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— ¡No puedo creer que haya muerto el, estaba tan guapo! —Exclamó Hannah tapándose los ojos

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— ¡No puedo creer que haya muerto el, estaba tan guapo! —Exclamó Hannah tapándose los ojos. Por un momento sentí celos de que Hannah dijera que el chico de la película era guapo.

— ¡Por favor! ¡Yo soy mejor que él! ¡Ya no lo mires! —Musité sin darme cuenta de lo que había dicho.

—Shawn, solo es una película. —Murmuró Hannah viéndome raro.

—Sí, lo sé. Él no es así, de seguro todo lo que trae en la cara es maquillaje. —Dije ''restándole importancia''

—Pero esos músculos... —Murmuró mordiéndose el labio. —Está bien bueno -soltó una risita sin dejar de ver al chico que salía en escena.

—Yo también tengo músculos, ¿quieres verlos? —Hablé jodidamente celoso.

Yo no quería que Hannah viese a nadie más que no sea yo.

—Los de el sí, solo míralo.

—Soy mejor que él, y ni creas que mi autoestima esta por los suelos. El debería de sentirse inferior a mí.

—No seas egocéntrico, ni que estuvieras tan bueno. —Murmuró llevándose el muffin a la boca dándole un pequeño mordisco.

—Pero bien que gemías ayer en la noche ¿verdad? ¿O abriste un vídeo con gemidos? —Hablo mirándola pícaramente a lo que ella se sonrojó.

—Solo mira la película. —Murmuró volteando hacia enfrente.

Cuando al fin se acabó la película, sugerí ir a pasear por el parque por un helado pero el sonido del timbre me hizo sentirme confundido.

No esperábamos a nadie.

Hannah se apresuró a abrir la puerta emocionada y avergonzada.

¿Por qué?

Cuando la abrió, Dan apareció sonriendo tímidamente.

¿Qué está haciendo él aquí?

Entro y se posiciono frente a mí.

Estaba enojado. ¿Por qué lo invito? Yo quería a Hannah solo para mí. ¿Acaso es mucho pedir?

—Hola, Shawn. —Dijo sonriendo mientras Hannah se situaba a lado de él.

¿Por qué siempre él y no yo?

—Ah, eres tú. —Me apresuré a decir mientras veía que Hannah me dedicaba una mirada mordaz. Sonreí arrogantemente.

—Shawn. —Dijo de modo acusatorio Hannah.

— ¿Por qué estás aquí? —Le pregunté sin rodeos.

—Hannah me invito, dijo que te irías y no quería quedarse aquí sola.

—Pues ya viste que yo estoy aquí, así que te puedes ir. —Respondí viendo a Hannah detenidamente. Maldición como deseaba que se volviera a repetir lo que hicimos ayer en la noche. No es que mi vida sexual estuviese activa pero, demonios, ésta chica me excitaba.

— ¿No te iras? quiero decir, ¿estarás con Hannah? —Preguntó Dan viendo descaradamente el pequeño short de Hannah.

Joder, quería tirarlo y llenar su rostro con miles de golpes que le daría para que dejase de ver a mi Hannah

— ¿Porque no vamos a caminar, los tres? —Murmuró Hannah incomoda.

—Eso me gustaría. —Dijo Dan.

—Perfecto, iré a cambiarme y luego nos iremos. —Exclamó alegre Hannah y desapareció en las escaleras.

En cuanto se fue, Dan se acercó cautelosamente a mí.

—Shawn, hum, ¿podrías recomendarme algunas cosillas... para ya sabes... enamorar a Hannah? —Dijo incómodo.

Joderr

— ¿Qué quieres que yo haga qué? —Murmuré serio por fuera, pero por dentro estaba sintiendo una explosión de celos.

Solo pensar en Hannah y Dan, juntos.

Novios, sexo alocado, esposos, aun mas sexo alocado, padres, frutos del haber tenido sexo sin condón...

No no no no.

No podía permitir que eso pudiera ocurrir en el futuro.

—Solo te digo que si planeas tener una relación formal con ella, no durara. —Sentencié, intentando intimidarlo.

— ¿Por qué...?

—A ella le gusta mucho tener sexo rudo. ¿Estás preparado para hacer eso con ella? —De seguro está nervioso.

—Claro, complaceré todo lo que ella necesite —Sonrió un poco orgulloso.

De ninguna manera dejare que ella este con él.

— ¿Seguro? A ella le encanta sentir el dolor cuando lo estén haciendo. ¿La lastimarías? —Ja, apuesto a que eso no la vio venir.

Él se tomó su tiempo pensándolo y al fin respondió: —Creo que... si a ella le gusta... me gustara a mí también hacerlo —Eso me tomo por sorpresa. Pero no lo suficiente como para dejársela fácil. Baje la vista evitando que el notara la expresión de molestia en mi rostro, encontrándome con algo que no creí ver en este chico. Una erección debajo de sus pantalones.

—A ella le gustan los miembros grandes, ¿entiendes? —Su rostro palideció.

— ¿De qué están hablando? —Dijo Hannah mirándome reprobatoria mente.

—Y-yo tengo que irme —Balbuceó Dan mientras se iba corriendo hacia la puerta saliendo de esta rapidamente.

— ¡Dan espera...! —Exclamó Hannah siguiéndolo pero fue demasiado tarde, él se había ido. Hannah giro la cabeza para verme furiosa. — ¿¡Qué te pasa!? ¿¡Por qué hiciste eso!? ¡Dan es totalmente agradable! —Gritó acercándose a mí.

—Él te quería follar, deberías de decirme gracias —Dije con simpleza.

— ¿El? No seas mentiroso, él es tierno, romántico, guapo y está más bueno que el pan, no me mientas. —Musitó controlándose un poco.

— ¿Y crees que yo no lo soy? —Respiré con pesadez y la acorrale contra la pared. Perfecto, una excusa más para besarla. Pegué mi cuerpo con el suyo para que notara lo que provocaba en mí haciéndola soltar un gemido ahogado. Sonreí. —Apuesto a que ni siquiera lo quieres contigo, prefieres que yo te bese a que él te ponga las manos encima. —Susurro en su cuello rozando mis labios con sus hombros, quitando el tirante de su brasier para morderle un poco.

—Eso es lo que tú quieres —Respondió poniendo sus manos en mi pecho tratando de separarme de ella pero no lo logro. Al contrario, presione mi cuerpo aún más con el suyo.

—Si fuera lo que yo quisiera, en este momento no serias virgen y hubiéramos tenido una noche de pasión ayer, ¿no lo crees? —Sin esperar respuesta, devore sus labios poniendo mis manos en su cintura apretando el agarre a cada paso que el beso se había intensificando.

Ella no hizo nada, solamente subió sus manos a mi cuello y acerco mi rostro al suyo.

Sonreí en medio del beso sabiendo que había ganado la discusión.

Mi hermano. (Shawn Mendes) O R I G I N A LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora