La Leyenda de Yûki San [#PlusUltra19]

Capítulo 28: Pasantías, hombro con hombro

Pasaban los minutos, las agujas del reloj estaban cada vez más próximas a la hora. Maldecían la labor que tuvieron durante de fin de semana. Solo por ello se habían levantado tarde. Y el no poder usar sus poderes y el tratar de actuar como personas "normales", era más complicado de lo que parecía. Una vaga excusa para el profesionalismo que se les atribuía. Llegaron justas a la estación.

-Todos tienen sus trajes de héroes, ¿verdad?- pregunto Aizawa en frente de los alumnos del 1-A, en medio de la estación- Recuerden, no pueden usarlos en público. No los pierdan.

-¡Sí!-canturreó Mina en voz alta alegremente.

-¡Habla claramente!-corrigió el azabache- ¡Es "sí", Ashido!

-Sí-dijo más calmada.

-Asegúrense de cuidar sus modales con los héroes en sus pasantías. Vayan.-ordeno antes de que los alumnos empezaran a dispersarse en direcciones diferentes.

-Nos vemos, Sakura- se despidió Yûki.

-Suerte-dijo yéndose al portal del tren.

Ya era hora, camino junto a uno de sus compañeros hacia la salida del vagón a su destino. El camino no fue muy interesante.

-Preferiría que te mantuvieras alejada de él- murmuró el de mirada heterocromática con la vista perdida al frente.

-No seas tan pesimista, Shoto- bromeo- Dudo que nos pase algo malo. Nos tenemos el uno al otro para cuidarnos. Somos fuertes, podemos con todo.

-No estaría tan seguro de ello.

-Bueno... tal vez exagero con lo de "podemos con todo"-explico- Pero estoy segura de que nos va a ir bien.

-Si tú lo dices-acepto.

Las horas de la mañana fueron cambiando de intensidad en la luz. Un viaje muy largo, con poco que conversar y solo el paisaje y la música para distraer la mente, en el caso de Todoroki. Por su parte, Yûki, necesitaba completar algunos reportes de sucesos resientes en el territorio japonés. Hace una semana, aproximadamente, el asesino de héroes había actuado de nuevo. Lo que de cierto modo, alerto a todo el equipo, creando varias teorías y estrategias en caso de que la situación se agravará y se necesitara de su intervención. Ese día antes de salir de las cuatro paredes de titanio y grafeno, les había pedido mantenerse alerta.

Activo una pequeña computadora holográfica, y empezó a trazar los ataques de aquel villano. Prácticamente todos sus ataques fueron en Hosu, pero debía de haber un patrón o coincidencia, un especia de Triángulo de las Bermudas. Y como si de cuestión de magia se tratase, el tiempo paso más rápido. Y en menos de lo que pensaban ya estaban a las afueras de Tokio.

Salieron de la estación, encontrándose con un hombre en esmoquin enfrente de un automóvil negro muy lujoso. Con un letrero en mano con la inscripción de "U.A". Se acercaron, el hombre les abrió la puerta, y subieron. Era mucho más espaciosa de lo que parecía. Por donde se viera, el tapizado negro o los vidrios templados daban un elegante ambiente rumbo a la agencia. El imponente edificio sobre salía de entre todos los demás.