Capítulo 4: Isla de dragones (Parte 2/4)

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II

A la mañana siguiente fui con Astrid a patrullar muy temprano, antes de que saliera el sol, se subió a su nader: Tormenta.

-Entonces... ¿Cómo está eso de que puedes volar?-pregunto acariciando a Tormenta.

-He entrenado desde que tengo memoria y lo de volar es una técnica de controlar su propia energía- conteste.

-Bueno... ¿quieres volar o ir conmigo?-pregunto con una leve sonrisa dibujada en su rostro.

-Prefiero volar, gracias.

Terminando esa oración partimos en direcciones diferentes, después de recorrer un tercio de la isla me adentre en el bosque hasta encontrar una roca en la que me senté y medite. Regrese a la base a las 8 horas de partir de los corales, camine por la fortaleza hasta encontrarme con Patapez, quien estaba probando nuevas fórmulas de lava de groncol en el ojo del dragón, a los pocos minutos me aburrí y fui a buscar a los gemelos.

Brutacio y Brutilda estaban en la fosa de jabalíes llenos de lodo, jalándose el cabello y tirándose entre sí al húmedo lodo. Era más divertidos verlos desde la orilla que estar con Patapez, mientras tanto se oía desde ahí a patán quien estaba durmiendo apoyado en Colmillo que le seguía los pasos. Me quede mirando el espectáculo hasta que oscureció y los gemelos tirados en el lodo agotados decidieron ir a comer con los demás en la torre principal.

Al llegar, se podía distinguir el olor a pollo quemado, Patapez lo había cocinado. Nos sentamos a la mesa central todos, incluyendo Hipo que llego un poco después con Chimuelo, comimos y nos quedamos platicando. El ambiente empezó a enfriarse se podían observar las nubes negras y los rayos a lo lejos, Hipo se quedó viendo al horizonte, buscaba con la mirada a Astrid que aún no llegaba. En su mirada se distinguía el auge de la preocupación.

Después de un tiempo se volvió a nosotros y dijo.

-Vallan por sus dragones saldremos en busca de Astrid- indico, los demás salieron disparados-Yûki, ¿vienes conmigo?-pregunto y yo solo asentí con la cabeza.

Salimos de la torre, nos subimos a Chimuelo, los demás no tardaron mucho en llegar. Hipo les empezó a dar indicaciones, al poco rato ya estábamos volando sobre el mar hacia el sur.

-¿Dónde se abra metido?-susurro Hipo.

Sentí el ki de Astrid en la dirección que íbamos debilitarse cada vez más, pareció que Chimuelo me leyó la mente ya que voló más rápido en solo un segundo. Encontramos a Astrid sujetándose de un tronco a la derriba algunos minutos después, pero al verla una ola la sumergió. Sin pensarlo me lancé tras ella escuche a Hipo gritarme cuando entre al agua, tome la mano de Astrid para jalarla hacia mí y después la sujete por los antebrazos para después volar a la superficie, Hipo tenia cara de espanto al verme volar así.

-Luego te explico-dije entregándole a Astrid, emprendimos el viaje de vuelta a la orilla, pero esta vez volaba por mi cuenta mientras Hipo sacudía a Astrid con desesperación para que despertara, Astrid abrió los ojos lentamente, susurro algo que no alcancé a oír por el viento en mis oídos e Hipo suspiro aliviado.

Al llegar a la orilla Hipo se quedó con Astrid en la torre principal, mientras los demás íbamos a dormir.

La Leyenda de Yûki San [#PlusUltra19]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora