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Un sonido irritante sonó por toda la habitacion.

Era mi teléfono.

Vi que eran las 2 de la tarde y atendí a la persona que me llamaba.

Era Ella.

— ¿Hola? —Murmuro confundido.

—Shawn —Ronronea ella al otro lado de la línea.

—No tengo tiempo para juegos, necesito ir a arreglar unos asuntos. —Hablé rápidamente

Shania.

Ella es realmente linda. Tiene un buen cuerpo y es inteligente. Pero lo que tuvimos entre nosotros fue solo sexo. Ella fue la primera con la estuve, y tal vez, la última. El problema en ella es que era demasiado fácil. 

Dios, que estúpido fui al acostarme con ella.

—Oye tranquilo amor, solo quiero verte...otra vez, Shawn. —Ella soltó una risita traviesa— ¿Acaso no te gusto lo que hicimos hace un año? —Su voz sonaba seductora, en otra ocasión me hubiera dejado llevar por ella, pero hay alguien más en mi mente...

—Si —Mentí. —De hecho, fue estupendo pero ahora estoy ocupado.

—Bien, entonces, te veo hoy en el café cerca de tu casa.

—Shania, ya te dije que...—

—Solo iremos a platicar Shawnie, solo eso. —Habló interrumpiéndome.

Suspiré.

— ¿Solo eso?— Pregunté rendido mientras me tocaba la sien con la otra mano.

—Si Shawnie, confía en mí.

Eso es justo lo que no quiero hacer.

—Bien, a las cinco de la tarde, ¿te parece? —Pregunté imaginando que excusa decirle a Hannah para que no se enoje conmigo.

—Me parece perfecto, entonces adiós—Dijo y colgó.

En que me metí.

***

— ¡Hannah!— Grité— ¡Alguien toca la puerta, ve a abrirla! —Me estaba duchando, y ni modo de salir desnudo.

Minutos después escuche risas en la planta de abajo.

Trate de cambiarme lo más rápido posible y cuando estuve listo salí del baño para ver quién era.

Es ese chico.

Vi como Hannah lo abrazo del cuello y él puso sus manos en su cintura.

Me aclaré la garganta para que terminaran su ''sesión de abrazos'' y ellos se alejaron realmente avergonzados.

— ¿Qué hace el aquí?—Pregunté frunciendo el ceño.

Hannah blanqueó los ojos notoriamente molesta.

—Vamos a hacer un trabajo, ¿lo recuerdas?—Suspiró sarcástica.

Que idiota.

—Sí, lo recuerdo.

—Bien. Entonces, estaremos en mi cuarto.

Ella sonrió y agarró la mano del chico y juntos se fueron a su habitación.

***

Ya estaba listo para irme con Shania. Agarré mis llaves de la mesa y salí de mi habitación.

Fui a la habitación de Hannah y abrí la puerta.

Ella estaba en un short con una pequeña blusa de tirantes sentada en el suelo con un montón de libros, hojas blancas, útiles y algunos cuadernos tirados junto a ella pero no había rastro del supuesto chico.

—Hannah, tengo que ir a un lugar. —Hablé agachándome para ponerme a su altura. Ella alzo la vista y me miro confundida.

—¿Por qué? —Dijo.

—Porque es algo importante.

— ¿Qué es más importante que tu hermana? —Me reprochó

—No te lo puedo decir, solo no quiero que te salgas de la casa.

—Como si tuviera mucha vida social como para salir. —Blanqueó los ojos

—Así me gusta—le di un beso en la frente y ella me dio otro beso en la mejilla. —Por cierto, ¿dónde está Dan?

—En el baño, ¿por qué?

—Por nada

En eso llegó Dan y le indiqué con la cabeza que saliera de la habitación a lo cual agradecí que haya entendido.

Ya fuera de la habitación comencé a hablar.

—Escucha ''Dan''—Dije haciendo comillas en su nombre —No quiero que te propases con Hannah, tengo cámaras de seguridad por toda la casa y te juro que si le llegas a poner un solo dedo encima te golpeare en ese trasero de bebe que tienes, ¿me entendiste?—El chico asintió rapidamente.

—Sí, entendí.

—Bien. —Solo dije eso y él ya había entrado a la habitación con Hannah.

Suspiré, otra vez.

Salí de la casa y encendí mi carro para luego irme al café donde iría a ver a Shania.

Cuando llegué, vi una cabellera roja en la entrada del café.

En cuanto me vio, sonrió coqueta y fue hacia mí.

Me abrazó y me dio un casto beso en los labios.

—Shania, dijiste que solo veníamos a platicar. —Ella se alejó de mi ''apenada'' y me agarro de la mano para luego guiarme dentro del café.

Una vez dentro de este comenzamos a platicar de como habíamos cambiado en una año, de su familia y de la mía. Le conté que tengo una hermana menor y ella dijo que tenía un hermano de la misma edad de Hannah.

Después de mucho tiempo, me di cuenta que eran las ocho de la noche.

—Shania, creo que tengo que irme, ya es tarde. —Hablé parándome inmediatamente de la silla.

—Espera Shawn, aun no te vayas.—Dijo agarrándome el brazo

— ¿Porque? —Murmuré deteniéndome.

—Es que, me siento tan sola y, quiero pasarla bien contigo.

—Lo siento yo... —No pude terminar de hablar porque ella poso sus labios contra los míos con fuerza y desesperación. Trate de separarme de ella pero sus besos eran adictivos así que le seguí besando con la misma intensidad que ella.

No me di cuenta de que ya habíamos entrado en el carro besándonos apasionadamente. Mi lengua entro en su boca exigiendo más y ella me lo dio. Se fue quitando la pequeña blusa que traía quedando en su corpiño de encaje. Uní mis labios con los de ella desesperadamente y fui quitando su falda mientras la tomaba del trasero.

Ella gimió, abrí los ojos y vi a Hannah en ropa interior. Parpadee varias veces y seguía siendo ella.

—Hannah... —Musito en un gemido.

— ¿Quién es Hannah?

La imagen de Hannah desapareció dejándome ver a Shania.

—Dios, ¿qué he hecho? —Me lamente en voz alta —¿Qué estamos haciendo aquí? —Pregunte casi enojado.

—¿Vamos a tu casa?

— ¿Qué? no no no, tengo que irme. Ponte tu ropa y baja de mi auto. —Ella lo hizo y ya fuera me enseño su dedo grosero no sin antes decir maldiciones.

Arranque rápidamente rumbo a mi casa.

Maldita sea Shawn, ¿porque pareces un enfermo pensando en Hannah de esa manera?




Shania en multimedia

Mi hermano. (Shawn Mendes) O R I G I N A LDonde viven las historias. Descúbrelo ahora