Historia resubida por problemas técnicos 🤠
Capítulos editados y más dramáticos ahre.
Hannah es divertida.
Shawn es inteligente.
A Hannah le gustan los memes.
Shawn ni siquiera los conoce.
Hannah es alegre.
Shawn es muy serio.
Hannah es despreocupad...
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Ni los rayos del Sol, ni los gritos de los chicos, ni la alarma o una jarra de agua me despertaron. Simplemente lo hice como una idiota poseída.
Vi hacia mi lado y me doy cuenta que Hayes está roncando con un hilo de saliva recorriendo su mandíbula
Reí por lo bajo. Busque el reloj con la mirada. Cuando lo encontré, noto que son las seis con treinta minutos.
Resoplo y trato de levantar a Hayes picándole las costillas o los cachetes.
Nada funciona.
Demonios, me muero de hambre.
Me levanto de la cama después de estar unos minutos en silencio pensando que hacer.
Camino fuera de la habitación buscando la habitación de Shawn abriendo cada una de las puertas. Todos los chicos están dormidos.
Cuando encuentro la de Shawn, me doy cuenta que no está. Solo veo sus compañeros pero no a él.
Voy a la cocina extrañada y cuando cruzo por la sala, la televisión se enciende.
Retrocedo unos pasos para ver quien lo hizo y no encuentro a nadie cerca.
Trato de no darle importancia y sigo caminando hacia la cocina. Cuando llego hasta allí, abro la puerta del refrigerador y me agacho para sacar la leche. Cierro la puerta con la leche en la mano y la figura de Shawn atrás de mi hace que me espante y de un pequeño salto en mi lugar.
Trato de sujetar la leche para que no se me caiga y llevo la otra mano a mi pecho.
—Puta madre, Shawn. Casi me matas del susto.
—Lo lamento. —Se inclina hacia mí y me abraza poniendo su nariz en mi cuello.
Se separa y me sonríe.
— ¿Qué ocurre? —Murmuro sirviendo la leche en un vaso que está cerca de ahí.
—Tengo algo para ti.
Doy un trago.
— ¿Qué es?
Su sonrisa se hace más grande y del bolsillo de su pantalón saca una pulsera de plata con un pequeño pincel colgando junto a otro pequeño estetoscopio.
—Recuerdo haberte oído hablar de pintar. Así que mande hacer esto para los dos. El pincel te representa y es totalmente obvio que el estetoscopio a mí. —Mi corazón se acelera y Shawn toma mi mano mientras me mira con duda en sus ojos. — ¿Puedo? —Asiento nerviosa y el abrocha la pequeña cadena en mi muñeca delicadamente.
—Gracias Shawn. —Sus mejillas se tiñen de rosa y en sus ojos está el brillo de siempre. —Quiero ver el tuyo.
Shawn levanta la manga de la camisa color gris de si muñeca y efectivamente, ahí está la cadena.