿En serio?

— ¡Sii!

— ¿Cuándo?

—Hace dos semanas.

—Ya vez estúpida, te dije que no estabas embarazada.

—Hayes, pero si yo soy virgen.

—Pues por eso, al Espíritu Santo le gustan así. ¿Por qué crees que María salió embarazada siendo virgen?

—Tienes razón.

Después de unos minutos de silencio volví a hablar.

— ¿Por qué me contaste eso?

—Hayes te he dicho muchas veces que tengo más confianza en ti que en cualquier otra persona.

—Aww, Hannah. Eso es lo más dulce que me has dicho. Y la mejor parte, no has dicho una sola...

—Cállate, idiota. —Dijo riendo entre dientes.

Lo siento por no subir capitulo pero, en donde vivo yo, llovió mucho y además estaban los vientos de Santa Ana y se cortó la luz. Por eso no pude subir capitulo pero aquí esta este.

Les aviso que habrá muchos momentos Hayes-Hannah.

Las amo y ya saben qué hacer.

Si este capítulo llega a 100 votos y 50 comentarios subo otro capítulo con muchas palabras ;)

Que empiecen los juegos del hambre ahre :v

chau :v