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Deje el teléfono debajo de la almohada y abrace a Hannah delicadamente

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Deje el teléfono debajo de la almohada y abrace a Hannah delicadamente. Lo cual debió ser la razón de que ella se despertara.

—Shawn... —Susurró adormilada mientras me abrazaba poniéndose frente a mí.

Las sabanas se habían movido un poco lo cual dejo ver los muslos de Hannah y todavía más arriba. Lo que solo le tapaba, eran los tobillos.

Tenía unas inmensas ganas de tocarla y hacerla mía por eso, pase la yema de mis dedos por sus muslos recorriéndolos suave y delicadamente hasta llegar a sus pequeñas bragas color blanco. Me relamí los labios y agarre el borde de estas para bajarlas lentamente, hasta que una mano agarro la mía fuertemente.

Miré el rostro de Hannah y ella tenía los ojos abiertos mirándome seria. — ¿Que intentas hacer? —Murmuró.

Mierda.

—Solo, te... tocaba. —Balbucee sin despegar los ojos de su zona intima.

Ella me miro sin ninguna expresión en su rostro y luego se acercó y me beso. Obviamente le seguí el beso, la tome de la cintura y la puse encima de mí para que notara mi excitación matutina. Ella gimió en cuanto lo sintió y dirigió sus manos a mi bóxer tocándolo suavemente por un solo segundo.

Gruñí. Hannah es toda una traviesa. Pase mis manos por su espalda y la acerque más a mí. Mi boca bajo de su cuello hasta su busto besándolo por encima del brasier. Cuando supe que ya había esperado demasiado, desabroche su prenda y se la quite.

—Oh mierda... —Gimió Hannah pasando sus manos por su busto cubriéndolo de mí, ella estaba muy sonrojada.

Gruñí. — Vamos Hannah, quita las manos para que lo pueda hacer. —Musité desesperado.

Ella negó apenada.

—Me da vergüenza —Habló ella tímidamente.

—Hannah —Susurré en un tono amenazante, después de todo seguía siendo su hermano mayor por lo cual, debía obedecerme. — ¡Quítalas, joder! —Exclamé perdiendo la paciencia mientras tomaba sus manos fuertemente tratándolas de quitar.

Ella me miró enojada. —Se nota que eres un necesitado de tener sexo —Exclamó furiosa y se puso de nuevo el brasier rápidamente sin importarle que yo viera mientras se levantaba de la cama, caminando hacia su vestido. Después abrió la puerta y salió.

Joder, cada día la cago más.

***

Mis padres se fueron una hora después, su trabajo era muy importante para ellos, además, queríamos tener un fin de semana muy alocado. Tal vez iríamos a Hawái o a Cancún. Las vacaciones vendrán pronto y queremos tener unas que no se olviden nunca.

Mama me dejo unos cuantos muffins por disculpa de haberse ido en domingo pero le dije que no importaba. Los comprendía, algún día trabajare en el hospital y pasare el resto de mi vida salvando vidas que ni siquiera ver a mis padres o a mi Hannah.

En toda la mañana Hannah no salió de su habitación. Temía haber hecho algo muy malo y que no me perdonase enseguida. Los cinco días que estuvimos enojados, me los pase peor que una chica adolescente que fue engañada por su novio infiel.

Y exactamente así me sentía, porque Hannah estaba más tiempo con Dan que mi corazón se rompía cada vez que él le hacía mimos y ella se dejaba.

Agarre un par de muffins de la cocina y subí las escaleras hasta llegar a la habitación de Hannah que tenía la puerta entreabierta.

Pase a esta, y vi a Hannah recostada sobre la cama mientras resolvía unos ejercicios de matemáticas, esta vez traía un pequeño short de pijama y una pequeña blusa que le llegaba un poco más arriba de su ombligo.

Ignore las ansias que tenía de destrozarle su ropa y hacer miles de cosas en esa cama que no son precisamente para dormir y fui a sentarme a su lado pero ella me ignoró.

—Eso está mal, el resultado no es ese. —Hablé al ver que ella seguía haciendo lo suyo.

—No pedí tu opinión. —Murmuró sin verme.

— ¿Quieres ayudarme a comer estos muffins? Tengo dos y solo me quiero comer uno. —Musité enseñándole el desayuno de hoy.

—Pues guarda el otro. —Vociferó.

— ¡Oye! Yo quiero comer contigo, Leo se pondrá muy triste si sabe que no quieres desayunar conmigo, ¿entristecerás al pobre Leo? —Murmuré haciendo un puchero mientras ella me miraba con el ceño fruncido.

—Deja de nombrar a tu peluche. —Dijo y siguió haciendo sus ejercicios.

Me levante de la cama y fui a mi habitación para agarrar a mi compañero de aventuras y regrese con ella.

—Hannah, ¿se puede saber porque no quieres comer estos deliciosos muffins con Shawn? —Hablé imitando la voz de Leo, si alguna vez descubriera cual seria, mientras movía sus patitas exagerando los movimientos.

—Shawn, no seas infantil.

—Oh oh, respuesta incorrecta, me parece que alguien debería de llenarte de besos para que comprendas al pobre de Shawnie. —Dije sentándome a su lado de nuevo.

De pronto, con el pequeño hocico de Leo comencé a llenar de ''besos'' a Hannah por todo su rostro y cuello.

Ella reía.

— ¡Basta Shawn! ¡Sabes que eso me da cosquillas! —Decía entrecortadamente mientras se retorcía en la cama riéndose.

— ¡Solo si aceptas desayunar conmigo, parare! —Exclamé subiéndome arriba de ella, acorralando mi cuerpo contra el suyo.

— ¡De a... de acuerdo! —Gimió Hannah y pare.

— Respuesta correcta, ahora vayamos abajo y desayunemos mientras vemos una película. —Dije feliz. Me encantaba estar de nuevo con Hannah.

Ella me hacía feliz.

Mi hermano. (Shawn Mendes) O R I G I N A LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora